Andamos en estas fechas dando vueltas a las distintas posibilidades de formar un gobierno en el Estado Español. Los alegatos de las fuerzas sistémicas en relación a este tema son muy diversos, desde el “no a un gobierno con los extremistas de Podemos”, hasta “no a un gobierno sin los independentistas”, y, por ahora de una forma más tímida, “sí a un gobierno de los constitucionalistas, sin los independentistas”.

La evidencia compartida es que las Elecciones del 10-N no resolvieron nada a la clase dominante, y que, después de tantos meses, la situación es muy similar. Con algunos cambios, menores cuantitativamente, pero significativos en los cualitativo. Por un lado la caverna fascista ha salido fortalecida, cuyos votos se obtienen de la suma de los que vienen del franquismo sociológico que dejó la llamada Transición, con los que proceden de los sectores burgueses aterrorizados ante la posible pérdida de sus privilegiadas condiciones de vida, que siempre terminan recurriendo al fascismo. Por otro lado el nacionalismo catalán, y también el vasco, salen fortalecidos. Especialmente significativo el caso de Catalunya, que merece un párrafo aparte.

COMUNICADO

El Ministerio de Asuntos Exteriores español publicó este miércoles un sorprendente comunicado en el que desaconseja a sus ciudadanos de viajar a los campamentos de refugiados saharauis, escudándose en supuestas “amenazas a la seguridad” que, alega, podrían ser causadas por lo que llama "una creciente inestabilidad en el norte de Malí".

El Gobierno de la República Saharaui y el Frente Polisario expresan su profunda consternación y asombro por esta "sospechosa" declaración, porque esta advertencia de no visitar a los campamentos de refugiados saharauis no está lo suficientemente fundamentada, salvo si hay razones y objetivos políticos concretos que denotan una manifiesta complicidad que atenta, no sólo contra estos refugiados, sino también contra el país que los acoge.

La clase dominante en España tiene nuevo gobierno. Todo apunta a que, una vez más, la socialdemocracia se ofrece como gestora de la crisis capitalista y todo apunta que puede alcanzar la mayoría parlamentaria que se lo permita. A pesar de las desconfianzas que pudiera generar UP a los sectores más rancios y franquistas de la oligarquía y del nacionalismo periférico, la opción de una gestión de las crisis liderada por partidos de raíz obrera y popular se ha impuesto. A la esperanza de aminorar la reacción que, sin duda, generará la sucesiva aplicación de recortes en derechos laborales y sociales impuestos por la nueva fase de la crisis que ya asoma a la puerta, se suma la confianza en que, una opción menos reaccionaria y chovinista que la que representan PP, Vox y Ciudadanos, pueda abrir algunas vías que permitan rebajar el grado de confrontación territorial, muy especialmente en Catalunya. 

CONTINÚA LA CRISIS DE PODER Y LA INCAPACIDAD DE LA OLIGARQUÍA PARA RESOLVERLA 

El resultado de las Elecciones Generales no resuelve la cuestión de la formación de un nuevo gobierno, y sobre quién recaerá la responsabilidad de conformar el nuevo poder ejecutivo 

Como consecuencia inmediata de la profunda crisis económica de carácter estructural que se evidenció con toda su fuerza en 2008, el capitalismo español –cada día más concentrado y dependiente de sus negocios en el extranjero- es incapaz de resolver la situación de boqueo institucional, y confrontación territorial, en que está instalado el Estado Español. Ante la quiebra del modelo de Estado legitimado por la Constitución del 78, los sectores dominantes de la oligarquía centralista y la monarquía, solo contemplan como alternativa a esta situación la represión y el recorte de libertades y derechos laborales y sociales. Junto a ese bloque de poder, todos los representantes políticos del sistema, pese al acuerdo global en cuanto al marco general, son incapaces de consensuar el calendario de las medidas antiobreras y antipopulares que, sin la menor duda, nos depara el futuro del capitalismo español. Esa es la verdadera dificultad para conformar una mayoría de gobierno; ese es el escollo que enfrentan, incluso quienes, desde la nueva socialdemocracia con su discurso interclasista, dicen defender el interés de la “gente” 

Ante los graves, amenazadores y preparativos sucesos del Golpe de Estado contra la mayoría del pueblo boliviano y su presidente reelegido en las urnas, Evo Morales Ayma, el PCPE denuncia la nueva agresión que el imperialismo norteamericano, a través de los sectores oligárquicos de la propia Bolivia, trata de ejecutar impunemente.

La ofensiva desesperada del imperialismo contra los pueblos y los gobiernos que no se pliegan a todos sus intereses, generan una agudización de la lucha de clases a nivel internacional que no permite ni una falsa neutralidad, ni un mirar hacia otro lado.

Pedro Sánchez ha propuesto a la Comisión europea la aplicación, a partir del 2020 y de forma progresiva, de la denominada “mochila austriaca”. Un plan de pensiones privado que se cobra de forma diferida.

No son “Fake News“, no son noticias falsas. No es invento de la derecha derechona con ánimo de restar electorado a la izquierda (en especial al PSOE). Es una propuesta seria, muy seria, tan seria que fue enviada al Consejo Europeo pocos días después de que Pedro Sánchez ganara las elecciones. El nombre del documento es: Programa de estabilidad 2019-2022[1] (las líneas económicas del futuro gobierno). En paralelo, también se envió el denominado Programa Nacional de Reformas [2] (las leyes y decretos que piensa aprobar el ejecutivo).

En estos documentos se definen las líneas fundamentales y algunas concreciones en temas como relaciones laborales, pensiones, recortes, previsión de déficit público, etc. Es la hoja de ruta del nuevo gobierno, que se pondrá en marcha con la bendición de la Comisión Europea. Nuestro país, no lo olvidemos, perdió su soberanía cuando Zapatero y las derechas, estatales y nacionalistas, modificaron la Constitución para asegurar el pago de la deuda.

 

La división de la clase obrera en sindicatos fue uno de los grandes aciertos del capitalismo, al conseguir que compitan entre ellos, por sus intereses, que algunas veces están por encima de la clase a la que dicen representar. En sus estatutos, algunos hablan de unidad, pero esa unidad solo la vemos en las altas direcciones para llegar a acuerdos con la patronal o el gobierno, no se da en las empresas. Cuando bajas, te encuentras, algunas veces, con mucha rivalidad sindical no exenta de odio y juego sucio en ocasiones, todo por obtener delegados, no mejoras para la clase obrera.

Las pensiones y los derechos de nuestros pensionistas y jubilados se defienden en la calle luchando contra los recortes y las privatizaciones. Es urgente un plan púbico de residencias para personas mayores y dependientes que deje de entregarle la salud y el bienestar de nuestros mayores y dependientes a las empresas.

Para defendernos como clase y lanzar una contundente contraofensiva en defensa de nuestros derechos laborales. Basta ya de pactos sociales y conciliación de clases que solo nos hacen retroceder. Todo lo ganamos luchando y todo lo perderemos si no luchamos unidos y conscientes de nuestro papel central en la sociedad. Si la clase trabajadora somos quienes todo lo producimos, tenemos derechos a decidirlo todo.

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