Casi el mundo conoce el diccionario de uso del español creado por la bibliotecaria y lexicógrafa María Moliner, y muchos y muchas lo hemos utilizado, sin embargo, casi nadie sabe quién fue María Moliner y cuáles fueron sus logros.

María nació en un pueblo de Zaragoza en 1900 inaugurando el siglo, pronto la familia se traslada a Soria, y más tarde a Madrid, allí cursan sus estudios, tanto María como su hermano Enrique y su hermana Matilde en la Institución Libre de Enseñanza, y es en esta institución donde María, comienza a sentir su vocación hacia la lingüística y la gramática, lo que la llevó a estudiar Filosofía y letras y especializarse en filología y lexicografía.

Aunque mi padre, Thomas Flynn, al emigrar provocó que me nacieran en 1890 en New Hampshire, en cada generación de Irlanda ha habido un levantamiento y mis antepasados tuvieron fama de estar en cada uno de ellos. Educada en el significado de esa herencia, cuando entendí el imperialismo británico, fue una ventana abierta a todo el imperialismo. Mi infancia en el sur del Bronx, acompañando a mi progenitor, dejó claro en mí a través del socialismo científico que no era culpa de un pobre hombre si estaba sin trabajo ... y no eras un “fracaso” porque no ascendías a las riquezas en las espaldas de tu prójimo.

Lo primero que acude a nuestra mente cuando escuchamos el nombre de Alfonsina Storni es la imagen del mar, de un mar con olas en el que se adentra una mujer, poco a poco… Alfonsina y el mar.

Alfonsina Storni nació en un pueblo de la Suiza italiana, Sala Capriasca, el 29 de mayo de 1892. Sus padres, Alfonso Storni y Paulina Martignoni, de nacionalidad suiza se habían instalado en este pueblo, tras regresar de San Juan, Argentina, donde habían emigrado, como muchos otros europeos. Unos años después, deciden volver a San Juan, hasta que en 1900 se instalan en Rosario.

 

Dolores Jiménez y Muro escritora, poeta y revolucionaria, ejemplo de talento, autonomía y energía revolucionaria. Nació en 1870 en el seno de una familia liberal de San Luis Potosí, que sin dejar de ser patriarcales, permitían a las mujeres una mayor libertad para leer, formarse y hasta ser escritoras o profesoras.

Mujeres como Dolores Jiménez, Juana Belén y Elisa Acuña, eran periodistas, fundadoras de grupos políticos de obreros y de mujeres, de diarios y revistas, estrategas y dirigentes de protestas públicas, también prisioneras políticas, intelectuales en el exilio y organizadoras de actividades en la clandestinidad.

Durante el porfiriato, en 1883, participa en acciones filantrópicas que le ayudan a tomar conciencia de la condición de las y los trabajadores, de su miseria y explotación, desde la cárcel se asume como testigo de la pobreza rural y urbana de muchos mexicanos.

Luisa Carnés Caballero nace en Madrid en 1905 en el seno de una familia obrera, su padre Luis Carnés era barbero y su madre Rosario Caballero, sastra. Luisa era la mayor de sus seis hermanas y hermanos, y con tan solo once años tuvo que abandonar los estudios para ponerse a trabajar como aprendiza en el taller de sombreros de su tía.1 Son años duros en los que desempeña varios oficios, pastelera, telefonista, mecanógrafa, al mismo tiempo que continua formándose por su cuenta, toda esta experiencia la veremos después reflejada en sus novelas.

Lectora empedernida, leía casi todo lo que caía en sus manos y era una asidua de las librerías populares de intercambio. Entre sus autores favoritos se encontraban Tolstói y Dostoievski, autores que marcarán el estilo de su primera novela.

 

Un 29 de febrero de 1916, bisoño el siglo XX y sin que se vislumbrara el acontecimiento más importante para la clase obrera, nace Olga Luzardo en Paraguaypoa, Estado de Zulia.

Revolucionaria y comunista consecuente, recorriendo su periplo vital y militante (ambos se funden en esta mujer extraordinaria), transitamos en dos siglos por la historia de la lucha de clases en Venezuela. Luchadora incansable de mil batallas, incluida la clandestinidad, destaca por su constante participación en organismos de base del PCV y por su firmeza en el desarrollo y defensa de su Partido frente a las tendencias liquidacionistas.

La mayor parte de los datos que tenemos sobre la vida de la luchadora comunista Elsa Wolff Papke, (recogida en el libro “Incógnitas. Mujeres de izquierdas en Gran Canaria: 1931-1936”, del historiador grancanario Agustín Millares Cantero, hijo del insigne poeta comunista Agustín Millares Sall), proceden de testimonios orales de personas que la conocieron.

Nacida en Berlín, en el seno de una familia acomodada, perdió a su primer compañero durante la I Guerra Mundial. La muerte de su cónyuge en una guerra imperialista hizo que su vida diese un giro que la llevó, seguramente, a incorporarse al Partido Comunista de Alemania, puesto que contaba con una sólida formación marxista cuando llegó a España, tras la proclamación de la II República.

Hoy traemos a la columna “La Mujer Nueva” a Lyudmila Pavlichenko (1916-1974) la más conocida de las 2.000 mujeres francotiradoras que el Ejército Rojo tuvo entre sus filas durante la II Guerra Mundial, de las que solo sobrevivieron y pudieron ver la victoria soviética unas 500, entre ellas nuestra protagonista.

El “Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer” se conmemora a propuesta de las feministas latinoamericanas y caribeñas que, en su primer encuentro en Bogotá, propusieron la fecha del 25 de noviembre. La elección no fue ni casual ni caprichosa. Un 25 de noviembre de 1960 fueron brutalmente asesinadas tres de las cuatro hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa. Mujeres de la República Dominicana y símbolos visibles de la resistencia contra la dictadura del General Rafael Trujillo. Ellas se atrevieron a desafiar al dictador, y por esa actitud fueron perseguidas y encarceladas en distintas ocasiones. Las Mariposas, como se les conocía en clave, y cuyo sobrenombre luego fuera escogido por la novelista domínico-americana Julia Álvarez para escribir su libro sobre ellas, eran plenamente conscientes de los riegos de su lucha.

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