El capitalismo se encuentra inmerso en crisis general. La anarquía en la producción, inherente al mercado capitalista, genera una superproducción que lleva al abarrotamiento de los mercados, pero la patronal no está dispuesta a bajar ni un céntimo de euro de su tasa de ganancias.
El sector del metal de la provincia de Huelva, con más de 10.000 trabajadores, está sufriendo en primera persona las consecuencias de esta crisis de superproducción.
La patronal, haciendo uso de la reciente ley laboral aprobada por el actual gobierno, el pasado 30 de abril, acogiéndose al marco regulador que le presta el Estatuto de los Trabajadores, consiguió dejar sin convenio laboral a estos miles de obreros, para lo cual contaron con el apoyo de las cúpulas de UGT y CC.OO. El Sindicato Unitario se opuso desde un principio a las intenciones de la patronal y expresó su más rotunda negativa a llegar a un acuerdo basado en las condiciones que proponían los representantes de la patronal.
Desde un principio la patronal pretende que los salarios se reduzcan en un 20 % a partir de un salario de 1000 y 1100 € que cobran, uniendo nóminas y plus de peligro, por estar en contacto con productos de alta toxicidad, los cuales llegan a deteriorar la salud de una gran cantidad de estos trabajadores. Éstos pasarían a cobrar un salario de miseria de 800 €.
Las intenciones criminales del capital han sido neutralizadas en un principio, gracias al llamamiento del sector obrero más consciente. Éste aboga por la lucha en defensa de su dignidad de clase, no estando dispuesto a la firma de ningún acuerdo que suponga una pérdida en sus ya maltrechas condiciones laborales.
Estos ya mantuvieron una heroica lucha en el año 99, en la que consiguieron la firma del primer convenio laboral, así como arrancar a la patronal subidas salariales y algunas mejoras en materia de seguridad e higiene, mejoras que no eran suficientes y que el modelo y práctica sindical ya presente en aquel momento impidió una mayor conquista ante la patronal.
El PCPE propone a los trabajadores del metal una herramienta con la cual superar la falta de respuesta en la defensa de la clase obrera por parte de las organizaciones sindicales principales actores del conflicto. Los Comités de Unidad Obrera, CUO, que permiten a los trabajadores y las trabajadoras defender sus intereses de clase, superadores de posturas tibias o traidoras, así como de la división en la que hoy está sumido el movimiento sindical.
Animamos a las obreras y los obreros del Metal, a que luchen por sus condiciones laborales y salariales. Y los llamamos a la lucha por la destrucción del capitalismo y la construcción de la sociedad socialista, como etapa inferior de desarrollo del comunismo. Una sociedad nueva, sin explotación del “hombre por el hombre”, en los que los valores humanos se antepongan a los económicos.