La hipocresía y el cinismo del gobierno del régimen borbónico no tiene límites: nadie se quedará atrás. Los del “sí se puede” tienen más cara que espalda. Tan solo acudir a los asentamientos de quienes recolectan el campo de Huelva.
Comarcas de Huelva, especialmente la zona de Lepe, albergan asentamientos insalubres de trabajadores y trabajadoras inmigrantes. El Apartheid con toda la discriminación racista y xenófoba tiene, sin duda, un carácter de clase. Los trabajadores y trabajadoras inmigrantes se buscan la vida con el sudor de su frente.
Cuando implantó el gobierno el confinamiento los terratenientes recurrieron a su mano de obra barata para el trabajo en el campo en condiciones de semi-esclavitud, en esto consiste la democracia burguesa: explotar a la clase obrera e imponer condiciones denigrantes a las personas inmigrantes. Mientras nos saturan con el “Me quedo en casa”.
El régimen borbónico que representa al IBEX-35 impuso que albañilería y siderurgia, trabajos no esenciales, tuvieran que trabajar. Lo que quiere decir que los publicitados expertos, científicos y demás denominaciones son la CEOE: los que verdaderamente llevan la batuta. Curiosamente el tonto útil, el pelele Simón no ha dicho ni una palabra sino que calla públicamente cual servil al IBEX-35 avala cual lacayo del capital.
Por cierto, Ana Botín acaba de afirmar que solidaridad no es caridad: entra dentro de los performance s que estamos habituados tras semanas de encierro y de intemperie por parte de los desahuciados trabajadores y trabajadoras inmigrantes.