Hoy he aprendido sobre reggaetón y acudiendo a la RAE posee ritmo, melodía y armonía y estructura, así que hay que incluirlo como música. No obstante es sospechoso que la Biblioteca del Congreso de EE.UU lo incluya como música popular contemporánea.
Y es que todo está ligado o como dijera Marx “la ideología dominante es la ideología de la clase dominante”.
El reggaetón acapara radios, conciertos (parece irónico) y es parte de la educación del sistema a la juventud. No hay que pensar, mensajes cortos, sin contenido, solo bailar y con una carga sexual importante. Una vuelta más al sexo, drogas y rock’n’roll pero sin calidad musical.
Es cierto que el reggaetón suele basarse en estructuras repetitivas (como el ritmo dembow), pero esto no lo excluye de ser música. Géneros como el techno, el minimalismo clásico (Philip Glass) o incluso el punk también se apoyan en patrones cíclicos. La complejidad no siempre define el valor artístico: el blues de tres acordes o el folk tradicional han generado obras maestras con recursos limitados
Muchos géneros han sido despreciados antes de ser aceptados (el jazz fue "música de burdeles", el rock "ruido para adolescentes"). ¿Podría ser el reggaetón un caso similar?
Sí y no. Ya, una respuesta muy gallega (perdón a los gallegos por la broma simple).
Es obvio que la industria musical busca hacer dinero y es mucho más fácil sacar a cualquiera de un rincón y ponerlo a hacer el ganso, con samplers, loops, autotune y una coreografía más sencilla que el izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres (perdón por si algún reggaetonero ya se ha perdido), que acudir a músicos de los que se recorren pueblos, verbenas, teatros y otros rincones donde les dejen o les paguen un mínimo para hacer música.
Industria acelerada: Se producen canciones en horas, no en meses.
Público masivo: Muchos oyentes buscan evasión, no introspección.
Pero, además, el género (por llamarlo de alguna manera) reggaetón puede ser una contestación al exceso de ñoñería de una sociedad que condena cualquier cosa que se salga de la ideología dominante. El problema es que el reggaetón se queda en la forma y no llega a romper esa capa de falsedad social, y no solo no ataca al sistema sino que se mueve dentro de él, exacerbando el individualismo y la banalidad.
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- Escrito por Juan Luis Corbacho
Ilustración: Moro
La realización de la Feria Internacional del Libro de La Habana es una contundente muestra del valor que el Estado cubano le confiere al libro y la lectura. Con la premisa martiana ‘Leer es crecer’, la temática que nos convoca ‘Leer es construir identidad’, ratifica que, solo una lectura forjada desde la identidad cultural de una nación puede permitir a cada persona construir una cultura rica, solidaria y plena de opciones.
“En la oferta de tres millones de libros físicos y dos mil libros digitales, se expresa la voluntad de un país para que su pueblo siga teniendo acceso a la lectura, como una fuente inagotable de conocimientos”, agregó Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, quien comentó que entre las novedades de esta edición se encuentran las Aulas de Lectura, que funcionarán a lo largo del país, a las que asistirán alumnos y profesores. “Será un marco propicio para el intercambio y un impulso importante al Programa Nacional Por la Lectura”.
“En toda Cuba se dispondrán de más de tres millones de ejemplares para el público, que también podrá adquirir sus libros digitales que se podrá descargar gratuitamente en sus presentaciones”, explicó Rodríguez Cabrera.
El directivo reconoció que en esta oportunidad seguirá existiendo una diferencia de precios entre los libros nacionales y los traídos del exterior. “Nunca el precio de un libro de un expositor extranjero se va a parecer a la subvención que el Estado cubano hace para que el libro siga llegando a la familia”, advirtió.
No obstante, señaló que habrá descargas gratis de libros digitales y, ante las limitaciones actuales, la Feria se acercará al barrio: “Este es el empeño de una nación que quiere demostrar al mundo que, a pesar de las dificultades, su fiesta del libro será una realidad. No faltará la entrega y estoy seguro de que nuestro pueblo nos acompañará en este importante evento cultural”, concluyó Juan Rodríguez Cabrera.
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- Escrito por Lina Rey Gallego
Es un icono del Pop que ha sobrevivido a la Era estelar del pop. Fundó una de las grandes bandas de la música electrónica a nivel internacional: Pink Floyd. Las obras míticas de The Wall o La cara oculta de la luna, así como Whish you were here forman parte de la memoria vivencial de generaciones y generaciones.
Había sido vetado por Bolsonaro en Brasil, su compromiso antiimperialista se caracteriza por una gran firmeza y lealtad a las luchas de los pueblos, la denuncia del carácter guerrerista de la OTAN y de Yankilandia.
Las giras son apoteósicas por los continentes del mundo, sus conciertos se convierten en verdaderas mareas de un público entregado a su música desde México hasta Sudamérica. En la decadente Europa se dio el caso de la maniobra de cancelar el concierto en la pasada primavera en Francfurt por parte de los dueños y accionistas de los derechos de la Messe Francfurt, que dieron instrucciones en el Festhalle el pasado mes de mayo.
Representa una voz imprescindible en la solidaridad con Palestina, continuamente el líder de Pink Floyd denuncia el muro que imponen los sionistas a los palestinos, cientos de kilómetros de cemento en Cisjordania, valla eléctrica en Gaza, así como el muro en la frontera con México o el muro impuesto por la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental, privando de su tierra al pueblo saharaui.
Recientemente sus conciertos han sido verdaderos tsunamis como el del pasado 17 de noviembre en Uruguay con su puesta en escena de The bravery of being out of range. El fracaso del lobby israelí ha sido estrepitoso, memorable el escenario donde denuncia a los presidentes yankis desde Reagan a Biden como criminales de guerra. Su voz retumbó también en las entrañas de la Argentina del demente prosionista Milei.
Miguel Ángel Rojas
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- Escrito por Miguel Ángel Rojas
Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
En mayo de 1933, tres meses después de que el presidente Hindenburg nombrara a Hitler canciller de Alemania, las obras literarias de Bertolt Brecht fueron calcinadas en una hoguera frente a la Ópera de Berlín. La suerte estaba echada para el gran dramaturgo alemán. Con la feroz represión nazi pisándoles los talones, Bertolt Brecht y su familia tuvieron que exiliarse en el extranjero. El renombrado intelectual cumplía con una de las mayores herejías de su tiempo: ser comunista. Y así sucedió el 28 de febrero de 1933, justo un día después del incendio del Reichstag por los nazis. Primero se dirigieron a Dinamarca, donde residieron cinco años, después se instalaron en Finlandia y, por último, de 1941 a 1947, vivieron en los Estados Unidos. Durante la estancia en los países nórdicos, Bertolt Brecht dedicó su producción teatral a algunas excelentes obras de lucha y combate. Fueron (y son) los casos ejemplares de Terror y miseria del III Reich y de Los fusiles de la Madre Carrar. En la primera pieza, estrenada en 1938, Brecht muestra y analiza la vida en la Alemania nazi de los años 1930.
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- Escrito por José L. Quirante