La apuesta clara del Ministerio de Fomento del Gobierno del PP y también del anterior Gobierno del PSOE ha sido y es desmantelar las líneas de cercanías que vertebran el territorio y apostar por la conexión entre grandes ciudades a través de la alta velocidad.
Con esta idea, el pasado 27 de junio el Consejo de Administración de RENFE aprobó el plan de Fomento que supone un recorte en los servicios de media distancia que se implantará en varias fases, definiendo también el nivel de aprovechamiento para ser declarado como servicio público. El objetivo no es otro que eliminar los servicios que, según “su estudio”, son más deficitarios por su coste de mantenimiento y por la poca afluencia de viajeros.
Nuevamente se trata de desmantelar los servicios públicos en beneficio de la rentabilidad económica. En este caso, dejando incomunicadas a muchas poblaciones que no tienen otra alternativa que el tren, ya que poco a poco se suprimieron las líneas de autobús.
El Gobierno sólo centra sus inversiones en las infraestructuras del AVE, no en la vía convencional. Por donde pasa el AVE, no pasan los cercanías, dejando incomunicados a los pueblos sólo para que se comuniquen algunas ciudades.
El ferrocarril en España cuenta con el menor número de trabajadores por habitante de Europa, con el menor número de trabajadores por kilómetro, pero con una alta productividad, y el futuro no puede basarse sólo y exclusivamente en la venta o externalización de los servicios. Sin duda el lobby monopolístico del transporte por carretera (ALSA, MONBUS...) será uno de los grandes beneficiarios de este proceso liquidador del transporte ferroviario de pequeña y media distancia.
La intención del Ministerio de Fomento, que posiblemente sea ratificada en el mes de julio, pretende crear 4 sociedades anónimas en RENFE (viajeros, mercancías, fabricación y mantenimiento y alquiler-venta material), dividir ADIF en dos empresas una para Alta Velocidad y otra para Vía Convencional, así como privatizar 72 aparcamientos en 51 estaciones. El objetivo: ingresar dinero a corto plazo dejando al ferrocarril al amparo exclusivamente de la rentabilidad económica y no social.
El Partido Comunista de los Pueblos de España apuesta por la comunicación en ferrocarril por su alta rentabilidad social, pero apostamos sin duda por la comunicación entre las poblaciones con mejores frecuencias. El coste de la remodelación de la red ferroviaria es infinitamente más económico que la apuesta por las grandes velocidades que sólo benefician a las empresas constructoras y a los comisionistas.
La apuesta del PCPE es por la nacionalización de los transportes públicos como sector estratégico, por la no segregación de RENFE y por la no privatización de sectores rentables de ADIF con el único fin de hacer caja inmediatamente, renunciando a la financiación futura, ya que la privatización del transporte ferroviario pone en manos de monopolios privados dicho sector y transforma un servicio público necesario en un negocio y un espacio de acumulación de capital.
EL PCPE apoya y apoyará cualquier movilización de las y los trabajadores ferroviarios en defensa de sus condiciones laborales, contra los despidos y agravamiento de la precariedad laboral que serán la consecuencia del proceso privatizador, en defensa del Ferrocarril público y en contra de la liberalización y privatización de los servicios, así como en defensa de los trabajadores/as usuari@s que sufrirán el encarecimiento del servicio y su deterioro en materia de calidad, puntualidad y seguridad.
¡LO PUBLICO SE DEFIENDE CON LA LUCHA, LO PUBLICO NO SE VENDE!
¡POR UN TRANSPORTE PUBLICO AL SERVICIO DE LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO!