Susana Díaz está como unas castañuelas. Las elecciones andaluzas han encumbrado a la dirigente andaluza y la han colocado a la altura de otras célebres mujeres: Juana de Arco, Marie Curie, Evita Perón, Marylin Monroe, Angela Merkel, Anita Obregón... en fin, señoras con poderío que han cambiado el rumbo de la historia.
La verdad es que Susana necesitaba este empujoncito de los votantes andaluces y ahora ya se siente mucho más animosa porque no es lo mismo que Griñán le diga “tú ponte ahí” que un millón y pico de ciudadanos le digan “tú ahí te quedas”.
¡Hombre! menos mal que los andaluces se han enrrollado y han hecho la vista gorda con el tema de los EREs, no se crean que el tema no se presentaba peliagudo, aunque en realidad, tampoco debe ser tan grande el estropicio si entre las personalidades implicadas están Chaves, una ex-ministra y el suegro de Arenas, que son gente de influencia y de prestigio y la gente es muy deslenguada y muy “sagerá”. Los andaluces no quisieron tener en cuenta esas insignificancias porque ¿quién está exento de una “miajita” de corrupción? El que esté sin pecado que tire el primer ladrillazo, así que es natural que depositaran en Susana toda la confianza y ella, que es una trianera con mucho salero y desparpajo y bética manque pierda, declaró: “dejadme sola, voy a gobernar en solitario ¡ea!”
En Ferraz los socialistas celebraron la victoria con 125 kilos de kikos, panchitos y unos cuantas botellas de manzanilla, pero ni los vivas ni los oles levantaron el receloso culo de Pedro Sánchez del sillón porque pudiera ser que la casta Susana con las ínfulas del éxito electoral acaricie la tentación de aspirar a la Moncloa y le ataque una súbita disposición para ir a las primarias y, como está en racha, deje fuera de cacho al Secretario General.
La verdad es que en la última temporada Susana anduvo muy escamada con sus socios de IU que le producían una inestabilidad horrible y entre las nauseas propias de su estado de gravidez, las puyitas que le lanzaba Pedro Sanchez y el atosigamiento de los barones que no hacían más que chinchar, la Presidenta necesitaba un poquito de sosiego y poco barullo, de modo que cortó por lo sano con unos y otros, convocó elecciones sin encomendarse ni a dios ni al diablo y finalmente las cosas le salieron muy requetebién.
Peor lo han tenido sus antiguos socios en la Junta de Andalucía que están que trinan porque los de Podemos les comieron las sopas. Y es que tiene que dar mucha rabia que unos recién llegados te birlen el programa, te manguen 200.000 votos y se cuelen a codazos en el Parlamento andalú.
Lo de IU no fue un tropezón fue un topetazo como pa haberse matao, hasta Julio Anguita que sabe latín, salió del escondite para partirse la camisa apoyando a los suyos pero los andaluces se la tenían jurada a IU por aquello de los pactos y le dieron una patada en la rabadilla y se fueron con los votos a Podemos, que presentaban una candidata muy molona. Podemos, que no se lo ha sudado mucho, le ha metido un meneo a IU que por poco la mandan a freir monas, pero nosotros nos sentimos en el deber de darles ánimos y consolarles en este nuevo berrinche, que no hay que ponerse así, ¡caramba! que cinco escañitos pueden dar muchas alegrías y menos da una piedra.
En las municipales de mayo, os juramos por las barbas de Anguita que estaréis repuestos de este zarandeo y aquí no ha pasao ná, que no hay mal que mil años dure ni cuerpo que lo resista...
Pero a quien queremos dar unas palmaditas en el hombro es a Susana Díaz, desearle una horita corta y que la critaturita traiga unos panecillos debajo del brazo, que será muy probable que los chorizos pueda ponerlos la Junta de Andalucía...
Telva Mieres