Los días 4 y 6 de junio las/os trabajadoras/es de las cafeterías que gestiona Sodexo en el Hospital 12 de Octubre realizaron paros parciales a la hora de comer, en defensa de sus puestos de trabajo y  condiciones laborales, ya que sufren constantes abusos y arbitrariedades de la empresa. La plantilla paró al completo y la empresa tuvo que valerse de sucias artimañas para que abriera al menos una de las cafeterías que tiene en el hospital, vulnerando el derecho a huelga, trasladando trabajadores de otros centros y metiendo a nuevos empleados para ese día. Los trabajadores de Sodexo, lejos de amedrentarse, plantaron cara a la empresa mediante concentraciones en la puerta de la cafetería, que permaneció abierta en ambas jornadas de paro, informando mediante megafonía de la vergüenza que da comer en una empresa que no respeta los derechos de sus trabajadores.

Todo el pueblo trabajador de Ferrol y comarca (Ferrol, Eume y Ortegal) salió a la calle el pasado 12 de junio atendiendo a la llamada de unidad de las centrales sindicales frente a la desertización industrial de la comarca en que viven y trabajan miles de familias obreras. Un clamor de más de 100.000 asistentes protagonizó la mayor movilización que se recuerda en la ciudad que hoy registra una de las mayores tasas de paro (36%) de todo el estado mientras  salarios y pensiones están por debajo de la media estatal. En la jornada, precedida de una intensa campaña de agitación propagandística, Comunistas da Galiza tuvo una importante participación reclamando la extensión de la Huelga General al conjunto del estado y reivindicando la promesa de lucha que en 1972 la clase obrera ferrolana fue capaz de protagonizar desafiando a la dictadura. Quienes prometen soluciones que nunca llegan, son los mismos que luego ratifican en Bruselas las medidas que adopta la UE y que tratan de hacer pagar a la clase obrera las consecuencias de una crisis que no ocasionó.

Si algo queda claro después de esta y otras movilizaciones y huelgas generales, es la inutilidad de los planteamientos reformistas frente a la lógica invariable del capitalismo, que hará cuanto sea necesario para mantenerse en el poder sin importar el sufrimiento y la miseria de la inmensa mayoría del pueblo trabajador. En la medida en que las fuerzas revolucionarias y el Partido Comunista seamos capaces de generalizar y politizar la lucha, la posibilidad de mantenerla dentro de los límites compatibles con la colaboración de clases, será cada vez menor.

Lo  ocurrido a los/as trabajadores/as de Isofotón, 354 despedid@s, impago de salario e indemnización, concurso de acreedores, es lo que reserva el capitalismo a quienes producen todas las riquezas con su  trabajo  bajo el atropello  patronal. La crisis capitalista  arrasa los derechos sociolaborales conquistados en décadas de lucha.

Los partidos burgueses  no están tomando medidas equivocadas, sino las correctas para  aumentar los beneficios de sus amos. Las reformas laborales PSOE-PP han minado los derechos fundamentales de la clase obrera y facilitado  la impunidad de los ERE’s empresariales.

La Junta de Andalucía, responsable de la llegada de los actuales propietarios de la empresa, tras entregar millones de dinero público en ayudas para "mantener el empleo", ignora a los trabajadores/as  desde la presentación del ERE, y ambos (PSOE-IU)  votaron en el Parlamento andaluz contra  la propuesta de investigar el destino de esos fondos. Todo ello en una empresa productiva industrial  (tan escasas en Málaga), en beneficio de especuladores que destruyen empleo y derechos.

La clase obrera debe unirse y organizarse desde la base contra estos ataques. Los/as trabajadores/as de Isofotón tienen la solidaridad del PCPA-PCPE y los CJC de Málaga en su  lucha contra el ERE y por  sus puestos de trabajo.

 

 

 

Expedientes extintivos suceden a los EREs temporales que la multinacional energética  planteó como  coyunturales. Cientos de trabajadores/as serán despedidos en el Estado español por Alstom Power con las excusas de "adaptarse a la nueva realidad del mercado y garantizar sostenibilidad operativa" y de "la situación económica y la paralización del plan de energías renovables por el  gobierno". En sus plantas y oficinas de Buñuel (Navarra), Zamora, Las Palmas, A Coruña, Toledo, San Fernando, Bilbao, Cornellà, Madrid y Barcelona, despiden para deslocalizar su producción a países en los que poder sobreexplotar más aún  a la clase obrera.

Solidaridad con l@s trabajador@s de Alstom: ¡Ni un despido, ni un  cierre sin lucha!

 

Cuando el hastío, la desesperación y la propaganda de los aparatos burgueses de comunicación hacen creer, a un amplio porcentaje de trabajadores y trabajadoras, en la posibilidad de una pronta corrección o giro inminente en las políticas que generan la situación de miseria y precariedad en la que viven aterradas millones de personas sin presente ni futuro en esta sociedad capitalista,

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