Avanzan los marcos de coordinación comunista
Durante los días 1, 2 y 3 de octubre tuvieron lugar en Bruselas una serie de reuniones que tienen especial importancia para el trabajo internacional del PCPE.
En primer lugar se reunió el Consejo de Redacción de la Revista Comunista Internacional (RCI) con el objetivo de cerrar los debates sobre el número 5 de la Revista y plantear el inicio de los trabajos para el número 6.
Seguidamente se celebró la reunión anual del Encuentro Comunista Europeo (ECE) que, en esta ocasión, trató sobre las conclusiones prácticas que hoy se pueden extraer del estallido de la I Guerra Mundial, a cien años vista de su desencadenamiento.
Por último sesionó el plenario de la Iniciativa Europea de Partidos Comunistas y Obreros (ICE), que valoró el trabajo realizado desde octubre de 2013 y aprobó acuerdos concretos y específicos de trabajo para el próximo año.
La RCI recibe un nuevo impulso.
Hemos dicho en múltiples ocasiones que la Revista Comunista Internacional es un instrumento de gran importancia para el PCPE. La posibilidad de tener un marco específico para el tratamiento, en profundidad, de cuestiones ideológicas supone un paso de gran calado para el Movimiento Comunista Internacional. La creación de la RCI fue un punto de inflexión que alteró la tendencia existente a pasar por alto el debate ideológico y a hacer de las reuniones internacionales meros espacios de intercambio de documentación, sin ningún análisis conjunto sobre los fenómenos que se iban sucediendo y afectando a la clase obrera internacional.
Los trabajos de la RCI, no exentos de dificultades por cuanto el trabajo ideológico exige de gran dedicación y de debates prolongados, han ido avanzando satisfactoriamente. No obstante, la multitud de tareas de los partidos miembro de la RCI, así como ciertas incomprensiones en el método de funcionamiento acordado, han generado un cierto retraso en la publicación del número 5, dedicado a la guerra imperialista, que ha podido subsanarse en la última reunión. Al mismo tiempo, se han comenzado ya los trabajos para la elaboración del número 6 a lo largo de 2015.
Como novedad, el Consejo de Redacción acordó que, de ahora en adelante, la RCI cuente con un espacio específico para que los partidos expresen su opinión sobre los elementos esenciales tratados en los artículos del resto de participantes si así lo consideran oportuno. Sin duda esto facilitará y fomentará el debate sin que nadie se vea obligado a asumir posiciones no compartidas o no debatidas en su organización.
Una vez que se asiente definitivamente el método de trabajo de la RCI será el momento de hablar sobre futuras ampliaciones de participantes, algo que por ahora no está sometido a discusión.
El Encuentro Comunista Europeo se mantiene como punto de encuentro.
La reunión anual del ECE permite refrescar periódicamente el contacto entre partidos y organizaciones comunistas europeas. Al tratarse de un espacio pensado para la discusión e intercambio de informaciones prácticas, su prioridad no es en este momento avanzar en la coordinación política entre los participantes, pero es un espacio que ayuda a ir superando las reticencias que pudieran existir para el trabajo con partidos y organizaciones que no tienen presencia, a nivel europeo, en la lista Solidnet y que no son miembros del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO).
Sólo desde esa perspectiva, el ECE ya tiene una gran importancia. En Europa, donde el oportunismo ha alcanzado, históricamente y en nuestros días, un altísimo grado de desarrollo, es una necesidad imperiosa encontrar marcos para la discusión con partidos que, por diversas razones, no participan en otras estructuras del MCI pero que tienen aportaciones interesantes que realizar para avanzar en la lucha común de los y las comunistas de Europa.
La edición de 2014, centrada en el centenario del estallido de la I Guerra Mundial, ha servido para complementar las discusiones realizadas en otros ámbitos internacionales como el Seminario Comunista Internacional organizado en junio por el Partido del Trabajo de Bélgica.
La Iniciativa Comunista Europea va cogiendo impulso.
En el terreno de la lucha política fue la reunión de la Iniciativa de Partidos Comunistas y Obreros de Europa (ICE, para resumir) la que más elementos de avance supuso. No cabe duda de que los trabajos en la RCI tienen un importante componente político, pero la RCI tiene carácter internacional mientras la ICE existe precisamente para intervenir políticamente en el marco europeo, donde las condiciones son mucho más favorables para generar dinámicas de trabajo conjunto y coordinado.
Los 29 partidos comunistas y obreros europeos que participamos en la ICE tenemos dos elementos en común que son de especial importancia a la hora de articular cualquier tipo de trabajo en nuestro continente: el análisis de la Unión Europea como herramienta imperialista de los monopolios europeos y la no participación en el núcleo dirigente del Partido de la Izquierda Europea (PIE), marco de coordinación del oportunismo europeo.
Esta situación permite que, en el poco más de un año de vida que tiene la ICE, se haya producido un verdadero salto cualitativo en términos de elaboración de posiciones políticas conjuntas, de campañas de denuncia y de clarificación de las posiciones. Este trabajo, aún insuficiente y que se puede desarrollar mucho más en el futuro, contrasta con lo realizado en años anteriores, cuando las organizaciones pertenecientes al núcleo del PIE dificultaban y dilataban en el tiempo cualquier iniciativa de mayor coordinación.
Afortunadamente esa situación ha sido superada con el nacimiento de la ICE, pero ahora las tareas que se nos ponen delante son un desafío para el que tenemos que desplegar nuevas capacidades y más esfuerzos.
Las tareas realizadas a lo largo de este año se valoraron positivamente en la reunión. Por otra parte, nadie duda de que sea posible dar más pasos y afinar los mecanismos internos para salvar las dificultades prácticas que supone coordinar a 29 partidos, cada uno con sus dificultades propias y con su entorno y condiciones específicas. Para ello, se aprobaron unas directrices de trabajo que van encaminadas a desarrollar actividades conjuntas a lo largo del primer semestre de 2015 y a avanzar en la organización de más reuniones presenciales sobre temas específicos. Todo ello con el objetivo de hacer visible para la clase obrera y los pueblos de Europa que existe una vía de coordinación comunista europea que mantiene posiciones revolucionarias y que no se somete a los dictados de la UE.
A modo de conclusión, cabe señalar que el PCPE, comprometido firmemente con todos estos marcos de cooperación, no debe perder de vista esas dificultades que enfrentamos todos los partidos comunistas y obreros. Somos conscientes de que los pasos que se han de dar para reforzar la coordinación internacional tienen que ser sobre bases firmes, teniendo en cuenta las posibilidades y las capacidades del resto de participantes, pero sin que ello pueda servir nunca para dar pasos atrás. Estamos ante una oportunidad única de marcar un ritmo y un estilo en el trabajo internacional. El PCPE estará en primera línea con todas aquellas organizaciones que compartan esos objetivos.
Ástor García