No pasó ni una semana de la aprobación de la nueva Reforma Laboral y ya el Gobierno se lanzaba a la palestra a anunciar una nueva subida del SMI, quedando en torno a unos 1000€.

Una Reforma que solamente maquilla un poco la grave explotación de la clase trabajadora, afianzando todas las anteriores ya que no han cambiado cuestiones básicas como las indemnizaciones por despido o la recuperación de los salarios de tramitación.

Cuestiones económicas aparte, no deja de ser chocante que el autodenominado “gobierno más progresista de la historia” después de un largo compadreo con la CEOE y con los sindicatos mayoritarios quiera dejar de lado ésta cuestión para anotarse un tanto social con la nueva subida del SMI. Subida salarial que ante un IPC disparado, sigue suponiendo pérdida de poder adquisitivo para la clase trabajadora. De esta forma se mantienen las duras condiciones de reformas laborales anteriores, para luego así por contraparte dar un pequeño caramelito, algo dulce (pero no demasiado) como es la subida del SMI, para calmar las posibles reacciones que puedan surgir ante dicha regresión.

Consiguen así de nuevo seguir perpetuando esta estafa de sistema y anular algún atisbo de protesta. La socialdemocracia perpetúa el sistema capitalista añadiendo parches y ejerciendo de narcótico para la movilización popular y lucha en la calle.

Lo que tan solo hace unos años era ser un llamado “mileurista” era sinónimo de vivir en la precariedad y ahora el Gobierno intenta vender la medida de elevar el SMI a 1000 € como una conquista social ante la clase obrera, cuando realmente es una medida totalmente insuficiente. Más si cabe, ya con la anterior medida de subir el salario a 965 €, muy insuficiente por la continua subida del coste de productos básicos y la inflación. Además, en innumerables casos, la patronal siempre encuentra argucias para no abonar o subir los salarios, a base de horas extras u otras cuestiones.

El conjunto de clase obrera y los sectores populares no podemos esperar nada de este reformismo. Este gobierno “progresista” es todo fachada, han incumplido todas y cada una de las promesas que hicieron desde el minuto uno que tocaron sillón institucional, ni derogaron la reforma laboral, ni la ley mordaza, no han cesado los desahucios… Por contraparte han abierto el camino a la privatización de las pensiones, perpetúan la precariedad afianzando una Reforma Laboral ya de por sí muy regresiva en cuestión de derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Con palabras y promesas vacías pretenden seguir engañando a la clase obrera y seguir perpetuando este agónico sistema capitalista. Ya vale, es hora de decir basta. Las condiciones de vida de la clase obrera para nada han mejorado en estos últimos años, de hecho se han empeorado todavía más si cabe.

Gobiernos de uno u otro signo gobiernan para los mismos, para los capitalistas y no para la clase obrera. No nos dejemos engañar por sus falsas promesas, solo la organización y la lucha nos permitirán al conjunto de la clase obrera librarnos de nuestras cadenas, y salir de este círculo vicioso que no permite atisbo de cambio, solo perpetúa el mismo. 

Arturo

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