Este verano la Juventud Comunista vuelve a la carga después de un curso intenso tanto a nivel interno donde hemos sufrido ciertos contratiempos derivados de la situación fraccional dada en el Partido, como a nivel externo con dos huelgas estudiantiles donde los y las Jóvenes Comunistas hemos estado en primera línea de combate.
Y no vuelve de cualquier forma, sino recuperando el discurso que los y las jóvenes comunistas nunca debimos perder, diciendo claro a nuestros compañeros y compañeras de trabajo, a nuestros vecinos y vecinas del barrio… que no hay salida en el capitalismo, que no hay otra alternativa que no sea organizarse y luchar por nuestros derechos.
Hemos vuelto para decir claro también que estamos hartos de falsas ilusiones, tanto de la nueva o vieja socialdemocracia que ha demostrado en estos dos años que solo es una cara más del sistema capitalista que nos oprime, como de aquellos oportunistas charlatanes que tratan de edulcorar nuestra lucha bajo consignas ambiguas y alejadas de nuestra clase.
Y es que la situación no es para menos, ante datos tan alarmantes como un 40% de paro, y un 60% con empleos de mierda donde los jóvenes somos usados como mano de obra barata, cuando no casi esclava, a cambio de un salario que en muchos casos no llega a superar el Salario Mínimo Interprofesional, ante miembros del Gobierno de la burguesía que nos dicen que nos aventuremos a irnos al extranjero (a estos les invitaría yo también a un bonito viaje a Siberia solo de ida), ante unos empleos basados en la temporalidad y la incertidumbre, agravadas en las mujeres a las cuales se les atribuye la responsabilidad de deber conciliar vida laboral y familiar, ante contratos de formación por los cuales cobramos entre un 40% y un 20% menos incluso del salario mínimo fijado por convenio, contratos temporales que por otro lado se van encadenando hasta el punto que todos conoceremos a alguien o tendremos algún amigo al que tras tantas prácticas poniendo copas le podrían dar un master por ello.
Por todo esto la juventud obrera debemos volver a la ofensiva, especialmente las mujeres, las cuales sufren la brecha salarial que ha aumentado a un 24% de diferencia entre el sueldo de un hombre y una mujer, el ser usadas como reclamo sexual en los empleos de cara el público, el que muchas deban recurrir a una práctica esclavista como es la prostitución, el ser asesinadas por sus parejas, el acoso sexual por parte de jefes que se creen por encima del bien y del mal, y muy pronto posiblemente el tener que gestar un bebé para una familia rica siendo usada como máquina para parir, con todo esto vemos como el capitalismo ha llegado a mercantilizar hasta el último milímetro del cuerpo de la mujer y ante esto es necesario recuperar la senda del feminismo de clase, recordando que quien es feminista y no es de comunista, carece de estrategia ya que si bien el socialismo no producirá automáticamente la liberación de la mujer obrera es el único sistema que sienta las bases para ella, pero también que quien se denomina comunista y no es feminista, carece de profundidad ya que obvia en sus análisis la situación de la mitad de la clase obrera, de la mitad más oprimida, explotada y atacada por la alianza del patriarcado y el capitalismo.
Por todo ello este verano la Juventud del PCPE diremos claro que Si hay futuro para la juventud, y que este no es otro que organizarnos y luchar contra el sistema que nos oprime.
Karaka