El grupo Everest —en las proximidades de la capital leonesa, siendo una de las empresas productivas más importantes en la ciudad de León, con 320 obreros a su cargos— se encuentra entre los 30 con mayor facturación en la provincia de León con 25,3 millones de euros.

Los trabajadores de este grupo se ven atacados constantemente por su patrón, siendo claro ejemplo los cuatro EREs aplicados en los últimos 4 años. El último ERE acabó con el 30% de la plantilla y una reducción de salarios de entre el 3% y el 8%, además de la perdida de otros derechos. La empresa tuvo sus máximos productivos teniendo en la planta más de 500 empleados en la que ya sólo quedan los 320 antes mencionados. La empresa se encuentra a su vez dividida en 3 sub-empresas en las que las condiciones salariales y laborales son diferentes, lo cual se utiliza con el fin de dividir a la plantilla.

Por el momento la plantilla se encuentra unida, la lucha está en auge y la moral no decae. La asamblea de trabajadores actúa como órgano máximo decisorio en la lucha que mantienen los compañeros por el pago de los salarios adeudados y en defensa de todos los puestos de trabajo. Los compañeros tienen muy claro que si no luchan están perdidos y no van a sucumbir ante el ataque patronal, han aprendido la lección de la peor manera posible, cayendo 3 veces en el cuento del “mal menor” y han comprobado que esa no es la solución.

Desde el primer momento el PCPE y los CJC hemos estado a pie de fábrica, realizando mítines express, repartiendo panfletos así como acompañando a estos trabajadores en sus constantes movilizaciones. También hemos utilizado el COP El Candil para realizar una fiesta en la que se recaudaron fondos para su caja de resistencia y ya es habitual ver a los trabajadores de Everest en El Candil, como vínculo de unión del Partido Comunista con los trabajadores en un ambiente más distendido.

Llamamos al conjunto de la clase obrera de este país a solidarizarse con la lucha de los compañeros de Everest, por el pago inmediato de los salarios adeudados y por el mantenimiento de las condiciones de trabajo, contra la guerra general que la burguesía plantea contra nuestra clase, tejamos hilos de solidaridad entre las distintas fábricas y centros de trabajo, hagamos de cada fabrica un centro de poder obrero.

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