¿Salud laboral? Una quimera en el capitalismo. Los datos concretos de la empresa serán puestos a disposición de la autoridad laboral.
Trabajadores/as de una empresa, del sector del Call Center que trabaja principalmente para Orange, en el Polígono Ind. Cabezo Cortao (Murcia), con más de 2.000 trabajadoras/es, contactaron el lunes 16 de marzo con la Redacción de Unidad y Lucha para denunciar las actuales condiciones de trabajo tras el decreto de alerta del gobierno, ante la irresponsabilidad e incumplimiento de la empresa en la gestión de las medidas preventivas de la plantilla.
Las escasas medidas preventivas adoptadas, como la entrada escalonada en el centro de trabajo cada diez minutos y la limpieza con alcohol del puesto de trabajo por parte de los propios trabajadoras/es, son sobradamente insuficientes para garantizar la salud de la plantilla.
Denuncian que mientras la empresa no proporciona ni mascarillas ni guantes, ni ningún tipo de protección individual (EPI), están obligados a compartir casco el personal del turno de mañana con el de tarde (micrófono y aurículares), les obligan a estar a menos de 50cm de separación entre cada trabajador/a, no les dejan salir fuera del edificio en los descansos, solo pueden moverse para ir al baño (donde se forman colas y retenciones sin control alguno), y no pueden comer durante las seis horas y media que deben estar en el puesto.
Mientras tanto, como medidas preventivas a los y las trabajadoras de la plantilla que han estado en Madrid días atrás, se les obliga a coger vacaciones, días de permiso o permiso sin sueldo, nada de acogerse a situación de IT especial (baja laboral) aprobada para los casos preventivos de coronavirus.
La indefensión laboral que padecen, se suma a que los supuestos representantes de los trabajadores son los supervisores intermedios, que en ningún momento han cuestionado estas medidas y que se limitan a facilitar su ejecución.
Informan de que una trabajadora de la empresa que tiene síntomas ya ha sido enviada a casa por riesgo de estar infectada, y que a los últimos trabajadores a los que se les ha ofrecido la modalidad de tele-trabajo, se les ha dicho que deben comprarse sus propios cascos para trabajar (micrófono y aurículares) por si finalmente se les concediera esta modalidad.
Desde la Redacción de UyL denunciamos las condiciones de trabajo a las que se está sometiendo a la clase trabajadora, que está sufriendo la indefensión y el riesgo de su salud y la de sus familias, para mantener las ganancias de la patronal en España, y que tiene al actual gobierno como responsable directo. Parece que las medidas de control y restricción aprobadas son para el pueblo trabajador, no van con los patronos. Las multas son por salir de casa, pero en el trabajo nos pueden seguir exponiendo a la muerte impunemente.
Exigimos el cierre inmediato del centro por no ser un servicio esencial y haber posibles casos positivos en el centro de trabajo.
Llamamos a la clase trabajadora a organizarse, a seguir denunciando todos aquellos casos de indefensión a lo largo de todo el estado, a exigir ante el gobierno y sus patrones el paro y cierre de sus centros de trabajo en aquellos lugares no esenciales donde exista un riesgo para la salud de la clase obrera, con garantía de todos los derechos laborales y salariales.
Redacción UyL