El pasado viernes en Gasteiz tuvo lugar una concentración convocada por LAB y Ernai para reivindicar “Trabajo digno y vida digna para la juventud” tras hacerse públicos los últimos datos del INE sobre el empleo.
El comunicado leído durante la convocatoria analizaba las consecuencias de las reformas de 2010 y 2012 y la situación actual de la juventud tras el paso del coronavirus. Así, en dicho comunicado se señala que” la mayoría de los puestos de trabajo que ocupábamos los jóvenes han desaparecido o se han destruido durante la pandemia. Hemos sido jóvenes trabajadoras de la hostelería las que hemos sido despedidas desde el primer día de la pandemia. Hemos sido los y las jóvenes las que hemos trabajado en las colonias, este año muchos se quedarán sin trabajo de verano. Somos muchos las y los jóvenes que trabajamos sin contrato y en negro (impartiendo clases particulares, ocupando los trabajos más precarios y con peores condiciones...)”.
Con respecto a los datos de paro publicados por el INE se dice “en lo que respecta a la CAV, el paro juvenil ha aumentado un 84% respecto a junio del año anterior. Estos datos son muy significativos, si tenemos en cuenta que los datos del año pasado eran datos que reflejaban una situación de precarización de la juventud.
Nosotras, las jóvenes, estamos viviendo las consecuencias más violentas del capitalismo heteropatriarcal como generación, somos un sector que fue duramente golpeado por la crisis de 2008 y también por la actual. Conocemos bien las recetas neoliberales que se siguen bajo la excusa de la crisis: fruto de ello son las situaciones precarias de empleo, la incapacidad evidente para emanciparse, la privatización de la educación pública y vasca”.
Entre otras reivindicaciones plantean “acabar con la exclusión social, la pobreza y la precarización, queremos y necesitamos vidas dignas! Y para eso necesitamos empleo, pero no cualquier empleo, lo que necesitamos es un empleo que reparta la riqueza, un empleo que nos garantice salarios y condiciones dignas, que acabe con las grietas salariales”. “No estamos dispuestas a que otra vez la factura de la crisis la paguemos los y las jóvenes, ¡que la factura de la crisis la paguen los ricos! No vamos a permitir que las élites económicas y los gobernantes autoritarios pisoteen las condiciones de vida de la juventud y la clase trabajadora, ¡esta crisis no la vamos a pagar nosotros! “
Fuente: Redacción UyL. LAB