Wadi Hummus, el barrio de Sur Baher, entre Jerusalén y Behlehem, está hoy lleno de escombros. Militares israelíes invadieron la zona el Lunes y destruyeron con excavadoras y explosivos en solo unas horas las casas de casi un millar de palestinos. Israel espera que los palestinos que viven allí sigan adelante y desaparezcan entre los más de seis millones de refugiados palestinos que las políticas de limpieza étnica de Israel ya han causado. Asume que nosotros y las personas de todo el mundo se olvidarán.

Más allá del sufrimiento humano de la gente en Wadi Hummus, la insensibilidad política del régimen del apartheid de Israel y la indignación que nos asalta a cada uno de nosotros, para generar una reacción efectiva ante lo que ocurrió, debemos analizar el contexto y la importancia de demoliciones a gran escala en Sur Baher.

El acuerdo del XV Pleno del Comité Central del PCPE, de iniciar los trabajos para celebrar el XI Congreso del Partido en el mes de julio del año 2020, marca el punto de arranque del que ha de ser uno de los Congresos más importantes de nuestra historia, que arrancó en enero de 1984.

Cuando las relaciones de producción existentes en una sociedad se convierten en un obstáculo para el desarrollo de las propias fuerzas productivas de esa sociedad, decimos que se abre una época de revolución social dentro de ese sistema. Es lo que afirma Marx en el Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política. Corría entonces el año 1859.

¿Estamos en una época de revolución social? ¿Existe, en la actual sociedad capitalista, una situación en la que las fuerzas productivas no pueden alcanzar un grado superior de desarrollo porque la propiedad privada de los medios de producción lo impide?

Si la respuesta a la segunda pregunta es afirmativa, entonces hay que contestar a la primera diciendo que sí estamos en una época de revolución social

 

Manifestación contra la apertura de los centros comerciales en festivo  

El PCPE lleva  años manteniendo una campaña contra el trabajo en festivos, porque consideramos que ni crea empleo ni mejora el ocio de la clase obrera. Todo lo contrario, nos incitan al consumo desaforado, trabajamos para consumir.  El capitalismo está consiguiendo que le hagamos el trabajo sucio, porque podríamos usar los festivos para pasear, disfrutar de las amistades, leer, hacer deporte, tantas y tantas cosas que hasta hace poco hacíamos y ya no hacemos porque todo eso está dentro del centro comercial. Quieren la sociedad: abierto hasta desfallecer.

“Comercializarás las fiestas”. Éste es el mandamiento del capital, cada vez más exigente y coercitivo, como así lo demuestra cada nueva ley valenciana de comercio.  Los de la Ley de Dios, ni abren la boca para defender su 3er mandamiento, que llama a santificar domingos y fiestas “de guardar”. Todo vale en el intento de incrementar el PIB, del que la Iglesia Católica se lleva más del 1% cada año: ¡Religión y Capital, alianza criminal!

Tratar de construir un axioma social siempre es un riesgo, pero negar, una y otra vez, la evidencia de los datos para evitar hacer una afirmación evidente también lo es. Con el PSOE pasa que, por más que sean las evidencias que demuestran lo contrario, se le sigue llamando de “izquierdas” y contando con él como pieza imprescindible para iniciar procesos políticos favorables a los intereses populares.

La OTAN, el €, la UE, las reformas laborales, la corrupción, el GAL, la Constitución del 78 y la monarquía, el Concordato, las bases yanquis, o los ataques a las pensiones, parecen no ser suficientes para afirmar y caracterizar al PSOE como un partido burgués. Un Partido histórico de la socialdemocracia con una amplia base electoral obrera a la que manipula, engaña e inocula valores conservadores y la convicción de que esta es la única sociedad posible. Adalid del anticomunismo, asienta en la clase obrera la posición aristotélica de la inmovilidad social de las cosas y la asimilación constante del mal menor. En su discurso la clase desaparece, e incluso la aristocracia obrera, que venía siendo su base electoral más sólida, es sustituida por el paradigma individual del llamado “emprendedor” al que se constituye en el modelo social referencial.

 

Resumen: En términos comparables, España es el tercer país de la Unión Europea con la factura de luz más cara, solo por detrás de Alemania y Portugal. En este artículo vamos a explicar por qué la luz en España tiene un precio más alto y cuáles son los motivos de estas subidas.

¿Quién determina el precio de la luz?

Desde la última reforma energética, los consumidores pueden elegir entre contratar la luz en el mercado libre, donde las empresas privadas dictan los precios, o en el mercado “regulado”, en el que el Estado fija los precios de la luz, pero siempre en base a los resultados de la subasta del mercado mayorista de la electricidad, también conocido como pool. La realidad es que las tarifas del mercado libre también pueden encarecerse en función de este mercado mayorista, por lo que podemos afirmar que es el pool quien determina, al menos, el precio más económico por la luz, salvo en muy contadas ocasiones en las que una comercializadora consigue mejorar la tarifa del mercado regulado, llamada tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). 

El XV Pleno del Comité Central del PCPE, celebrado en Madrid los días 5 y 6 de Julio de 2019, ha decidido convocar el XI Congreso del Partido para el mes de julio del año 2020. Con este acuerdo se abre un intenso proceso congresual, de un año de duración, que concluirá con las sesiones plenarias que celebrará el conjunto de camaradas que se elijan en las células, como expresión máxima de la soberanía del Partido hasta la elección del nuevo Comité Central al final del mismo.

Un largo y dinámico proceso de debates, con importantes retos orientados a convertir el proceso de preparación de nuestro XI Congreso en un hecho de especial relevancia para el desarrollo de la lucha de clases en nuestro país. Un ejercicio práctico de materialismo histórico que trasciende nuestras filas al constituirse en referencia programática y organizativa fundamental para los sectores más avanzados de nuestra clase y nuestro pueblo.

El País Valenciano es uno de los territorios del Estado español en que socialdemocracia y oportunismo lograron alcanzar un acuerdo tras las Elecciones Autonómicas de 2015, y muy probablemente lo hagan tras las de 2019, aquí con el nombre de “Pacte del Botànic”, para conformar uno de los llamados “gobiernos del cambio” con PSOE, Compromís y Podemos. El alivio que suponía desalojar de la Generalitat Valenciana a la derechona reaccionaria y corrupta encarnada por un PP que la había ocupado durante dos décadas, unido a la desmovilización de la clase trabajadora de nuevo engañada por el reformismo con las consabidas promesas de un “cambio” desde las instituciones, llevó a una sensación de “pax romana” social mientras se continuaban degradando las condiciones objetivas de vida y trabajo de nuestra clase.

Recientemente, el periódico "El País" ha revelado la intención del gobierno español de autorizar un aumento sustancial de las fuerzas de los EEUU desplegadas en las bases en nuestro territorioi. De acuerdo con la noticia, tal incremento consistiría en un grupo de helicópteros navales que constituirían la fuerza aérea embarcada de los cuatro destructores de la clase "Arleigh Burke", de la que ahora no disponen.

Estos destructores, dotados del sistema AEGIS, constituyen el componente naval del Sistema Antimisiles que los EEUU están desplegando en territorio europeo, cuyo propósito sería disponer de la capacidad de destruir los misiles nucleares estratégicos rusos en los primeros momentos de su vuelo. El despliegue de este sistema antimisiles en las proximidades del territorio ruso (contraviniendo el Tratado ABM que fuera adoptado de común acuerdo en 1972 y abandonado unilateralmente por los EEUU en 2002), les adjudica la ventaja de poder destruir los misiles rusos nada más ser lanzados, cosa imposible para Rusia, que no posee instalaciones militares en las proximidades del territorio estadounidense. De esta manera, los EEUU rompen el equilibrio entre ambas potencias nucleares, que se basaba en la convicción de que el ataque desencadenado por una de ellas sería inmediatamente respondido con un potencial equivalente por la otra.

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