El capital continúa con sus ajustes en materia laboral con la intención de recuperar unos beneficios brutos y netos que satisfagan su insaciable voracidad.

Con la aprobación por parte de los gobiernos del PP-PSOE, al servicio éstos del capital, de las diferentes leyes laborales con las cuales se daba carta blanca a la patronal en materia de contratación y despido, al tiempo que aprobaban leyes de carácter intimidatorio y represor, con el objetivo de impedir que la clase obrera ejerciera sus derechos a la protesta y desobediencia.

Tras la aprobación de las leyes laborales y la ley mordaza, la patronal ya disponía de las herramientas adecuadas para poder seguir diseñando sus planes económicos en los que para nada tiene cabida cualquier petición o reivindicación de la clase obrera.

Son estas leyes las que posibilitan el que los contratos que hoy se pactan entre el obrero y patronal no garanticen un trabajo más allá de unos pocos meses con salarios que jamás superan los 1000 €, salarios con los que la clase obrera no garantiza el cubrir las necesidades vitales.

Hoy la patronal de carácter nacional o multinacional dispone de leyes que les facilita el poder reducir e incluso la extinción de las plantillas a través de ERE.  Despidos colectivos fundamentados en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Suspensión o extinción de la relación laboral por fuerza mayor. Los fundamentos de este procedimiento están orientados a que el empresario o multinacional puedan equilibrar su tasa de ganancias y beneficios despidiendo o liquidando la empresa, todo ello con un coste irrisorio para ellos.

En este 2019 las grandes multinacionales presentes en el estado español ¨haciendo uso de esta maravillosa herramienta el ERE¨ despiden a cientos de miles de obreras y obreros.

El cálculo asciende a más de 16.000, pero esta cifra facilitada por organismos competentes del estado es engañosa ya que en esta solo se recogen los ERE presentados por grandes compañías, no aparecen multitud de medianas empresas que están o han protagonizado una regulación o extinción de empleo.

En los contenidos jurídicos de este procedimiento se establecen una serie de regulaciones recogidas en el art 51 del estatuto de los trabajadores, que por más que se les dé vueltas, para nada sirven en la defensa de las/os trabajadoras/es . Solo la unidad de clase en defensa de los intereses en común a través de la movilización puede poner freno al despido o recorte salarial.

Los comunistas debemos hacer frente a la penetración de la ideología y práctica revisionista y oportunista en el seno de las organizaciones de la clase obrera. No podemos permitir que en el seno de las organizaciones sindicales hoy se estén justificando perversamente los despidos a través del ERE; fuerzas sindicales ¨sus cúpulas¨ principalmente CC.OO y UGT, aunque no son las únicas, están siendo beneficiarias económicamente por la aplicación del ERE.

Esta y otras situaciones económico-laborales son las que padecemos la clase obrera. Para hacer frente al Capital es necesario que la genuina organización obrera sea recuperada, esta sin el abandono de las reivindicaciones que satisfagan las necesidades inmediatas particulares y colectivas del conjunto de la clase obrera y capas populares, debe tener como principal objetivo la derrotar del sistema capitalista. Sistema que no solo nos niega el derecho y obligación del trabajo privándonos así de los recursos elementales que puedan cubrir nuestras necesidades vitales, sino que además el Capitalismo en su lógica inherente, con su cultura depredadora, está encaminando a la humanidad a su desaparición como especie.

Mañana quizás ya sea tarde para frenar al criminal sistema imperialista, hoy las y los trabajadoras/es debemos organizarnos en un amplio frente obrero y popular que posibilite la derrota del capitalismo y dé como fruto la sociedad dirigida por las obreras y obreros.

Juan J. Sánchez

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