El imperialismo necesita dividir a la clase trabajadora para seguir machacándonos, sobreexplotándonos, privatizando la propiedad pública... Parasitándonos, en resumen, a la vez que lleva hasta la extenuación o a la muerte a los sectores más vulnerables del proletariado, la clase obrera migrante. Ya sea en el tránsito hacia la “Europa Fortaleza”: muriendo ahogada en cayucos o apaleada por la Guardia Civil, o cuando logra pisar tierra: perseguida por el odio fascista o sobreexplotada en los tajos, “ilegales”, sin derechos, a golpe de calor por 2€ la hora. Este es el único capitalismo posible hoy, y su ideología se abre paso para intentar normalizarlo. El PCPE y la JCPE, combatimos contra esta barbarie imperialista.

¡Quienes vienen buscando poder sobrevivir, son equiparados a carne de cañón! ¡Seres humanos-mercancía de usar y tirar, como si fueran ganado por encargo!

Ese es el trato que hace Pedro Sánchez, a través de su gira por Mauritania, Gambia y Senegal, a las decenas de miles de trabajadoras y trabajadores empobrecidos, procedentes del continente africano, que cada año escapan del infierno que el imperialismo ha ocasionado en sus países de origen. Esas personas no tienen derecho al tránsito normalizado, a pagarse su billete de avión para llegar de forma segura, sino que son arrojados al mar, dejando los ahorros de su familia para ello y en demasiadas ocasiones, su propia vida.

El régimen monárquico español del 78, fiel defensor de los valores más reaccionarios, no solo contribuye a este infierno en África, a través del robo que ejercen sus monopolios y de la ocupación militar (OTAN, contingentes del ejército,...) Sino que ejerce su violencia más cruel y despiadada contra quienes buscan una vida mejor, a través de los mecanismos del FRONTEX, la terrorista Ley de Extranjería, episodios bárbaros como La Masacre de Melilla o las devoluciones en caliente.

El reciente episodio de violencia visto estos días, con la Guardia Civil pasando su embarcación por encima de cuatro migrantes en aguas de Melilla, muestra su carácter más bárbaro. ¡Sus vidas no tienen ningún valor para ellos!

En plena competencia con el auge fascista que los fundamentalistas de PP, Vox y demás payasos reaccionarios aupados por las redes sociales no paran de alimentar, la socialdemocracia no solo adopta sus métodos, antes mencionados, sino también sus términos, escuchando al presidente Sánchez hablar de “migración ordenada” y ofreciendo usar como mercancía por encargo a esta población trabajadora migrante.

La socialdemocracia, reviviendo las peores tradiciones del oscuro imperialismo español, el comercio triangular de esclavos.

Quienes hablan de mafias de forma aislada, sin relacionar todo este circuito con la presencia de los países y monopolios imperialistas en África y de las relaciones de neocolonialismo con los gobiernos locales, lo hacen de forma interesada y son cómplices de esta barbarie.

De aquí o de fuera, la misma clase obrera.

Nuestras vidas valen más que sus beneficios.

Contra el imperialismo y sus gestores, contra el auge fascista: Unidad de clase. ¡No pasarán!

Redacción UyL

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