Hace 129 años en Chicago comenzó una gran huelga donde el proletariado estadounidense demostró el poderío con el que cuenta la clase obrera. Durante esta movilización se produjeron los asesinatos de 6 huelguistas por parte de la policía pero a pesar de la represión se consiguió el derecho a una jornada de 8 horas aunque aquí en España no se disfrutaría hasta unos cuantos años más tarde tras otra gran huelga.

 

Esta es la razón por la cual se reivindica el Primero de mayo pero demos un salto en el tiempo al 2015. Nos encontramos en un momento histórico donde la tasa de paro juvenil es del 52% según los estudios de la EPA. Esto demuestra cómo de golpeada está la juventud trabajadora en el Estado español. Pero no se queda únicamente ahí, realmente los peores contratos van destinados hacia la juventud, así el año pasado hubo un aumento del 55% de los contratos de prácticas y hay que sumar que únicamente el 20% de aquellos jóvenes con contratos de prácticas acaban  trabajando. Con todo este panorama muchos jóvenes creen que acceder a estudios universitarios les dará una salida laboral pero muy al contrario el 54% de los trabajadores menores de 30 años está sobrecualificado, otro dato más para demostrar cómo la patronal se aprovecha de la juventud.

Por lo expuesto anteriormente este Primero de mayo se tiene que trasladar no solo como una conmemoración de los heroicos proletarios estadounidenses de hace 129 años sino también para que prosigamos con su lucha. Para demostrar que aquellos seis huelguistas que dieron su vida por su clase no lo dieron en balde.

En el 2015 la clase obrera, y más concretamente la juventud obrera como uno de los sectores más golpeados, tiene que contemplar el éxito que fue ese Primero de mayo y comprender que solo se consiguió a partir de la constante lucha que ofreció la clase obrera estadounidense.

Aunque en nuestro tiempo el panorama parezca desolador, la clase obrera y la juventud trabajadora sí que tenemos futuro pero ese futuro no se construirá bajo unos cimientos capitalistas que, como se ha demostrado anteriormente, únicamente traen miseria y paro. En el Estado español; donde las cotas de afiliación son de las más bajas de Europa, donde hay un número de paro entre la juventud más alto, donde los empleos precarios son la alternativa al paro para la juventud, donde otra alternativa es la emigración a otros países para buscar empleo y donde encontramos un largo etcétera; es donde se debe trasladar con más ahínco esta idea de que únicamente la lucha organizada nos da futuro.  Hay que entender que únicamente la lucha que se da a través de la organización nos proporcionará la toma del cielo por asalto.

Con lo expuesto anteriormente un joven obrero puede pensar ¿Y dónde organizarse? La única respuesta revolucionaria a esta pregunta es la organización en la Juventud Comunista, los CJC, que bajo la dirección del Partido Comunista abona día tras día el campo de la revolución para que en un futuro se recojan los frutos. Únicamente la organización que proporciona el Partido Comunista y la Juventud Comunista da un porvenir a todos aquellos jóvenes trabajadores que vamos a sufrir todas las pérdidas de derechos que nuestros abuelos y padres consiguieron a cambio de lucha, sudor e incluso sangre.

L Miguel Sánchez

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