Trabajador muere atrapado en una cinta transportadora en la planta de tratamiento …

Muere una trabajadora del punto limpio atrapada por una puerta motorizada …

Muere un trabajador atropellado por una grúa pórtico …

Una trabajadora fallece al caerle encima una carga en el polígono industrial …

Un buzo fallece succionado por una tubería en labores de mantenimiento …

Extractos de titulares reales en fuentes locales de medios de comunicación.

Según la estadística de accidentes de trabajo en el avance enero-diciembre de 2022, del Ministerio de Trabajo y Economía Social, se registraron 826 accidentes mortales, que suponen más de dos fallecimientos cada día. De ellos, 679 fueron en jornada de trabajo y 147 in itinere. Además, se registraron 631.724 accidentes, de los cuales 3.801 fueron graves, lo que representa más de 10 accidentes graves cada día. Dichas cifras representan incrementos sostenidos en la última década.

Entre las diferentes causas del fallecimiento destacan atrapamiento, aplastamiento, sufrir una amputación; accidentes de tráfico; golpe sobre o contra resultado de una caída; o ahogamiento en un líquido. Los sectores de actividad económica con mayores índices de incidencia de accidentes mortales en jornada de trabajo fueron el agrario y la construcción.

Conforme al avance anuario de Estadísticas de enfermedades profesionales del 2021 del mismo Ministerio, sigue aumentando el número de enfermedades profesionales, en un contexto de flagrante subregistro de las mismas. De hecho, la gravedad e impacto de las enfermedades profesionales supera con mucho las estadísticas. Las políticas públicas están más preocupadas de proteger el interés de las empresas que mejorar los registros y protocolos para evitar que trabajadores y trabajadoras enfermen en el puesto de trabajo.

Con demasiada frecuencia, se consideran enfermedades comunes que se derivan a través de los servicios de salud. Son numerosas las lesiones derivadas del trabajo que siguen sin ser consideradas enfermedades profesionales. Necesariamente, la privatización de la salud laboral a través de las Mutuas, juez y parte, es un elemento crucial para el beneficio empresarial a consta de la salud del pueblo trabajador.

La inmensa mayoría de las enfermedades profesionales son causadas por agentes físicos, como por ejemplo la fatiga e inflamación de vainas tendinosas, tejidos peritendinosos e inserciones musculares y tendinosas, así como la parálisis de los nervios debidos a la presión.

Las secciones de actividad con mayores índices de incidencia de enfermedades profesionales fueron las industrias extractivas, la industria manufacturera y la construcción.

Este es nuestro día a día. Los y las trabajadoras nos jugamos la vida y la salud a diario en un panorama de precariedad laboral creciente. A raíz de ello, se suceden los notificados de si este protocolo o esta medida preventiva lo hubieran evitado. ¡Que ya se sabía!

Aun así y con todo, la mayor carga de enfermedad queda invisibilizada bajo enfermedades comunes y es la clase obrera la que sufre en silencio y se automedica para poder completar su turno de trabajo, complicando las patologías que se cronifican hasta que se producen secuelas permanentes con discapacidad, si no la muerte temprana.

Para el empresario lo más importante es la cuenta de resultados. Nada cambia en lo sustancial cuando se delega la salud laboral a las empresas y sus técnicos de prevención de riesgos laborales.

¡¡La salud laboral no se delega!!

¡¡Todos los accidentes y enfermedades laborales son evitables!!

¡¡Trabajador, trabajadora, organízate y lucha!!


Publicado el 18 de marzo en comites-unidad-obrera.es/

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