El 13 de Mayo comenzaba una nueva etapa para la Juventud del PCPE en el estado español. Tras meses de batalla contra las desviaciones ideológicas del Consejo Central de los CJC, el proceso fraccionario explotaba asestando un duro golpe contra la juventud leal al PCPE. Es entonces cuando se comienza a organizar un plenario estatal, con la militancia que ha sido firme ante esos postulados que ya rozan la socialdemocracia. Una militancia que ha sufrido durante mucho tiempo los boicots y el autoritarismo de un CC que se proclamaba por encima de las y los demás por el mero hecho de ser el comité superior.

Sin embargo, esto no sirvió para aplacar a la militancia comunista. El 13 de Mayo se convoca un plenario del que se elige un Comité Estatal de Dirección, nomenclatura en honor al que hubo durante el proceso fraccionario de 1993. Es aquí donde la militancia decide renombrarse como Juventud – PCPE, para evitar la relación con el discurso diluido y su identificación en las siglas de CJC, a pesar de la pérdida de una nomenclatura histórica de 30 años de trabajo comunista. Hoy por hoy consideramos más importante que la juventud obrera tenga claro la diferenciación entre quién es la juventud del PCPE y quién se hace llamar como tal con unas siglas que pertenecen a la historia comunista, echándola totalmente por la borda. Lo esencial no es el nombre, sino los principios, y no podemos permitirnos que la clase obrera dude de un mensaje de lucha clasista por aferrarnos a unas siglas. Nuestra lucha no es esta.

En este plenario la militancia sale totalmente reforzada para construir, desde la base, una juventud comunista capaz de responder a las peticiones de la clase obrera juvenil de este país sin discursos ambiguos o rebajados. Una militancia comunista basada en el trabajo, la cultura del esfuerzo y una perspectiva clasista intocable, donde lo esencial sea unas bases fuertes que sepan trabajar las masas y los frentes de clase obrera, sabiendo analizar el contexto político para actuar y organizar a la juventud en sus frentes naturales, y yendo más allá en aquellos frentes que hasta ahora se dejaban de lado como si de una cuestión secundaria se tratase, como el Movimiento Obrero Sindical, donde se olvidaba que acabaría toda la juventud obrera, por mucho que no fuera el frente inmediato, el caso de Mujer Nueva, donde el feminismo brillaba por su ausencia, o el Movimiento Estudiantil reducido al ámbito universitario, como si allí se centrara la juventud obrera.

El Comité Estatal de Dirección elegido, formado por 9 camaradas, ya ha comenzado a trabajar para reestructurar política y organizativamente a la militancia del estado. Sobre los pilares del trabajo militante y la formación, el crecimiento de la estructura a todos los niveles es un paso natural, y no solo de forma cuantitativa, sino sobre todo de forma cualitativa. La tarea esencial del CED es crear una dinámica de trabajo propia de la Juventud del PCPE, con camaradas que siempre estén en un frente y sabiendo articular su discurso como militante comunista interviniendo en el mismo. Solo con el ejemplo del trabajo se consigue concienciar a las masas y hacerles llegar un discurso, y esa es la base sobre la que se debe trabajar. No somos la organización de miles de jóvenes, somos la organización de la juventud obrera y esto no es una cuestión de cantidad, sino de calidad militante.

El CED seguirá trabajando para asentar la estructura organizativa en el Estado Español y desarrollar a la militancia políticamente, bajo la imagen a todos los niveles de J-PCPE, puesto que lo que nos caracteriza no son unas siglas, sino la aplicación práctica de los principios del Marxismo- Leninismo que hoy se encarnan en el PCPE.

Secretariado Político
Comité Estatal de Dirección

 

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