Después de tres años desde la finalización de la vigencia del Convenio, y con constantes amenazas de inaplicación, la Patronal pretende desregular un convenio y poner a las trabajadoras a disposición de las empresas comercializadoras. Desde la reforma laboral, la negociación colectiva es más necesaria para frenar los ímpetus de una patronal desatada en quitar derechos y aumentar su margen de explotación/beneficios.

CCOO y UGT estaban unidos en la defensa de una plataforma unitaria, con movilizaciones todos los viernes en un sector muy complicado, donde a las trabajadoras se les controla hasta el tiempo de ir al servicio, con un precio hora de 6’07 euros/hora incluida la parte proporcional de pagas. Pero esa unidad se ha roto con la firma de UGT de un acuerdo de eficacia limitada asumiendo todos los principios de la patronal, desregulando la jornada de lunes a domingo, asumiendo que no se complemente la IT y asumiendo una pérdida del plus de asistencia, ahora ligada a no tener ni una falta en los periodos de tres meses. A cambio, congelación durante dos años y una subida del 1% para el 2014 y del 1’5% para el 2015.

Las empresas del sector en Alicante, presionadas por MERCADONA para tener productos frescos todos los días, quieren obligar a que las y los trabajadores se conviertan en esclavos de Roig. UGT rompe la unidad con CCOO y la movilización de las plantillas porque le interesa seguir manteniendo sus prebendas en número de delegados que les regalan en Mercadona. Ahora más que nunca, la movilización debe seguir, las y los trabajadores deben mostrar su rechazo al acuerdo de la vergüenza y, para ello, cuentan con el apoyo de los comunistas y de los Comités para la Unidad Obrera.

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