En el Estado español, más de 750000 personas trabajan como jornaleras y jornaleros, a las que hay que sumar las empleadas y empleados en actividades relacionadas (industria agroalimentaria, transporte, etc.). El empleo asociado al sector agrícola supera los 2 millones de personas. Habría que sumar miles, quizás cientos de miles de empleados en el sector que están fuera del programa estadístico por encontrarse trabajando en condiciones de sobreexplotación laboral, sin contratos. Todas y todos hemos leído y escuchado multitud de noticias que hacen referencia a dicha situación, noticias que visualizan una realidad escalofriante, en la que se somete a cientos de miles de seres humanos a condiciones de semiesclavitud. Que nadie piense que esto es un accidente o producto de la maldad de determinados patronos. Esta situación se produce en el seno de la sociedad capitalista como un mecanismo de explotación y opresión inherente a esta misma.

Contrario a lo que se podría creer, ya que el sector ha sufrido cambios técnico-científicos que han acarreado el perfeccionamiento en las técnicas empleadas, a pesar de lo que se ha podido estar produciendo en todas las estaciones del año, la temporalidad ha ido en aumento. Según estadísticas del INE, más del 30% de los contratos son temporales, pero según la observación objetiva de cualquier vecino, podemos asegurar que esta cifra está amañada a los intereses de la burguesía. El mismo INE publica que en la recolección de aceituna se emplean 170000 temporeros, en un sector donde hay aproximadamente 70000 fijos. Otro ejemplo demostrativo es la agricultura bajo plástico de Almería, donde entre 120000 y 150000 personas trabajan temporalmente; el 85-90% de los empleos son temporales, con contratos de 3 a 6 meses, y solo de 30000 a 40000 tienen contratos "fijos", según datos del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía. Las cuentas no salen, ¿verdad?

De estos temporeros, la mayoría son personas migrantes que, en la mayoría de las ocasiones, son empleados de forma fraudulenta por una patronal sin escrúpulos que no duda en aplicar toda la sobreexplotación y opresión que les sea posible.

 

Cuando uno empieza en la vida laboral activa, comprobamos con sorpresa cómo los intereses de las y los trabajadores de la empresa, aun siendo los mismos, (conseguir mejoras laborales y salariales frente a su empresario), no están defendidos por un sindicato, sino por dos, tres o más. Y esos sindicatos en la empresa suelen llevarse mal a pesar de defender los mismos objetivos.

Se suelen acusar entre ellos de ser unos vendidos, de pactar con la empresa a espaldas de la asamblea, y lo que en una empresa es así, en la de al lado es lo contrario. Al final, el refrán ese que dice: Divide y vencerás, es un dogma en el movimiento obrero español, fruto de una transición mal hecha, aunque nos la vendan como modélica, donde en lugar de una gran central sindical que agrupase las distintas visiones, nos colaron la libertad sindical para debilitar a la clase obrera al enfrentarse entre ella en lugar de contra el buen patrón.

¿Que ocurre cuando en la empresa hay un problema y un sindicato convoca huelga? Lo normal será que el resto les digan a sus afiliados que no la secunden, que son unos oportunistas, que en estos momentos se está negociando y es perder dinero cuando se sabe que saldrá o cualquier otra excusa. El motivo es claro, se están buscando prioritariamente los resultados en las elecciones sindicales y el incremento de la afiliación y eso es en disputa no con la empresa sino con el resto de sindicatos. Eso si, cuando vemos la tele, los lideres sindicales nos recuerdan a EPI y a BLAS, por su “supuesta inocencia “ y por ir juntos a todos los lados.

Quizás suene duro pero es la realidad, desde el  PCPE  nos solidarizamos con los trabajadores asesinados, con los heridos y sus familias.

La mina de Cerredo tiene un negro historial, como casi todas las minas, como casi todos los tajos de todos los oficios donde el capital exprime a los trabajadores. La tragedia se repite en la mina y, además, en la propia mina ya hubo un accidente en 2023 y otro en 2015. Según las estadísticas más de 5.000 fallecidos en las minas asturianas que se sepan y desde que hay registros.

Investigan las causas, como decía la canción “vendrán gobernadores, alcaldes, ingenieros…tratarán de salvar la pretendida viuda que se muerde el pañuelo…”

Los fallecidos entre 32 y 54 años de la provincia de León, y cuatro más heridos con traumatismos y quemaduras. Pero este gobierno y los anteriores y desgraciadamente los que los sustituyan pedirán para colmo que se aumente la edad de jubilación.

Siempre llaman la atención los muertos, los que no se recuperarán jamás, pero tendríamos que hacer mención de los miles y miles de heridos en los tajos. Muchos de ellos tampoco se recuperarán jamás.

La clase obrera paga con su sangre el beneficio del capital.

Nuestro más sentido pésame a las familias, nuestra solidaridad con todos los trabajadores de la mina.

Solo el pueblo organizado salva al pueblo

Secretaría de Movimiento Obrero del PCPE

¨En este título se conjugan elementos fundamentales de la vida de la clase obrera y las masas de trabajadoras/es¨.

Veámoslo, en síntesis: Batalla, guerra entre clases antagónicas, capital y trabajo, clases representadas por la burguesía y el proletariado. Sindicalismo, herramienta del movimiento obrero, de su unidad e intervención de clase, en defensa de sus intereses económicos y políticos. Salario "precio por el que la burguesía compra la fuerza de trabajo" a las y los trabajadores. Marx señaló y quedo demostrado que, el salario es el "precio de la fuerza de trabajo", una mercancía peculiar cuyo valor (lo que se paga al trabajador) es inferior al valor que genera en la producción (plusvalía). Este punto, hay que subrayarlo por la importancia que tiene el poder recuperar categorías científicas muy necesarias, ya que los ideólogos, teóricos y economistas al servicio del capital han conseguido, como mínimo, confusión y desorientación. Partimos del reconocimiento de que, dentro del modelo del sistema capitalista, la fuerza del trabajo es considerada una mercancía más. Esta mercancía, fuerza de trabajo, atesora una dualidad: es contener en ella, valor de uso y Valor. Hay una cuestión que históricamente se pretende ocultar que, la fuerza de trabajo es una mercancía peculiar, aun reconociéndole que tiene un valor, este valor es menor al valor que produce. Definimos esta contradicción, cómo extracción de plusvalía que, es el núcleo de la acumulación capitalista y la razón por la que la lucha obrera no puede limitarse a mejoras puntuales dentro del sistema, la batalla debe orientarse a la derrota del Capitalismo.

Este artículo no pretende desarrollar una ponencia o amplia exposición de la teoría del valor de uso y valor de cambio aplicado a la mercancía fuerza del trabajo. Pero consideramos muy necesario que sea señalado ya que es en torno a este elemento donde se asienta toda la cuestión de lo que pretendemos situar. 

De sombras y maquillajes hay que hablar cada vez que este gobierno de tahúres “hace algo por la clase obrera”.

Las declaraciones de Yolanda Díaz son para enmarcar: «Yo lo que tengo que dar es buenas noticias a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país y subir 50 euros el salario mínimo, es una cantidad muy importante…algo tan importante como que unos padres puedan dar pescado a su hijo, sus hijos o su familia”

Que sí, Sra. Díaz, que subir el SMI es importante, no veas, 1.184 € en 14 pagas que pone el SMI para 2025 en 15.876 €, por los que, a cambio, salvo correcciones de última hora, te va a obligar a tributar, porque se corrige el SMI pero no las tablas de IRPF.

Así que los 50 eurazos igual se quedan en menos 10, depende de las circunstancias familiares, pero es que, además, malditos filisteos, nos habéis subido la edad de jubilación. Vamos que hay que ahorrar para gastar más dinero en armas que Trump ha pedido llegar al 5% del PIB en gastos de defensa (perdón por el oxímoron de “defensa”).

Y en estas llegamos a los 72 años de jubilación que es lo que pedía la patronal, aunque esta misma patronal no te contrata en cuanto pasas de 50, pero esa es otra historia. El que no trabaja es porque no quiere, el pobre es pobre porque quiere… y todas esas fanfarrias que fascismo libertario está inculcando en las agendas de los gobierno vasallos de Europa.

Y mientras, los sindicatos callan, no todos, pero sí los mayoritarios, preocupados por las balanzas de pago y el PIB y no por las condiciones de vida de la clase obrera… y es que ellos ya no tienen conciencia de clase.

Sí, señora ministra, habéis subido el SMI tanto que presumís de haberlo subido un 61 % desde 2018, pero no dicen vuesas mercedes que la inflación subyacente (la de verdad, la que nos afecta a todos: alimentos, energía, transporte…) ha subido a un ritmo de dos dígitos anuales desde el año 2000. Así que nuestros salarios han bajado.

A efectos prácticos hay que establecer qué capacidad adquisitiva tiene la clase obrera hoy, en comparación con el año 2000. Famoso año de entrada en circulación del euro.

Es para estremecerse la cifra de muertos acaecidos en el estado español como consecuencia de accidentes laborales en los lugares de trabajo que el gobierno reconoce en el año 2024. Hablan ambiguamente de muchos muertos, no citan a los heridos graves e ignoran los múltiples pequeños accidentes de todo tipo que representan un número alto de atendidos en la sanidad pública y en las Mutuas Patronales privadas. Solamente en el periodo enero-junio de 2024 se produjeron 264.267 accidentes con baja en jornada, 1823 fueron graves y 299 mortales. 

Son mas que el año 2023, tanto en número de muertos como de heridos graves. Como justificación generalizada y generalizable a datos tan impactantes señalan que se han aumentado todo tipo de medidas pero no dicen nada de la causas fundamentales de este elevado número de accidentes como son la privatización de la actividad laboral pública, con subcontratación generalizada y la ausencia prácticamente nula de los servicios de inspección estatales.

La oportunidad que nos brindan los datos generales nos facilita hablar en lo concreto de la Huelga General sine die que los trabajadores y el sindicato Alternativa Sindical de Clase (ASC) han convocado para el próximo día 24 de febrero, coincidiendo con la fecha del accidente mortal de un compañero subcontratado de Palma de Mallorca.

Tras los brillantes suelos de la T4 de Barajas hay un mundo de miseria, de polvo, de gases tóxicos, de falta de luz, de peligros constantes y variados. Zumbidos de máquinas, vehículos que transitan, calor asfixiante en verano, frío intenso en invierno y una amenaza constante de ruido por encima de las cabezas hacen del lugar el dantesco escenario en el que trabajan cientos de trabajadores y trabajadoras. Todo ello para que unos metros más arriba las arcas de las empresas, subcontratistas privadas, que explotan hasta límites insufribles a los trabajadores y trabajadoras, se llenen  los bolsillos de una manera vergonzosa y criminal.

 

Los servicios públicos esenciales, como es el caso de la sanidad y de una adecuada atención sanitaria a los y las trabajadoras, son el principal punto de mira para los diferentes gobiernos (estatal y autonómicos) cuando se trata de recortar.

El mal llamado Estado del Bienestar no puede estar más en decadencia. Habiéndose renunciado hace décadas al modelo público de gestión de los sistemas sanitarios autonómicos, en la actualidad estamos en el momento en el que la privatización de la sanidad pública ha alcanzado su máximo auge.

No es casualidad que en todos los territorios del Estado español existan prácticamente los mismos problemas en sus respectivos sistemas sanitarios. La problemática tiene una única causa: mientras desmantelan la sanidad pública con recortes, abastecen a sus redes clientelares con dinero público, haciendo negocio con la salud de todos y todas nosotras.

En el caso de Andalucía, la sanidad pública está cada vez más deteriorada, ya no solo en la asistencia directa a pacientes en los Centros de Salud y en los Hospitales (listas de espera interminables, falta de citas previas, escasez de personal sanitario contratado, desmantelamiento de especialidades médicas, etc.), sino también en lo referente a todos aquellos servicios que la sociedad necesita para tener a su alcance una sanidad de calidad, siendo uno de esos servicios el transporte sanitario.

En este sentido, la situación del transporte sanitario en la Provincia de Córdoba, y más concretamente en los Hospitales de Montilla y Puente Genil, pertenecientes al Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, ha llevado a sus trabajadores a una Huelga en defensa de sus derechos laborales y salariales, situación que afecta también a municipios cercanos como es el caso de Aguilar de la Frontera.

Viernes 14 de febrero de 2025. Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. El rector, Lluís Serra, y el Secretario del sindicato CONSIVE Las Palmas, Tenesor González, firman ante las cámaras el acuerdo que pone fin a cuatro meses de huelga y más de cinco protestas. Este momento simbólico de la victoria del sindicato y la plantilla en lucha se desarrolla ante la mirada atenta del comité de huelga y del Decano de la Facultad de Veterinaria.

Las importantes mejoras conseguidas son de extraordinario valor, aunque muchas de ellas simplemente obligan a que se cumpla lo que dicen las leyes laborales más básicas. Hablamos, entre otras, del aumento de la plantilla, el pago de pluses obligatorios, el carácter retroactivo de estos pluses a 1 de enero de 2024, la adecuación del convenio de esta fundación a la realidad del sector sanitario, y la creación de una comisión de revisión del cumplimento de todos estos acuerdos. Pero más allá de eso, toca ahora gestionar el día después de la victoria desde un punto de vista sindical.

Cómo administrar sindicalmente una victoria.

Lo primero de todo es celebrar la victoria. A lo grande. Esto puede parecer una tontería, pero no lo es. La subjetividad de la plantilla debe estar acorde al logro conseguido.

¿Cómo? Lo antes posible. Primero difundiendo ante los medios de comunicación el relato de la victoria del sindicato y su plantilla, para que la “apisonadora mediática” de la parte patronal no empañe esta gran victoria. Después, organizando la necesaria fiesta de celebración de la plantilla en lucha que, además, en este caso, permita volver a cohesionar una plantilla que no es la misma que antes de la huelga. El desgaste hay que abordarlo. Cerrar heridas, reconocernos y felicitarnos en la victoria.

El capitalismo, presentado como el sistema económico más eficiente y justo por sus defensores, esconde una realidad cruda e innegable: la miseria como consecuencia inherente de su funcionamiento. A pesar de los avances técnico-científicos y el crecimiento económico global, millones de personas en el mundo viven en condiciones de pobreza extrema, explotación y exclusión. Esta miseria no es un fallo del sistema, sino un resultado directo de su lógica interna, basada en la acumulación de riqueza para unos pocos y la explotación de la mayoría trabajadora.

Como ya apuntara Marx en los Grundrisse, la miseria, el hambre y la desesperación por la supervivencia de millones de seres humanos favorecen que el capital pueda ejercer su hegemonía de poder. Es en los nichos de población sometidos a esta situación donde el poder burgués puede dominar con mayor facilidad. En relación con esta condición del ser humano, principalmente la clase obrera, Marx argumentaba que los trabajadores no pueden liberarse solo con ideas o discursos, sino que primero deben resolver sus necesidades materiales. En La ideología alemana, escribió: "No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia". Es decir, las condiciones materiales (económicas, sociales) son la base sobre la que se construye la conciencia y la acción política.

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