En su séptima semana de huelga, resistiendo el ataque de rompehuelgas y piquetes patronales y las amenazas de la empresa, ganándose el apoyo activo de colectivos y organizaciones obreras de todo el estado y del mundo, la asamblea de trabajadores/as de Santa Perpetua no se puede ver sola frente a la firma del ERE que castiga el coraje y la lucha de Santa Perpetua echando a la calle a 750 familias obreras y entra a saco en el salario de las restantes.

Son varios los meses a los que hay que remontarse para comenzar a mencionar los problemas a los que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras del Matadero Insular de Tenerife (MIT). En mayo de este año comenzaron los retrasos en el pago de las nóminas, situación que se alargó hasta el verano cuando la plantilla amenazó con ir a la huelga si no se resolvía la situación.

Ya en los meses de verano pudimos observar cómo el proceso concursal entre Ayuntamiento y empresas concesionarias se llevó por delante a 350 trabajadores. La primera reacción de los sindicatos fue titubeante y descoordinada lo que llevó a que estos compañeros y compañeras a verse expulsados de sus puestos de trabajo sin levantar revuelo.

 

 

La situación que está atravesando la plantilla de Navantia es hoy insostenible, la falta de carga de trabajo es ya absoluta y pese a las promesas de los políticos de turno está lejos de ser resuelta.

Acostumbrados al calor que hierve las calles de Madrid en verano, pocos fueron los que percibieron cómo estallaban chispas en el sector de limpiezas y jardines que amenazaban con hacer arder la ciudad como hoy ocurre. Nuestro ayuntamiento ofreció a las empresas un concurso público que implicaba un importante recorte presupuestario para cumplir el mismo servicio.

El pasado 4 de octubre se desconvocaba temporalmente la huelga indefinida que desde el 16 de setiembre enfrenta a la comunidad educativa de Balears contra las políticas precarizadoras de la educación pública.

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