Cerrados los bares, librerías, bibliotecas, teatros, colegios, universidades… Solo pueden permanecer abiertos supermercados, farmacias y otros servicios que proporcionen bienes estrictamente necesarios, ¿pero sirve la misma vara de medir para los trabajadores?
La hostelería está sostenida fundamentalmente por jóvenes, y es el sector hostelero, precisamente, uno de los más precarios en este país; las horas se pagan en negro (y no hablamos solo de bares pequeños, hablamos también de grandes empresas como 100 Montaditos), encontramos contratos basura y jornadas a tiempo partido que, en el mejor de los casos, cambian de horario cada semana. Además, existe un factor decisivo y que mantiene en silencio cualquier abuso por parte de la patronal: la escasa tasa de sindicalización entre los jóvenes.
Son, en muchos casos, empleos que se escogen porque no se han terminado los estudios, o porque se está buscando un trabajo “mejor”, “de lo que uno ha estudiado”, pero se necesitan ingresos mientras tanto. Esta puede ser una de las causas por las que los trabajadores más jóvenes no se deciden a sindicalizarse, pero también lo es el escaso nivel de lucha obrera que encontramos actualmente y el descontento que han generado los grandes sindicatos en sus pactos serviles con la patronal.
Llegados a este punto, ¿quiénes son algunos de los que siguen por las calles, y de casa en casa, en estos días en que el confinamiento es fundamental para frenar el virus? Efectivamente, los jóvenes repartidores. Así que las medidas que ha aplicado el gobierno no son tan estrictas como parecían.
No hace falta señalar que este servicio no es para nada necesario en estos momentos, y sin embargo, sigue funcionando. Este gobierno que se tilda de “progresista” calla frente a las ansias del capital por seguir obteniendo beneficios aun cuando se ha decretado un “Estado de emergencia” y está en peligro la salud y la vida de los trabajadores.
Uno de estos repartidores ha hablado con nosotros, trabaja en Telepizza, nos cuenta que tienen más carga de trabajo estos días no solo porque haya algo más de demanda, sino porque les han ampliado las zonas de reparto, esto es, trabajan a un mayor ritmo, llegando a lugares más lejanos, pero continúan cobrando lo mismo. Según dice, los han amenazado con aplicar un ERTE si se niegan a repartir estos días. Nos confirma que todos tienen edades comprendidas entre los 20 y 25 años, y que gran parte del sueldo se cobra en negro. Además, no han recibido ningún material de protección (guantes, mascarillas…), simplemente un termómetro con el que deben tomarse la temperatura la entrar y al salir de su puesto de trabajo, algo con lo que la empresa se lava las manos.
Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España y la Juventud Comunista de los Pueblos de España exigimos que absolutamente todos los trabajadores cuyos servicios no son imprescindibles para la lucha contra el virus puedan guardar cuarentena en sus casas, con su salario íntegro garantizado, sin ERTE´s ni amenazas o coacciones por parte de los que parasitan esta sociedad. Solo el pueblo salva al pueblo, y en numerosas ocasiones nuestros profesionales sanitarios han señalado la importancia de que también los más jóvenes permanezcan en cuarentena, pues puede que no presenten síntomas o estos sean leves, pero sí existe la posibilidad de contagiarlo con graves consecuencias a sus mayores y a otras personas con factores de riesgo. Todas y todos en casa, pero ninguno parado. No a los despidos por ERTE. Lee aquí el resto de medidas inmediatas que exigimos: http://www.unidadylucha.es/index.php?option=com_content&view=article&id=3802:exigimos-la-aplicacion-inmediata-de-las-siguientes-medidas-para-defender-la-salud-del-pueblo-trabajador&catid=9&Itemid=102
CED JCPE