Hace cuarenta años el tránsito entre las dos formas de la dictadura del capital en España –de la dictadura militar fascista a la monarquía parlamentaria- se saldó con nuevos asesinatos de hijos e hijas de la clase obrera en la guerra constante de la burguesía contra el proletariado.

Los Pactos de la Transición, una vez más, entregaron las luchas heroicas de la clase obrera al enemigo de clase, y las condenaron al silencio para hacer posible la gran traición de la Transición política de la mano de Santiago Carrillo.

Nunca será el silencio la respuesta de la clase obrera. La huelga general, y el contraataque a la ofensiva, son las herramientas de lucha revolucionaria frente a los ataques del capital, siempre.

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