Desde el minuto 0 del triunfo de la Revolución, los gobiernos de los EE.UU no han abandonado en ningún momento la idea de quebrar por cualquier medio a su alcance la Soberanía de Cuba. El Socialismo cubano es el artífice de la verdadera y definitiva Independencia de la mayor de la Antillas. El Internacionalismo de la Revolución cubana ha sido, es y será bandera de lucha de lo mejor y más consciente de los pueblos del mundo. Desde el ejemplo del Che, al ejército de batas blancas que llevan la salud a todos los rincones del Planeta en el que se reclama su presencia, Cuba materializa la antítesis del Imperialismo. Cuba es Vida, Cultura y Salud. El Imperialismo es Muerte y Destrucción.

Hablemos de los índices de bienestar social y medioambiental de Cuba mirando la realidad de América Latina, las muertes del Katrina o los millones de estadounidenses sin acceso a la sanidad. Hablemos de los 1.724 fallecido por millón a consecuencia de la Covid19 en EE.UU y los 47 de Cuba. Hagámoslo mirando los ojos de quienes no sean solidarios con Cuba y su Revolución; seguro que solo pueden expresar odio o vergüenza. Odio de clase por todo lo que les quitó la Revolución para dárselo al pueblo o Vergüenza por saberse un mercenario o un cretino.

La variable posición diplomática y comercial de la Unión Europea respecto a Cuba, tiene un denominador común con la inamovible postura de los EE.UU: El deseo compartido de derrotar el poder revolucionario.

La variable postura de la socialdemocracia política, social y sindical en relación a Cuba, tiene un denominador común con la firmeza al respecto de los sectores más reaccionarios de la derecha: El deseo compartido de derrotar el poder revolucionario.

No son lo mismo – para nada- pero son igual. Biden no es Trump, Borrell no es Rocío Monasterio, pero son iguales.

Cuba es una de las líneas rojas que definen la línea editorial de los medios de comunicación que operan con legitimidad institucional en las sociedades capitalistas. Como en la referencia anterior, el New York Times no es el ABC, Clarín no es RTVE, pero como cuando Hermann Tertsch –actual eurodiputado de VOX- iluminaba de antisovietismo a la progresía liberal y socialdemócrata desde las páginas de El País, hoy el Grupo Prisa es igual que el Miami Herald. ¿Será porque en el accionariado de todas ellas están los mismos fondos de inversión?

Cuba también es una línea roja para el campo revolucionario y la dignidad de sus militantes. O con Cuba o con el Imperialismo. No hay tercera vía.

Cuba, no engrosará la larga lista de invasiones imperialistas que han entregado la soberanía nacional de tantos pueblos a oligarcas y multinacionales criminales, porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su Pueblo son lo mismo. Obreros y campesinos, hombres y mujeres trabajadores/as son clase en el poder que porque sabe qué se está jugando, lo defiende con su vida. El pueblo de Cuba es culto, pero como dijera Fidel, lo más importante es que, su gran cultura política le defiende del engaño y la mentira. De la USAID y los mercenarios les salva la fuerza de la Revolución.

Cuba vencerá y, hasta nueva orden del guión del Imperialismo en su inagotable sucesión de revoluciones de colores, volverá a tener el apoyo tibio de quienes hoy titubean hablando de democracia en abstracto sin atreverse a decir que todo estado es una dictadura de clase y que Cuba, como España, Francia y los EE.UU, también lo es, pero lo es mucho menos porque es de una inmensa mayoría sobre una ínfima minoría vendepatrias.

Cuba vencerá, pero quienes nunca hemos dudado en estar a su lado, seguiremos ahí porque sabemos que la Solidaridad y el Internacionalismo es un compromiso de ida y vuelta permanente que, a las duras y las maduras, se siembre y recoge cada día.

Julio Díaz

Secretario General del PCPE.

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