En el 41 Aniversario de la Constitución Española de 1978, desde el Ateneo Socio-Cultural Viento del pueblo celebraremos un acto sobre el carácter de la actual Constitución Española, que aseguró la continuidad del franquismo y de sus élites oligárquicas, consolidando una monarquía heredera del franquismo como punto final de la llamada Transición española. Como lúcidamente definiría el periodista Eduard Haro Tegglen : "Transición que empezaría con la muerte del viejo asesino y terminaría con el voto a la Constitución. Es interesante ver aquéllos de entre los políticos que tienen mas querencia a la sombra de Franco, o que son descendientes de los grandes franquistas como consecuencia de la creación por aquel sistema de una nueva aristocracia urbana, o de los religiosos como supersticiosos, son los que más defienden la Constitución y consideran que es intangible: la han elevado al terreno de lo sagrado porque la hicieron ellos, y la Transición fue suya".

 

En la Unión Soviética, durante la guerra civil que se desarrolló después de la toma del poder por el Partido Bolchevique encabezado por Lenin, el Ejército Rojo protagonizó gran cantidad de hechos de valor extraordinario, en los que se expresó el consecuente compromiso del pueblo soviético frente a las agresiones más violentas que se dieron en ese tiempo, tanto desde el interior del país cómo desde los ejércitos extranjeros invasores.

Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor (…) ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz!

Pablo Neruda

Gracias a los viajes y encuentros de Miguel Hernández en Madrid, su poesía de los años oriolanos, localista e influenciada por corrientes modernistas, va a experimentar un cambio fundamental en la forma y en el contenido. En ese sentido, 1935 será el año de la encrucijada poética de Miguel Hernández. Su proverbial entusiasmo es enorme cuando, en marzo de 1934, emprende viaje, por tercera vez, a la capital de España.

Al cumplirse un aniversario más del ajusticiamiento de León Trotski, no faltan una infinidad de publicaciones donde se alaba la figura de este señor, olvidando su nefasto papel como revolucionario y como marxista, aún así, hoy en día, los reductos del trostkismo, tratan de tergiversar la historia, proclamándose como continuadores de Lenin y su accionar revolucionario, lejos queda la realidad, y es necesario denunciar la figura de este individuo y de quienes falsamente se dicen revolucionarios.

Lo que el troskismo olvida es que su adalid, fue un ferviente opositor de Lenin. Ya en 1904 acusaba a Lenin de "dictador, autócrata, fanático" Trotski se opuso a la teoría del Partido propuesta por Lenin, se opuso a la construcción del socialismo en un solo país en este caso la URSS, y en su lugar abogaba por la "revolución permanente" primeramente en los países occidentales, pero la historia demostró, una vez más, que los postulados de Trotski no tenían razón, prueba de ello fueron las fallidas revoluciones en Occidente.

Trotski fue un ferviente opositor a la paz de Brest Litovsk, sabiendo perfectamente lo necesario que era la firma de paz, después de años de guerra, miserias y hambrunas y que la revolución necesitaba de la paz para poder avanzar, no hay que olvidar su oposición a la Nueva Política Económica (NEP) de Lenin, su rechazo absoluto a incluir a los campesinos como una fuerza revolucionaria, (no olvidemos que el campesinado en Rusia en aquella època era mayoría).

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