Utilizando la expresión coloquial con la que la cultura patriarcal denomina a los “buenos” matrimonios, podemos decir que este partido es un buen partido, o incluso extremando aún más los dobles sentidos que enriquecen la lengua, podemos decir que este partido no está partido. Es muy sencillo, una organización tan limitada que asume sin miedo su papel histórico como herramienta revolucionaria es sin lugar a dudas una unión prometedora. Cuando el Comité Central asumió la responsabilidad de visitar cada una de nuestras organizaciones territoriales con el fin de trabajar el XI Congreso 2020, no iniciaba una tarea meramente informativa sino la labor de de ir avanzando lo que debe ser asumido como el principal acontecimiento político inmediato de nuestro partido, planteando la cuestión fundamental, ¿estamos preparados para asumir nuestro papel revolucionario?.
La concepción leninista del partido nuevo es la herramienta revolucionaria capaz de politizar la subjetividad de las masas porque supera toda concepción orgánica burguesa, y desarrolla una organización basada en la perfecta cohesión entre células que concretan la lucha política de las masas con su aparato central. Y es por eso que las visitas del Comité Central a los territorios representan unidad y promesa revolucionaria.
Eduardo Vecino