Antes de nada, debo señalar que soy un perfecto ignorante sobre la realidad china y africana, por lo que en este artículo no se va a disertar sobre el carácter socialista chino ni sobre la realidad africana. Pero considerando que África es nuestra frontera sur y que China es la segunda potencia mundial y en muchos aspectos la primera, es de interés acercarse a una cuestión que rompe las costuras del tablero geopolítico mundial.

África, y especialmente el África subsahariana, ha sido una región controlada por las antiguas potencias coloniales europeas y por los Estados Unidos como potencia imperialista hegemónica. En la última década, no obstante, China ha puesto su mirada en África, disputando seriamente la hegemonía del imperialismo atlantista.

Tras la realización por video conferencia, durante los días 10 y 11 de diciembre, de una Reunión Extraordinaria del EIPCO (Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros), no podemos dejar de señalar nuestra inquietud por la dinámica que, en general, se expresa en el que, aún hoy, sigue siendo el marco de trabajo más importante del Movimiento Comunista Internacional (MCI).

Un Espacio nacido en 1998 para compartir análisis y experiencias de intervención, que ayudasen a definir una posición común que hiciera sus acuerdos más relevantes para el desarrollo de la lucha de clases, sigue situado en la incapacidad práctica para cumplir esa tarea absolutamente necesaria, aunque ciertamente complicada.

No hablamos de una Internacional, simplemente reclamamos la necesidad de levantar una posición común del mayor número de partidos comunistas y obreros en cuestiones centrales de la lucha por el Socialismo.

La lucha por la Paz y contra la guerra imperialista, el Frente Mundial Antiimperialista, la libertad de los presos y presas del Imperialismo, el sindicalismo de clase y el papel de la FSM, la táctica y la política de alianzas, la defensa del derecho de Autodeterminación, el papel de la cultura, un análisis profundo y actualizado del imperialismo,

En el marco de las relaciones que mantenemos con el Partido Comunista de Cuba a través de su embajada en Madrid y en los diferentes consulados, se han mantenido dos relevantes encuentros bilaterales con sendas representaciones de miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

El primer encuentro se desarrolló el 11 de noviembre con el compañero Dahnis Díaz, que, entre sus funciones y tareas emanadas de su condición de diputado de la Asamblea, destaca por sus conocimientos en materia y labor para desarrollar la calidad de la infancia en Cuba. Por parte de la JCPE estuvo presente el camarada Nicolás Felipe, que tomó nota de los instrumentos con los que se operan en Cuba en este ámbito tan relevante para la Revolución. En el encuentro también estuvo presente el camarada Víctor M. Lucas, como responsable de la Secretaría Internacional del PCPE. Con seguridad, en la próxima brigada de la JCPE a Cuba, se abordará con mayor profundidad este tema que tiene unas importantes carencias en las familias obreras del estado español.

El 21 de noviembre el pueblo bolivariano de Venezuela estaba convocado para depositar sus votos a las listas y candidatos que se presentaban para ser electos en las elecciones municipales y regionales.

En Venezuela, desde el triunfo de Chávez en 1998, todas las elecciones se han celebrado bajo la lupa del imperialismo que pretendía deslegitimar todas y cada una de ellas para justificar su injerencia, amenazas de intervención y sanciones impuestas unilateralmente con la pretensión de que otros gobiernos regionales, tan débiles como siervos de su amo, engrosaran sus filas (léase, por ejemplo, el Grupo de Lima). También bajo ese paraguas se parapetaba la UE y los acólitos gobiernos de sus estados miembros, incluidos los del estado español en sus distintas expresiones, socialdemócratas de estirpe liberal y la derecha cavernícola de rancia tradición colonialista (por recordar el intento de golpe de estado del patrón Carmona en abril del 2002).

Desde el pasado 1 de septiembre es prácticamente imposible abortar dentro del estado de Texas. Un momento, ¿pero el aborto no era un derecho constitucional en EE.UU. desde 1973?

Así es, si bien en EE.UU. el aborto está despenalizado y es legal, cada estado tiene potestad para legislar. Son unos cuantos estados los que llevan tiempo intentando aplicar leyes antiaborto; sin embargo, hasta ahora habían sido frenadas por los tribunales. Texas ha sido la primera en conseguir aplicar este tipo de leyes.

Esta nueva ley prohíbe practicar un aborto una vez que sea detectable actividad cardiaca en el feto. Esto suele suceder aproximadamente en la sexta semana de embarazo, por eso es prácticamente una prohibición total.

Con toda la suerte de su lado, teniendo ciclos menstruales completamente regulares, una mujer se puede percatar de su embarazo antes de las 4 semanas. Esto rara vez ocurre, pues son la mayoría las mujeres que no son conscientes de esta circunstancia hasta pasada la sexta semana. Esto hará que para las mujeres de Texas abortar no sea posible.

El ajustado plazo para abortar no sólo afecta en ese sentido. Debemos recordar que la sanidad en EE.UU. no es un servicio público, por lo que tanto las consultas como la intervención de interrupción del embarazo suponen un gran desembolso económico que la mujer trabajadora no puede afrontar.

El conflicto soterrado entre Marruecos y Argelia se incrementa en varios grados de tensión militar y diplomática. Todo ello a raíz del aumento en el enfrentamiento bélico entre el Frente Polisario y las fuerzas marroquíes. Esta escalada viene a confirmar el papel de agente político activo que la monarquía marroquí está asumiendo para el imperialismo en el norte de África. El sujeto principal de la estrategia de dominación estadounidense en el norte del continente, que lo convierte en el referente principal de los intereses neocoloniales en esa zona, en un papel similar al protagonizado por Israel en el Oriente Próximo. En este caso habría que sustituir a los palestinos por los saharauis y Siria por Argelia y la composición de fuerza en el tablero de África se traslada desde el Próximo Oriente hacia el norte de ese continente.

El anuncio de reconocimiento de la ocupación colonial de Marruecos sobre el Sáhara por parte del presidente de EE.UU. ha sido el punto de inicio para una ofensiva a gran escala de la dictadura marroquí, concretada en una política agresiva de expansión con el respaldo de la administración estadounidense.

A partir de la dictadura de Pinochet, la represión se cebó masivamente con las y los jóvenes trabajadores concienciados que se emplearon en el triunfo electoral de Salvador Allende. Se puede afirmar, sin ninguna exageración, que Chile padeció un exterminio en los sectores populares que diezmaron la población chilena con la aplicación de la doctrina del shock y el consecuente exilio con el fin de “salvar la vida”. A continuación, el salvaje neoliberalismo aumentó la explotación, eliminando derechos y libertades; lo más granado de la generación chilena de aquella etapa fue atropellada.

Para lavar la cara del régimen dictatorial, se promulgó una constitución en 1980 que mantenía las claves represivas del golpe de 1973; es decir, nada cambiaba. Pero el pueblo chileno se despojó de sus ataduras y comenzó una lucha política y social hace dos años, que está culminando en esta fase con la convocatoria de la redacción de una nueva constitución que elimine todo vestigio (formas y fórmulas) de la dictadura. El próximo año 2022 es la fecha prevista para realizar el referéndum de ratificación o rechazo.

Un año después de la derrota electoral del golpe de estado que destituyó a Evo Morales e instauró un sangriento régimen de terror, la oligarquía boliviana sigue en la estrategia del terror para hacer valer sus intereses de clase.

Cuando el nuevo Presidente del MAS, Luis Arce, aún no había sido posesionado, se interceptaron comunicaciones entre quien fue ministro de Defensa del gobierno golpista de Jeanine Áñez, Luis Fernando López y Joe Pereira, administrador civil del ejército de los EE.UU. en Bolivia, para preparar un golpe de estado con la participación de mercenarios. La operación criminal pudo ser abortada, pero un año después, los planes orientados a la desestabilización y a la preparación de un clima social y mediático favorable al golpismo están en plena ebullición.

Durante muchos años el Estado mexicano ha contado con una dependencia económica, social y política de los Estados Unidos de América (EUA), misma que se recrudeció desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o TLC) en 1993 [1], y que manifestaba su preponderancia en la Economía mexicana, primero con la procedencia de una gran cantidad de manufacturas norteamericanas y después con la venta desmesurada de empresas públicas a capitales extranjeros, principalmente, estadounidenses, británicos y holandeses [2]. Esto comenzó a generar uno de los más grandes colapsos sociales en nuestro país, por un lado, se acrecentaba la brecha de desigualdad económica entre la sociedad mexicana, proveyendo al Capitalista nacional y extranjero de abundancia y precarizando al obrero y campesino, y por otro, comenzaba una gran encrucijada de la dinámica económica nacional a una dependencia ininterrumpida de México hacia los EUA.

Dicha dependencia se remontaba mucho tiempo atrás, cuando en 1942 un número significativo de trabajadores mexicanos partía rumbo a los EUA para prestar sus servicios en una economía desgastada por la segunda Guerra Mundial, misma que inicio en 1939 y que concluyó poco tiempo después de que EUA dejará caer sobre Hiroshima y Nagasaki su arsenal nuclear, el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente.

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