Los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país afrontan durante 2015 toda una serie de procesos electorales. En lo concreto, el 24 de mayo se elige a los concejales y concejalas que ocuparán los asientos de los más de 8.000 municipios españoles y a los diputados y diputadas en los parlamentos de varias Comunidades Autónomas.

 

El Partido Comunista de los Pueblos de España concurre a estas elecciones con el objetivo fundamental de ser la voz de la clase obrera y del pueblo trabajador en su conjunto, en un momento en que, a pesar de los discursos oficiales, la mayoría trabajadora sigue estando en una grave situación que es fruto de la profunda crisis que ha golpeado al sistema capitalista y de las distintas formas de gestión de las consecuencias de esa crisis.

Los y las comunistas del PCPE queremos estar presentes en las elecciones para realizar un planteamiento claro y honesto sobre las razones que nos han llevado a la actual situación y para plantear alternativas radicales, desde la raíz, a los problemas que enfrentan la clase obrera y el pueblo trabajador. Tales problemas no se solucionarán en tanto no se supere el modelo de desarrollo económico y social que los ha generado: el capitalismo.

¿Qué se puede hacer desde los ayuntamientos y los parlamentos autonómicos? ¿Se puede resolver la crisis con la gestión municipal? ¿Se puede poner fin al expolio a la riqueza social desde un parlamento autonómico? La respuesta debe ser clara y concisa: NO.

Las soluciones a la situación de emergencia social que vive gran parte del pueblo trabajador no pasan por la aplicación de mayorías parlamentarias que se encarguen de gestionar, de manera más o menos benévola para la mayoría, las consecuencias de una crisis que ha puesto en evidencia las enormes limitaciones que tiene el modelo capitalista. Los municipios y las Comunidades Autónomas, en mayor o menor medida, tienen capacidades limitadas para poder tomar medidas realmente transformadoras, medidas que alteren el actual estado de cosas y que avancen hacia un modelo radicalmente distinto, donde los intereses de la mayoría trabajadora sean el paradigma.

Pero, al mismo tiempo, los ayuntamientos y los parlamentos autonómicos son magníficos altavoces para la difusión de las luchas obreras y populares que día tras día se desarrollan en nuestros pueblos, barrios y ciudades.

Cuando un gobierno, municipal o autonómico, decide cerrar un centro de salud o donar terrenos para la construcción de un centro educativo privado, no será el número de concejales el que pueda dar marcha atrás a esas medidas, sino el conjunto del pueblo trabajador organizado, peleando y expresando cuáles son las motivaciones que permiten que un gobierno lleve a cabo tal acción, denunciando qué leyes y qué normas la permiten o la alientan.

El PCPE, ante esta situación, propone una serie de medidas, agrupadas en torno a varios ejes fundamentales, que van encaminadas a dos grandes objetivos:

1) El PCPE quiere articular, mediante su programa electoral, un programa básico en torno al cual generar dinámicas de organización obrera y popular, encaminadas a la estructuración de una fuerte y amplia alianza social entre todos aquellos sectores sociales afectados por el desarrollo capitalista e interesados en construir una alternativa al mismo, desde las luchas concretas.

2) El PCPE quiere expresar, ante la mayoría obrera y popular, mediante la explicación de las principales medidas de su programa, las limitaciones que vienen impuestas por el sistema en que vivimos. Ninguna de las propuestas incluidas en este programa está fuera de la realidad, pero sí van más allá de lo que están dispuestos a ofrecer los gestores del capitalismo.

El PCPE hace propuestas que pueden parecer inasumibles por los capitalistas y quienes defienden este sistema que genera paro y exclusión, pero que son plenamente aplicables si la riqueza social pertenece a quien la genera: a los trabajadores y trabajadoras.

El PCPE lucha por un modelo económico y social completamente distinto al actual. Luchamos por el Socialismo y el Comunismo. Luchamos por una sociedad en la que quien produce, decide, y en la que la satisfacción de las necesidades de la mayoría es la guía de la economía y de la política.

Con nuestras propuestas programáticas, planteamos un marco de discusión al movimiento obrero y popular, organizado o no, y al mismo tiempo señalamos unas directrices a partir de las cuales desarrollar en las instituciones un permanente trabajo de denuncia, seguimiento y control de las acciones de quienes gobiernan para la clase dirigente, al mismo tiempo que planteamos que una sociedad mejor es posible, pero sólo si rompemos con el capitalismo y construimos el socialismo. Y ello sólo se conseguirá mediante la lucha: en los centros de trabajo, en los centros de estudio, en las calles y también allí donde se exprese, mediante decisiones políticas, la enorme injusticia de un sistema basado en el robo al pueblo trabajador en su conjunto.

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