Con el alma en un puño, todas las noches echamos un padrenuestro porque la posibilidad de una nueva convocatoria electoral nos tiene sin resuello.
¿Quién nos iba a decir que tras unos resultados tan favorables para el PSOE, la cosa se enconaría de una manera tan atosigante y que entraríamos en este estado de angustia viendo que el affaire no va ni “palante” ni “patrás”?
Pedro & Pablo, se han empeñado en formar un gobierno de izquierdas y están metidos en un atolladero que no hay Cristo que los desembarranque. Pero... ¿quién les ha pedido hacer semejante cosa? ¿qué necesidad? ¿Qué maléfica fuerza les empuja a constituir un gobierno de izquierdas?
¿Han reclamado Telefónica, el Santander, Inditex, Endesa o el Corte Inglés un gobierno de izquierdas? A ver, estas desinteresadas Compañías les habrán instado a que se consagren ustedes a formar gobierno pero.... ¿de izquierdas? Entonces, ¿por qué demonios les ha atacado ese ímpetu incendiario para que nosotros tengamos luego que apagar el fuego...?
Nos hemos metido entre pecho y espalda sesiones parlamentarias, rebuscamos en los periódicos digitales y en los otros con ojos fisgones, preguntamos a socialistas de base y de altura si esa ofuscación era infusa o sobrevenida, husmeamos en el círculo de Echenique buscando algún indicio que lo incrimine, hemos llegado al chalé de Galapagar y registramos hasta las macetas buscando una luz espectral que nos ilumine, nos hemos roto la cornamenta convencidos de que tendría que haber gato encerrao...y nada, no hemos logrado averiguar de dónde emana esa venenosa obcecación de formar un gobierno de izquierdas.
Afortunadamente, Pedro tuvo una visión fugaz y con gesticulantes palabras habló. Sin que sirva de precedente, coincidimos con él; “no se dan las bases mínimas”. No se dan las bases mínimas y punto y sanseacabó. Pero, para ese viaje no hacía falta estar en funciones, Pedro del alma... Eso lo venimos diciendo nosotros todos los días del año y a nosotros nadie nos echa cuenta.
Y ahora ¿a quién culpamos, si a la postre nos tuviéramos que ver en la farragosa encrucijada de volver a elegir quien gobierne nuestras vidas?, ¿quién va a recompensarnos si otra vez nos viéramos surcando colegios electorales como almas en pena?
Buscábamos sentido de la responsabilidad pero ahora suplicamos sentido de la culpabilidad.
¡Ya está! Después de tanta pesquisa, hemos averiguado dónde está el corpus delictis.... ¡Pedro es el culpable!
Si no se dan las bases mínimas, ¿por qué no nos han ahorrado este sin-vivir?
¿Ustedes creen que es medio normal que en dos meses no haya tenido una llamada, ni un whatsapp, ni un nada de nada, para preguntarle a Pablo cómo iba llevando el veranito?
¿Ustedes creen que no haya habido ni un ofrecimiento para la confluencia, para la coalición, para la estabilidad, para la confianza, para el apoyo parlamentario, para el pacto, ¡coño!, aunque sólo fuera para dar sosiego a los portaestandartes del capitalismo patrio? ¡Hombre, no!
Pues, ya les avisamos, si esto no va a tener un final romántico y en noviembre nos llevan ustedes a las urnas, nosotros somos parcos en palabras y poco amigos de cosas estrafalarias pero nos cogemos el pendengue, pedimos salida al mar desde Segovia y, tico taco tico taco, Pirineos arriba, les organizamos un cagatorio en la leche que mamaron que van a saber ustedes como se las gastan los parias y oprimidos de la tierra....
Telva Mieres