El voto al PCPE fortalece a la clase obrera desde el mismo momento en que ésta decide dar su apoyo a nuestra opción en las urnas.

Al día siguiente de las elecciones la cantidad de votos que obtengan nuestras candidaturas determina directamente la situación de las luchas obreras. Mientras más votos obtienen las candidaturas  del PCPE, más fuerte estará la clase obrera para enfrentar la dominación del capital.

 

El enemigo de clase es consciente de que el despertar de la conciencia de la clase obrera es el factor que más influye en la correlación de fuerzas entre capital y trabajo. El aumento de votos al Partido Comunista es directamente proporcional a ese despertar de la conciencia de lucha irrenunciable por la emancipación.

Quienes, en esta ocasión especialmente, optan por el voto al PCPE demuestran un alto grado de independencia de su pensamiento. Porque no se dejan seducir por los cantos de sirena de las distintas socialdemocracias, ni consideran un avance para sus intereses la instalación de las opciones reformistas y oportunistas en el poder.

El avance electoral de la nueva, o de la vieja, socialdemocracia, y su posible entrada en el gobierno, no significa una situación mejor para la clase obrera. El capital recibirá un balón de oxígeno si el próximo gobierno está formado por las organizaciones que más capacidad tienen para engañar a la clase obrera, y distraerla del camino revolucionario hacia su emancipación.

En estos últimos años la operación política fraguada en torno a la nueva socialdemocracia de Podemos (electoralmente IU-Podemos) ha conseguido amortiguar la lucha de clases, y garantizar al capital un ambiente caracterizado por la paz social. Se pasó, con ello, de las convocatorias de sucesivas huelgas generales en todo el Estado a arrinconar esta herramienta de lucha fundamental de la clase obrera, en favor de las marchas y de las mareas. Convocatorias claramente interclasistas, hegemonizadas por la pequeña burguesía, y situadas dentro de la aceptación de los límites del capitalismo.

El agotamiento, y el descrédito, del bipartidismo plantearon a la burguesía la necesidad de buscar con urgencia un artificio nuevo para tratar de mantener la legitimación de su injusto y violento sistema social. PP y PSOE habían agotado un ciclo, y la burguesía necesitaba un nuevo Consejo de Administración en la Moncloa, más creíble, para la gestión de sus intereses. Los candidatos y candidatas rápidamente formaron cola, y la burguesía eligió a quién consideró con más capacidad de engaño: Pablo Iglesias.

Este 26J la clase obrera tiene la oportunidad de visibilizar la existencia de un sector más avanzado de las trabajadoras y de los trabajadores que, apoyando con su voto al Partido Comunista de los Pueblos de España, deposita la confianza en el camino del avance organizado hacia el poder obrero y la revolución socialista. Mientras más importante sea dicho sector, más fuerte estará la clase obrera al día siguiente para organizar el contraataque en la guerra general que la burguesía le declaró desde el mismo inicio del estallido de la actual crisis capitalista de sobreacumulación.

El trabajo realizado por las organizaciones del PCPE en esta campaña electoral ha sido de gran importancia en este camino. Un discurso claro y directo ha llegado a la clase obrera, en cientos de centros de trabajo y barrios populares, sin ningún tipo de autocensuras o de concesiones con el prepotente discurso hegemónico del capital.

A pesar de los intentos de silenciar nuestras propuestas políticas por la institucionalidad burguesa, por las Juntas Electorales o por los grandes medios de manipulación de masas, el PCPE ha roto el cerco y ha llegado al pueblo con sus propios medios, con su compromiso militante y con sus técnicas de agitación de masas. En uno de esos barrios, donde el Partido celebró uno de sus mítines, días después uno de los vecinos decía con gran orgullo: “Es la primera vez que se canta la Internacional en nuestro barrio, y eso es muy importante”. Ese es el objetivo de nuestro trabajo electoral, cambiar la subjetividad de la clase y avanzar en la fusión del Partido con las masas, como concluyó nuestro X Congreso.

Por ello el PCPE pide el voto a la clase obrera para este 26J, para ser más fuertes, para avanzar en la lucha por emancipación de la dominación capitalista, y para caminar hacia la revolución socialista en toda España.

Carmelo Suárez. Secretario General del PCPE

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