En esta situación de alarma general, debido a la propagación y contagio del Covid-19, las reacciones y medidas por parte de las empresas industriales y de comercio de la oligarquía y de la mediana burguesía han sido muy variadas.

En las primeras horas, unas muy pocas o ningunas de esta tomaron las medidas de higiene-sanitarias de seguridad necesarias para que ningún/a de los/as obreras/os se pudiera contagiar.

Pasadas las primeras horas de la alarma general impuesta por el gobierno central (un 155 con más grado de represión, dirigida esta principalmente a la población más vulnerable) el panorama para las obreras y obreros era demencial. Ante esta situación, las principales medidas empresariales han sido iniciar un masivo proceso de regulación de empleo a través de la puesta en marcha de cientos de ERTEs, y amenazando con el uso de los EREs: despido masivo de obreras y obreros sin ninguna garantía social y nula protección del estado. No podía ser de otra manera, el capital aprovecha la mínima coyuntura de crisis para llevar a cabo todo un reajuste del mercado laboral a través del cual intentará extraer algún beneficio más.

Ante esta situación en la que la patronal (con el consentimiento del gobierno gestor de sus intereses) nada estaba dispuesta a hacer por la seguridad de los obreros, han sido parte de estos, demostrando una alta conciencia de clase, los que han desarrollado las iniciativas reivindicativas que en algunos casos han conseguido que todos los protocolos de seguridad e higiene en el trabajo se hayan tenido que activar y, donde esto no ha sido posible de conseguir declarándose en huelga con la consiguiente parada de actividad fabril.

Estos escenarios han podido llevarse a cabo en los centros de trabajo donde la organización obrera tiene un alto nivel organizativo. Un ejemplo muy significativo de esto se da en el sector del manipulado de hortalizas de Almería. En la empresa Mugiverde en la que hay un comité de empresa compuesto por compañeras con un alto sentido de la responsabilidad de clase, este Comité desde el minuto cero dispuso que se debía activar los protocolos de seguridad e higiene, y en las siguientes horas fueron activándose todos estos. En otra situación muy diferente se encuentra a estas horas parte de las restantes empresas del manipulado, en algunas incluso no se han dispuesto ni de mascarillas.

Más conocidos por su divulgación son los casos de la factoría de automoción, aeronáuticos y electrodomésticos que ante la negativa de la patronal de activar los protocolos de seguridad e higiene, los comités de empresas y en otros casos obreros en asambleas espontáneas, decidieron parar la producción.

Estos y otros ejemplos que se irán produciendo en las próximas horas, en las que se irán denunciado y conociendo el grado de opresión que la patronal está manifestando, intentando que empleadas/os no puedan ejercer el derecho a la protección de su salud y vida, tienen que servir al conjunto de la clase obrera para comprender que el capital, la burguesía, y sus lacayos en los gobiernos nada pueden ofrecernos, que estos no cesaran en su empeño asesino de extraer de nosotros hasta la última gota de plusvalía, no frenarán su voracidad ante ningún hecho por violento que este sea, tomemos conciencia que ante lo que ellos mismos consideran una pandemia de resultados desconocidos, en ningún momento toman la decisión de que la clase obrera debe ser protegida de esta pandemia y obligan a trabajar a millones de obreros en condiciones de extremo peligro de contagio y muerte.

El PCPE, todas sus células y militantes en estos momentos están, en la medida que este estado de excepción les permite, trabajando codo con codo con y por el proletariado y, con el conjunto de la clase obrera. Son ya varios los Comités de Empresa que nos están haciendo llegar información de la implantación o no de medidas de seguridad e higiene en sus lugares de trabajo. Y de las iniciativas que estos están tomando en defensa de la salud y vida de sus compañeras/os.

Secretaria de MOS del CC del PCPE

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