Las consecuencias económicas que afectan a las capas más débiles, obreros y sectores populares, de las luchas geopolíticas de los diferentes polos capitalistas, son expresadas entre otras cuestiones en las sanciones impuestas por Rusia a las importaciones de productos de alimentación procedentes de la UE.

Los analistas económicos y políticos a sueldo del gran capital, entre los que se encuentran los miembros dirigentes de la socialdemocracia moderna representada por IU y Podemos, entre otros, haciendo una demostración de su devoción y servilismo al gran capital, nos trasmiten una y otra vez el análisis en el que por todos los medios quieren hacernos creer, que los pobres capitalistas van a sufrir pérdidas millonarias que les impedirán mantener su tasa de beneficios, necesarios éstos para la creación de riquezas con las que estos señores crearán trabajo y bienestar para todos. Estos concienzudos analistas al servicio de la burguesía, a los que se les brinda la oportunidad diaria para que vendan su demagogia y quimeras a través de los medios de comunicación, propiedad de grandes multinacionales de la información, no dejarán de falsificar la realidad de la situación que se ha generado con las medidas sancionadoras adoptadas por Rusia.

Debemos conocer la realidad con el uso de la frialdad de las cifras, estas nos demuestra que las falacias de estos funcionarios del capital, están lejos de la situación que padecen y sufren los más débiles.

Según los datos del Ministerio de Economía, España exportó el año pasado 581,45 millones de euros a Rusia en productos de alimentación. Esa cifra equivale al 20% del total de las exportaciones españolas a ese país, que ascendieron a 2.818,34 millones de euros.

Según datos del Centro de Comercio Internacional, empresa conjunta de las Naciones Unidas y Organización Mundial del Comercio, el segundo país de la UE más afectado por las sanciones será España, solo superado por Polonia

Las exportaciones agrícolas de la UE a Rusia supusieron en 2013 el 9,9% del total de envíos de este tipo de productos al exterior, equivalentes a 11.865 millones de euros, y se trató principalmente de frutas y verduras, queso y carne de porcino, según datos de la Comisión Europea 

¿Quién son los verdaderos afectados? Si Rusia mantiene estas sanciones, los más afectados no serán otros que los más débiles en la escala y posición capitalista.

Según estas cifras, el año pasado Polonia exportó 1.122 millones de dólares en productos ahora vetados, una cifra superior a la de España y Holanda (794 millones de dólares cada país) y a la de Alemania (781 millones de dólares). Cierran esa lista Croacia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria (todos ellos por debajo de los 10 millones de dólares) y Luxemburgo, que no exportó nada a Rusia en 2013. Es el sector primario el que en esta guerra de intereses capitalistas es golpeado con toda la violencia. En el caso de España, estos productos deben ser vendidos en los mercados llamados tradicionales, Alemania, Francia e Inglaterra como principales.

Las multinacionales de la distribución alimentaria con el objetivo de superar esta crisis orientarán sus políticas comerciales hacia la reducción del precio de compra al productor, esta reducción del valor de la producción afectara severamente al pequeño productor que no dispone de mecanismos propios de comercialización, estos está permanentemente en las manos de intermediarios, los cuales desarrollan su trabajo en permanente relación con grandes distribuidores. Para que podamos entender mejor en la situación que viven y que con esta crisis empeoraran los pequeños productores, usaremos un ejemplo clarificador: una explotación agrícola de las costas Andaluzas, en concreto Almería. Un pequeño productor propietario de 1 hectárea, dispone de una cosecha de tomate, recoge 150.000 kilos año, estos son vendidos a 0.45€, 67.500 € a 6,75 € m2, estos datos se refieren a la variedad tomate pera, año 2013, si tenemos en cuenta que la producción de éste bajo plástico tiene un gasto medio de 0.37€ kilo (Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía). En otras zonas agrícolas y ganaderas la UE pagará un mínimo que como objetivo tiene el cubrir los gastos de producción, lo que arrastrará a cientos de pequeñas explotaciones al cierre, abandono o venta, obligadas por los créditos y el endeudamiento. Las consecuencias, un gran número de pequeños productores sufrirán una precipitación y adelanto en su inevitable e histórico camino hacia la proletarización. Este pequeño productor es empleador de proletariado agrícola y asalariados, los cuales verán reducido sus ya míseros jornales, salarios, y derechos laborales. Con el cierre de estos mercados que, como ya hemos visto, dificulta el mantenimiento de la tasa de beneficio de pequeños y en ocasiones medianos productores agrícolas y ganaderos, éstos intentarán mantener sus ya mermados privilegios en el sistema a través del sistemático recorte de salarios y aumento de los ritmos de trabajo a los jornaleros y asalariados, que una vez más son los grandes perjudicados en todas las ocasiones en las que el capitalismo vive sus crisis de superproducción.

Solo fuera de la UE y de todo organismo e institución perteneciente al capitalismo superaremos esta y otras situaciones, que castigan con penalidades y miseria a los obreros y capas populares.

Juan J. Sánchez

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