Asistimos los últimos diez días a una durísima ofensiva mediática de la prensa burguesa, que insiste en situar el debate en la salud mental del Presidente y los aspectos emocionales y humanos, mientras el pueblo palestino es arrasado desde hace meses por el ente sionista con armas occidentales. Tremendo.

Hay que reconocer la habilidad de Pedro Sánchez, para desactivar a una derecha reaccionaria y sin escrúpulos, que demuestra una vez más la putrefacción de las estructuras del estado español y su continuidad con el anterior régimen franquista.

Pero más allá de telenovelas, conspiraciones sobre Israel, Pegasus o sobre si alguien en la Moncloa está triste, mientras tanto la POLÍTICA GRANDE sigue abriéndose paso delante de nuestras narices: El incremento del gasto militar, la sumisión a la OTAN y a la Unión Europea de los monopolios.

Hablemos en plata, el PCPE va a colocar aquí algunos aspectos objetivos. Palpables e innegables.

Esta es una cuestión de mantener SÍ O SÍ la estabilidad de un gobierno que, para el beneplácito del gran capital, sigue garantizando la desmovilización de las masas trabajadoras, con la complicidad de los grandes aparatos sindicales, para seguir en la senda belicista que mandata la OTAN y preparar los duros ajustes antisociales que impondrá la Unión Europea para devolver los fondos Next Generation.

Ciertamente, la victoria pírrica de la socialdemocracia el 23J demostró sus limitaciones serias a finales del 2023, con la derrota de la reforma del subsidio por desempleo y las dificultades con los partidos catalanes en la negociación de los presupuestos generales (finalmente prorrogados). Teniendo en cuenta la grave crisis general y estructural del capitalismo, y la necesidad las reformas que antes mencionábamos, la estabilidad del capitalismo español no podía permitirse que titubeara el gobierno que mejores resultados le ha dado para la desmovilización y la destrucción del tejido social de protesta en los últimos 15 años (todos y todas sabemos las dificultades que existen hoy para la lucha). Por esta cuestión, la dictadura del capital y su tremendo aparato de alienación mediática, siguen situando lo ocurrido en un plano personal, mientras que las cuestiones relevantes siguen pasando por delante sin que se señalen de forma adecuada.

Pero los datos están ahí. Desde que Pedro Sánchez es presidente, el gasto militar ha incrementado un 62 %, y mantiene su compromiso de elevarlo al 2 % del PIB en 2029, como impone la OTAN, lo que lo llevaría a un incremento del 157 % en solo una década. Armas que van directas a reforzar a bandas paramilitares neonazis ucranianas. La socialdemocracia española denuncia “que viene la derecha”, pero históricamente son quienes llevan a cabo el trabajo sucio. Recordamos el referéndum de la OTAN, las privatizaciones de empresas públicas y la destrucción del tejido industrial para obedecer a la UE. Hoy su tarea es reforzar a la OTAN, y de momento lo están consiguiendo, eliminando toda crítica desde las organizaciones sindicales mayoritarias y muchos de los frentes de lucha, mientras España participa de forma constante en maniobras de la OTAN en el Mediterráneo, en Polonia , Rumanía o en aguas saharauis junto con Marruecos y EE.UU.

El pasado 17 de abril, el Consejo de Ministros aprobó un incremento en gasto militar de 1.200 millones más, ¡sin pasar por el Congreso de los diputados!, para evitar una nueva posible derrota. “Hay que cumplir los deberes con la OTAN y la UE”, dicen. Vean así como los imperialistas, y sus paladines socialdemócratas, se pasan por el forro la formalidad democrática, para seguir con la espiral de guerra imperialista y la sumisión al amo.

Así, a pocos días del 1 de mayo, la socialdemocracia lograba arrastrar a gran parte del pueblo trabajador, en apoyo al gobierno de la guerra y la OTAN, por el “miedo a la derecha”, a través de una escenificación dantesca.

Por ello este 1 de mayo, desde el PCPE situábamos en cada movilización la importante consigna de luchar por un amplio frente social contra la guerra y contra el imperialismo, señalando a la OTAN como principal criminal, y al gobierno de la socialdemocracia como su socio. Este es un trabajo de primerísimo orden, que la militancia revolucionaria tenemos que desarrollar de forma sistemática en cada frente, para evitar el desencadenamiento de una guerra total, la destrucción de los servicios públicos y nuestros derechos y el envío de nuestra juventud a morir por los intereses del capital.

Francisco Valverde

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