El Congreso de Unidad de los Comunistas, de enero de 1984, situó la cuestión del Estado republicano como una de las propuestas estratégicas de su proyecto político revolucionario.

En las Tesis aprobadas, y correspondiente a lo que entonces se llamaba período de democracia político-económica, se situaba como primera propuesta: “Propugnar y, en su momento, establecer un régimen basado en un Estado Republicano y Federal, que contemple el derecho a la autodeterminación, así como se defina una nueva forma de Estado”.

Esa formulación no tuvo entonces mayor debate ni mayor desarrollo en el congreso fundacional. Se consideró una propuesta suficiente en el contexto de la lucha ideológica de ese momento. Pero sí fue el punto inicial de los desarrollos que durante cuarenta años el PCPE le ha dado a esta cuestión determinante de la lucha de clases.

El Congreso de Unidad venía así, a definir una línea política que confrontaba con el eurocomunismo de Carrillo, que había abandonado las posiciones más consecuentes que el PCE tuvo en los años de la guerra nacional-revolucionaria en cuanto al derecho a la libre autodeterminación y la cuestión del Estado plurinacional.

El 9 de febrero de 1936, José Díaz, en el discurso pronunciado en el Salón Guerrero de Madrid, decía: «Queremos que las nacionalidades de nuestro país, Cataluña, Euzkadi y Galicia, puedan disponer libremente de sus destinos, ¿por qué no?, y que tengan relaciones cordiales y amistosas con toda la España popular. Si ellas quieren librarse del yugo del imperialismo español, representado por el Poder Central, tendrán nuestra ayuda. Un pueblo que oprime a otros pueblos no se puede considerar libre. Y nosotros queremos una España libre».

Esa era una posición general del comunismo español, que el gomero Guillermo Ascanio, también miembro del PCE y Comandante en la defensa de Madrid, compartía en relación a la cuestión canaria, añadida a las anteriores:

"....los canarios precisan reclamar urgentemente el derecho a gobernarse por sí mismos. Es caminando y luchando en este sentido que se encuentran todas las posibilidades de desenvolvimiento económico y político de Canarias. La población laboriosa de las siete islas necesita urgentemente unificar sus esfuerzos para luchar por la conquista de un gobierno propio, acomodado a todas sus características geográficas, económicas y sociales y sobre la base de destruir el poderío económico de las grandes casas exportadoras, y en general toda la gran burguesía."

Esa posición fue olvidada por el PCE en la etapa que se abrió con la aprobación de la política de reconciliación nacional, (1956), al igual que tantas otras propuestas revolucionarias.

El II Congreso mantuvo el texto fundacional, y el III Congreso del PCPE (Extraordinario) -1989-, que tuvo que abordar tareas complejas de la Dirección Central, no prestó mayor atención a un desarrollo/actualización de la política en relación a la república.

El IV Congreso, 1993, avanza más en esta cuestión: “Reconocimiento del derecho de autodeterminación como base de una República Federal, respetuosa con el carácter plurinacional del Estado español, que garantice igualdad de condiciones de las naciones y pueblos que históricamente han formado lo que hoy llamamos España

En el año 2004, se celebra la Conferencia Estatal del PCPE sobre el hecho nacional. Es la primera ocasión en la que el Partido realiza un abordaje monográfico de esta cuestión.

En relación a esta convocatoria se realiza un debate más amplio y detallado sobre la autodeterminación y la república. En lo esencial el Partido asume las realidades nacionales dentro del Estado, como marcos específicos de la lucha de clases, vinculadas a marcos diferenciales en el proceso de acumulación de capitales, y en el contexto de una relación dinámica que se da entre la oligarquía española y las burguesías nacionales en las distintas realidades. Siendo todo ello un factor de primera importancia en el análisis de las condiciones concretas de la lucha de clases y, por tanto, de la línea política para la revolución proletaria.

El VIII Congreso –abril de 2006- desarrolla estas bases, con un intenso debate, en el que se concluye con la propuesta de un: Nuevo proyecto histórico para el Estado español. Que se define como una República Socialista de carácter Confederal. Los siguientes Congresos del PCPE, IX, X y XI, ratifican y desarrollan estas elaboraciones estratégicas.

Son varias las propuestas políticas e ideológicas que se condensan aquí. El PCPE define a la actual España como un proyecto burgués de dominación, y contrapone una propuesta que descalifica esa línea histórica y la superestructura que la burguesía ha construido a lo largo de los siglos para ejercer su dictadura de clase. La unidad de España, y toda la parafernalia que sirvió de soporte al golpe de Estado de Franco y los africanistas.

El intenso debate sobre el carácter Confederal  de la república se concluyó con un reconocimiento de los hechos diferenciales, que no se pueden igualar de forma simplista, y que hacen necesaria esa concepción diferencial. Es aquí donde el PCPE supera la definición Federal de su propuesta republicana, y avanza hacia una propuesta más dialéctica en las condiciones más concretas de la lucha de clases hacia la revolución socialista.

En paralelo el Partido ha superado su concepción de Frente de Izquierdas, y realiza una elaboración superior que se concreta en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS).

Con esta Tesis aprobada el proyecto político del Partido adquiere un superior grado de rigurosidad científica, y es en el IX Congreso donde se desarrolla y amplía esta identidad estratégica del proyecto revolucionario del PCPE.

En todo este proceso de mayor elaboración de las propuestas sobre la forma del Estado el PCPE ha participado en diversas instancias del movimiento republicano que se han dado en estas cuatro décadas. Siempre con la orientación de que este objetivo político se tenía que desarrollar en el seno de un amplio movimiento de masas.

Este frente republicano también ha estado vinculado con la lucha por la Memoria Histórica, y la impunidad no solo del franquismo, sino también de un postfranquismo donde se ha mantenido la amnistía de torturadores y asesinos. Así como la exaltación y reconocimiento de los mismos en calles, plazas y monumentos.

El PCPE sitúa a la monarquía de los Borbones como la clave de Bóveda del sistema de dominación burgués y que, por ello, la denuncia del carácter reaccionario de la monarquía es un elemento central en la lucha de clases diaria.

Este trabajo riguroso durante cuarenta años, para dar respuesta a las exigencias de la lucha de clases en un Estado plurinacional, permite hoy al PCPE una relación amplia y diversa con fuerzas revolucionarias de diverso ámbito. Siendo la reciente propuesta de “Confluencia Comunista” una expresión concreta de las potencialidades de esa línea política.

C. Suárez

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