El Partido no descansa, la lucha no termina y la actividad no cesa. Estas son máximas con las que siempre vamos a contar en todos los frentes y en todos los momentos.

La diferencia sustancial de la organización leninista con respecto a las organizaciones burguesas, además, como es natural, del proyecto político antagónico que ambos representan, radica en la relación que el partido mantiene con las masas, no en abstracto, sino en el corazón mismo de su desarrollo, de sus condiciones y contradicciones, de su modo de pensar y de su modo de sentir, en lo que se les priva y se les impone, y sobre todo en su eterna e inagotable fuerza que no es otra cosa que la semilla misma de la historia, porque es la vida de las masas la que hace la historia. La organización leninista, el partido de nuevo tipo, nació para ser la expresión consciente de la vida de las masas, se trata de la organización que organiza las masas. Así, frente a la oligarquía y sus organizaciones políticas burguesas en las que las masas, categorizadas como ciudadanía, de lo único que son protagonistas es de una gran farsa cuyo objetivo es garantizar su propia explotación y opresión, frente a la política del capital en la que tras la retórica de la democracia burguesa las masas no son más que espectadoras sin ningún poder, obligadas a jugar un papel, no ya subalterno, sino directamente de mercancía, de objeto, en la organización leninista las masas al organizarse por su liberación se elevan a la categoría sujeto.

Y si la organización leninista es la organización de las masas obreras y oprimidas, el Congreso del Partido Comunista adquiere entonces una relevancia crucial, ya que no solo es lo que nos dirige a los y las comunistas, no solo es un hito en la vida del partido, no solo es el momento en el que toda la militancia plantea nuevas condiciones y nuevas contradicciones, nuevos retos y objetivos, analiza lo hecho y lo que está por hacer, cierra etapas y abre camino en la lucha de la humanidad por su emancipación. Además de todo eso, el Congreso se convierte para las masas en la máxima expresión de su nivel de consciencia y de autonomía sobre su propio destino.

La vida del Partido en este proceso que ahora comenzamos será en consecuencia la preparación y desarrollo de nuestro Congreso, que no es un evento exclusivo de quienes conformamos el PCPE sino que lo es, por su propia condición y naturaleza, de toda la clase obrera y del actual momento histórico. Y este camino que comenzamos debe ser enriquecido con las aportaciones de la clase obrera y los sectores populares. Se trata, a fin de cuentas, de la preparación de la ofensiva contra la barbarie capitalista que hoy alcanza un grado de agresividad y violencia extremo proporcional a su grado de descomposición. Es por eso que el Congreso es tan nuestro como de las masas organizadas para su emancipación. La fuerza de nuestra organización es precisamente la organización de la fuerza de las masas. Esta es la vida del Partido, que como organización consciente de la clase obrera se desarrolla en cada uno de los frentes y luchas que la clase obrera y las masas populares viven cotidianamente.

¡TÚ LUCHA DECIDE!

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