Un libro ofrece una visión lúcida desde los años 80 sobre la tendencia del aparato ideológico literario a partir de la reconversión política del franquismo al proyecto neoliberal de la oligarquía española. Hablamos del ensayo de José Antonio Fortes: Novelas para la transición política.
Como afirma el autor un arsenal de mercancías escritas nos invadirán orientadas, dice textualmente, para el olvido, el silencio, el papanatismo, el culturalismo y cosmopolitismo desconflictivador, desinstrumentalizador del trabajo y las posiciones críticas del intelectual. E insiste: << serán las mercancías para el consumo idóneo de un mercado controlado y dominado por el material de la ideología establecida. Serán las mercancías ideológicas para un lector, cateto y español, que consumiéndolas se considerará moderno y europeo, culto y universalista, en suma cosmopolita. Cursi y cosmopolita. Y al máximo rizo del propio ridículo, se creerá posmoderno y cosmopolita, ¡posmoderno y cosmopolita!>>.
La ampliación del mercado literario hacia el neoliberalismo con el silencio de los intelectuales bajo las leyes del mercado de tal manera que todo lector es un consumidor de una visión almibarada del mundo en torno al yo posmoderno, noción a lo Foucault del cuerpo como consumo.
Efectivamente, el proyecto oligárquico español necesitaba una intelectualidad amordazada por el oportunismo y las prebendas , un escritor o escritora neutralizados, asépticos, nada neutrales que no cuestionen el sistema de dominación capitalista. Aquí opera la literatura light, una ideología soft, pensamiento débil en el sentido de Vattimo.
El libro es pionero a la hora de situar en un momento larvado en ciernes de la construcción de un aparato literario para adiestrar por parte de las élites un ciudadanismo aséptico, un interclasismo pequeño burgués a través de la ideología burguesa de la transversalidad como estrategia de opacidad que oculte las contradicciones de clase. El libro tiene hoy más vigencia que cuando fue publicado en la “década prodigiosa”.
Miguel Ángel Rojas