Todavía resuenan los ecos de las manifestaciones que acabaron con brutales cargas policiales y detenciones y nuevamente decenas de miles de trabajadores y trabajadoras de la salud han vuelto a manifestarse en las calles de René, Marsella o París. Hasta en una decena de ciudades de Francia han continuado con su protesta contra la precaria situación laboral y para exigir más recursos que los 6.300 millones de euros prometidos por el ministro del ramo.
Califican de insuficientes las ayudas del gobierno y denuncian la falta de equipamiento médico y de personal, los sueldos insuficientes y piden mejores condiciones de trabajo.
Las demandas ya estaban latentes antes de la pandemia, sin embargo, el brote de coronavirus que ha puesto al sector de la sanidad al límite durante meses ha devenido en una situación de urgencia. Las organizaciones sindicales califican la situación de insostenible y denuncian que el gobierno no haya anunciado nada para detener los cierres de camas y modificar la gobernanza en los hospitales públicos.
"Se siguen cerrando camas en los hospitales, incluso durante esta negociación " “Que no tengamos suficientes camas significa que pacientes permanecen demasiado tiempo en camillas en los pasillos, significa que algunas personas no pueden ser hospitalizadas" declaró una delegada de la Asociación de Médicos de Urgencias.
Por su parte según el colectivo Inter-Hospitales "no podemos dejar que el gobierno y los ciudadanos nos olviden y pasen a otra cosa porque si no el hospital público seguirá en una estado muy preocupante para enfrentar el invierno y una eventual segunda ola de Covid-19”.
La sanidad pública está diezmada. Se suceden las protestas del personal sanitario y de las capas populares, no sólo en Francia, pues una de las lecciones de la covid-19 es que sólo una sanidad pública y de calidad, dotada de medios materiales y humanos suficientes, es capaz de prestar la adecuada asistencia frente a la enfermedad. Sin esa sanidad, mientras el ánimo de lucro y las empresas sigan parasitando el sistema público, lo que espera al pueblo trabajador en otras eventuales crisis sanitarias es el abandono y el descarte humano.
Sólo el pueblo organizado salva al pueblo. TuLuchaDecide.
Fuente: Redacción UyL. RFI.