Lo primero que no nos sorprende ni nos llama la atención de este nuevo Real Decreto Ley es que se haya aprobado con el apoyo de los sindicatos, sí los del pacto social, y el visto bueno de la UE. ¡O no!

Además es el segundo paquete de medidas para la reforma de las pensiones, que el Sr. Escrivá, quiere privatizar sea como sea. Claro que de casta le viene al galgo. El Sr. Escrivá, hijo de gente bien. Su padre era traumatólogo en los años 50 y presidente del Albacete Balompié, con un tío que le dio nombre al estadio albaceteño…vamos que seguro se llevaban bien con las fuerzas vivas del Albacete de la época. Pero eso sí, siempre estuvo cerca del PSOE o de Franco o del PP.

El Sr. Escrivá tiene todo un pasado y presente caracterizado por la defensa de los intereses del capital. Entre 2004 y 2012 trabajó en el grupo BBVA, primero como economista-jefe y director del Servicio de Estudios y, a partir de 2010, como director gerente del Área de Finanzas Públicas. En febrero de 2014 fue nombrado el primer presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), órgano creado por el Gobierno de España, PP, presidido por Mariano Rajoy. En noviembre de 2015 pasó a desempeñar la presidencia de la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea (EUIFIS) con sede en Bratislava. 

Pues este señor sigue, con el beneplácito del gobierno más progresista de la historia del mundo mundial, modificando nuestro ya delicado sistema de pensiones.

Lo primero que hace este nuevo paquete de medidas es aumentar el número de años sobre los que giran el cálculo de los futuros pensionistas. Habrá un periodo transitorio en que podremos elegir entre el cálculo “tradicional” de 25 años o de 29 años, excluyendo las 24 bases de cotización de menor importe de todo el periodo. Vamos que rebajar otra vez a los 15 últimos años ni lo soñemos.

También incluye un incremento de la base de cotización máxima del sistema. Según ellos para que contribuya más quien más cotiza y, que a la larga, será quien tendrá una pensión más alta. Desde 2024 a 2050 se dan de plazo para incrementar esa base, si no se lo han cargado todo y si el señor Escrivá, como Matusalén el bíblico, sigue existiendo.

Pero no se pongan a aplaudir todavía: el incremento se hará de forma torticera y muy paulatinamente. Debemos tener claro que el capital funciona a ritmos distintos que las personas. Ellos legislan según sus prisas, pero no les importa hacerlo a largo plazo para no generar confrontación (París mon amour), y acelerar cuando lo necesiten.

De otra parte, plantean una cuota de solidaridad, cuyo cálculo da mareos: 5,5% a la parte de retribución comprendida entre la base máxima de cotización y la cantidad superior a la referida base máxima en un 10%; el tipo del 6% a la parte de retribución comprendida entre el 10% y el 50%; y el tipo del 7% a la parte de retribución que supere el anterior porcentaje.

Por no cansar a nadie. Si actualmente el tope de cotización es de 4.495,50 €, si usted cotiza (o sea que sus emolumentos cotizables) por 6.000 €; de esos 6.000, menos los 4.500 tendrá usted un exceso de cotización de 1.500 €, que suponen un 25% de exceso de cotización.

Del primer 10%, o sea, sobre 150 €, se aplicará un 5,5%, o sea, se aumenta la cotización en este concepto en 8,25 €. Del segundo tramo, entre el 10 y el 50%, o sea sobre 1.350 € se aplicará un 6%, o sea, otros 81 €. Súmelos usted y verá que si cotiza por 6.000 € se aplicará una cuota de solidaridad de 89,25 €…Si es que lo hemos entendido bien. Y eso se aplicará a quien gane más de 54.000 € al año…una bicoca.

También se establece un Mecanismo de Equidad Intergeneracional, una cotización finalista aplicable en todos los regímenes y en todos los supuestos en los que se cotice por la contingencia de jubilación y que no será computable a efectos de prestaciones. De ahí se nutrirá el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la célebre hucha de las pensiones, que como nos demuestra la historia reciente suele usarse para rescatar bancos y autopistas.

En cualquier caso, estos mecanismos se evaluarán cada 3 años, así que ni siendo malos para la clase obrera, se garantiza que el próximo gobierno los vaya a respetar.

Incluso la Constitución del 78 (la intocable) está a la extrema izquierda del gobierno más  progresista de la historia:  ”Artículo 50 de la Constitución Española: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”

Nos han cambiado la suficiencia económica de los ciudadanos, por la suficiencia económica de su sistema capitalista.

Ninguna de las reclamaciones de COESPE, ni del PCPE, ni de nadie con un dedo de dignidad se han recogido en esta nueva reforma. Reforma de tintes y titulares electoralistas, pero que esconde bajo las palabras dulces, la auténtica lengua bífida del capital, representado por la social democracia y la UE.

Por la reducción de la edad de jubilación a los 60 años y 55 y 50 para los trabajos más duros e insalubres por unas pensiones mínimas de 1.500 € revisables anualmente teniendo como referencia la subida de la cesta de productos vitales, que en 2022 terminó en un 14 % de subida. 10 años de cómputo para el cobro de las pensiones. Todas las pensiones dentro de los Presupuestos Generales del Estado. Por una auditoría de las cuentas de la Seguridad Social. Por unas pensiones públicas, dignas y justas.

Comisión de MOS del CC del PCPE

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