Cuando se evidencia la falta de medios en la sanidad para atender a la población, eso no es fruto de la casualidad…sino fruto de un sistema orientado al beneficio privado y a la represión, militarización y rapiña. Se privatizó la sanidad con hospitales de gestión privada y se recortó hasta dejar el sistema sanitario público al límite. Sin embargo ni el déficit, ni la crisis, ni las políticas de austeridad afectaron a los gastos militares.

El gobierno anterior y el actual, se comprometieron con la OTAN a subir el presupuesto militar español al 2% del PIB antes de 2024. Y no es que el actual sea precisamente pequeño: el gasto militar en España durante 2018 se calcula que fue cercano a los ¡24.000 millones de €! Mientras perdemos decenas de miles de educadores/as o sanitarios/as, cada uno de los militares enviados en misión de guerra a cuatro continentes supone un gasto público equivalente al de 7 profesionales de la educación o 4 de la sanidad. Sin embargo, el mismo Estado o la misma UE que recorta gasto público educativo, sanitario, o pensiones, alegando que no son “sostenibles”, jamás cuestiona la sostenibilidad del gasto militar, al contrario, ¡pretende doblarlo en 4 años!

Ante la falta de personal sanitario actual, conviene recordar que con la inversión necesaria para generar 1 puesto de trabajo en la industria militar, la sanidad pública emplearía a 10 y la enseñanza pública a 17 trabajadores/as. Y a falta de personal sanitario, después de años de recortes, el gobierno socialdemócrata saca a los militares y a la UME a pasear.

Este colectivo de bomberos pertenecientes al sindicato LAB y que realizan trabajos voluntarios, denuncian la situación y el despliegue de unidades militares, exigiendo su retirada.

 

 

 

 

 

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