Los servicios públicos esenciales, como es el caso de la sanidad y de una adecuada atención sanitaria a los y las trabajadoras, son el principal punto de mira para los diferentes gobiernos (estatal y autonómicos) cuando se trata de recortar.

El mal llamado Estado del Bienestar no puede estar más en decadencia. Habiéndose renunciado hace décadas al modelo público de gestión de los sistemas sanitarios autonómicos, en la actualidad estamos en el momento en el que la privatización de la sanidad pública ha alcanzado su máximo auge.

No es casualidad que en todos los territorios del Estado español existan prácticamente los mismos problemas en sus respectivos sistemas sanitarios. La problemática tiene una única causa: mientras desmantelan la sanidad pública con recortes, abastecen a sus redes clientelares con dinero público, haciendo negocio con la salud de todos y todas nosotras.

En el caso de Andalucía, la sanidad pública está cada vez más deteriorada, ya no solo en la asistencia directa a pacientes en los Centros de Salud y en los Hospitales (listas de espera interminables, falta de citas previas, escasez de personal sanitario contratado, desmantelamiento de especialidades médicas, etc.), sino también en lo referente a todos aquellos servicios que la sociedad necesita para tener a su alcance una sanidad de calidad, siendo uno de esos servicios el transporte sanitario.

En este sentido, la situación del transporte sanitario en la Provincia de Córdoba, y más concretamente en los Hospitales de Montilla y Puente Genil, pertenecientes al Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, ha llevado a sus trabajadores a una Huelga en defensa de sus derechos laborales y salariales, situación que afecta también a municipios cercanos como es el caso de Aguilar de la Frontera.

Viernes 14 de febrero de 2025. Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. El rector, Lluís Serra, y el Secretario del sindicato CONSIVE Las Palmas, Tenesor González, firman ante las cámaras el acuerdo que pone fin a cuatro meses de huelga y más de cinco protestas. Este momento simbólico de la victoria del sindicato y la plantilla en lucha se desarrolla ante la mirada atenta del comité de huelga y del Decano de la Facultad de Veterinaria.

Las importantes mejoras conseguidas son de extraordinario valor, aunque muchas de ellas simplemente obligan a que se cumpla lo que dicen las leyes laborales más básicas. Hablamos, entre otras, del aumento de la plantilla, el pago de pluses obligatorios, el carácter retroactivo de estos pluses a 1 de enero de 2024, la adecuación del convenio de esta fundación a la realidad del sector sanitario, y la creación de una comisión de revisión del cumplimento de todos estos acuerdos. Pero más allá de eso, toca ahora gestionar el día después de la victoria desde un punto de vista sindical.

Cómo administrar sindicalmente una victoria.

Lo primero de todo es celebrar la victoria. A lo grande. Esto puede parecer una tontería, pero no lo es. La subjetividad de la plantilla debe estar acorde al logro conseguido.

¿Cómo? Lo antes posible. Primero difundiendo ante los medios de comunicación el relato de la victoria del sindicato y su plantilla, para que la “apisonadora mediática” de la parte patronal no empañe esta gran victoria. Después, organizando la necesaria fiesta de celebración de la plantilla en lucha que, además, en este caso, permita volver a cohesionar una plantilla que no es la misma que antes de la huelga. El desgaste hay que abordarlo. Cerrar heridas, reconocernos y felicitarnos en la victoria.

El capitalismo, presentado como el sistema económico más eficiente y justo por sus defensores, esconde una realidad cruda e innegable: la miseria como consecuencia inherente de su funcionamiento. A pesar de los avances técnico-científicos y el crecimiento económico global, millones de personas en el mundo viven en condiciones de pobreza extrema, explotación y exclusión. Esta miseria no es un fallo del sistema, sino un resultado directo de su lógica interna, basada en la acumulación de riqueza para unos pocos y la explotación de la mayoría trabajadora.

Como ya apuntara Marx en los Grundrisse, la miseria, el hambre y la desesperación por la supervivencia de millones de seres humanos favorecen que el capital pueda ejercer su hegemonía de poder. Es en los nichos de población sometidos a esta situación donde el poder burgués puede dominar con mayor facilidad. En relación con esta condición del ser humano, principalmente la clase obrera, Marx argumentaba que los trabajadores no pueden liberarse solo con ideas o discursos, sino que primero deben resolver sus necesidades materiales. En La ideología alemana, escribió: "No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia". Es decir, las condiciones materiales (económicas, sociales) son la base sobre la que se construye la conciencia y la acción política.

Sirva como ejemplo la firma después de 24 años del convenio de marroquinería en Alicante publicado el 11 de febrero de 2025  con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024 (La marroquinería es el arte y la técnica de trabajar con cuero para crear diversos productos, como bolsos, carteras, cinturones, zapatos y otros artículos de cuero.)

Hace un tiempo el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) regulaba las condiciones salariales de quienes no tenían convenio de referencia, es decir, solo afectaba aquellos sectores  donde  la patronal imponía salarios de miseria porque la Negociación Colectiva no existía y no había  fuerza sindical para combatir esa realidad.

Pero si algo sabemos la clase obrera es que la realidad es cambiante, pero sin lucha, nunca a nuestro favor. Por eso, de tener como referencia nuestros salarios en los convenios, hemos pasado a mirar con ilusión las subidas del SMI ya que afectan a nuestros sueldos al mejorar lo que los sindicatos pactan en los convenios. Ya es triste.

En muchísimos convenios donde el Salario Mínimo aprobado por el Gobierno es superior al del Convenio se tienen que firmar complementos al SMI para que ninguna categoría esté por debajo del SMI, pero al subir los salarios a las categorías inferiores nos encontramos con la equiparación  salarial con las categorías superiores y esas no suben al estar por encima del SMI.

El III informe de la comisión asesora para el análisis del SMI, formada por el Ministerio de Economía, la Universidad, el Ministerio de Trabajo, U.G.T. y CC.OO., entre otros, reflexiona sobre cómo los incrementos del SMI deja a los salarios pactados en convenios colectivos como irrelevantes porque los supera.  Es decir, para las empresas es un chollo, pueden contratar personal cualificado para generar polivalencias funcionales y ganar capacidad productiva por el mismo precio.

Entrevistamos a Miguel Ángel Santana, afiliado a USO y miembro del Comité de Empresa de Cruz Roja en Las Palmas. Hablamos con él principalmente por la victoria obtenida en los tribunales por el Comité, tras más de dos años de lucha por la implantación del convenio colectivo sectorial de Acción e intervención Social.

UyL.- Bienvenido a Unidad y Lucha Miguel Ángel. 

MAS.- Gracias. Agradecerles a ustedes la oportunidad que nos dan para que nuestra victoria sea conocida por sus lectores.

UyL.- Miguel Ángel, ponnos en antecedentes. ¿Cómo nace este conflicto y porqué termina en los tribunales?

MAS.- Cruz Roja, a pesar de pertenecer a la patronal de entidades del tercer sector y ser firmante del convenio de Intervención Social, se ha negado sistemáticamente a aplicarlo en ninguno de los territorios donde está implantada, es decir en todas las provincias del Estado español. Ante la negativa dentro de las diferentes mesas de negociación, no nos quedó más remedio que judicializarlo a través de demanda colectiva en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en este caso.

UyL.- Ante este conflicto, ¿cómo responde la plantilla en Las Palmas a la acción sindical del Comité de Empresa?

MAS.- Tras fracasar las negociaciones para la implantación del convenio, la plantilla de Cruz Roja nos organizamos sindicalmente, primero, promoviendo la afiliación masiva y posteriormente mediante demandas individuales de reclamación de cantidades, como acción paralela a la demanda colectiva en el Tribunal Superior de Justicia.

En la actualidad existen en el estado español cuatrocientas empresas que se dedican a la fabricación de armas, contando con 36.000 empleos directos y que basan más del 80% de su negocio a la importación. Las cuatro principales han recibido subvenciones directas del gobierno por cuantía de más de 15 millones de euros, aparte de los multimillonarios contratos que estas empresas firman con la Administración. En estos momentos, estas empresas están viviendo periodo de abundancia que no se traduce necesariamente en una mejora de las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores, como ocurre, por ejemplo en Navantia, empresa pública que con su nefasta política de subcontratación, deteriora cada vez más las condiciones laborales de sus plantillas. Pero todo lo dicho hasta ahora, solo nos sirve para que centremos la atención sobre qué está haciendo la clase obrera respecto al escenario bélico que el imperialismo está implantando a lo largo y ancho del planeta.

No es ningún secreto que la mayor parte de las armas que se producen en estas empresas son exportadas ¿a dónde?, pues a alimentar las guerras que el imperialismo norteamericano y sus súbitos europeos están desarrollado en la propia Europa, en la guerra de la OTAN contra la Federación Rusa en territorio de Ucrania; del mismo modo, una parte importante de ese armamento va a parar al ente sionista para que continúe su genocidio contra el pueblo palestino, ya que el gobierno actual con su hipocresía natural, condena al ente sionista pero lo continua proveyendo de armas, armas que son utilizadas para incrementar la barbarie contra civiles, mujeres, niños, ancianos en Gaza, convertida en un enorme cementerio.

Al final de todos y cada uno de los sesudos análisis y las exposiciones, o popularmente cábalas, esta última, como sabemos, pertenece al pensamiento místico de los analistas que todo lo saben y todo lo resuelven de forma magistral, desde un pensamiento que ellos autodenominan como crítico, que al final solo queda en mala literatura y peores resultados. No debemos perder del horizonte que estas maestras y maestros de la confusión y, en mayor medida, del engaño, pertenecen a las nutridas nóminas de los aparatos del estado burgués. Podríamos decir sin peligro de error y sin intención alguna de justificarles que algunas y algunos están tan alienados, tan encandilados por la exuberante brillantez del escaparate capitalista, que aún no se han enterado de que trabajan al servicio del capital. Pobrecitos, dirían las abuelas, y qué malditos esbirros, dirían obreras y obreros.

Pero la situación empeora manifiestamente cuando algunas de estas y estos, pasan a engrosar las filas de los partidos llamados progres, partidos progresistas del arco parlamentario, parlamento que pertenece a las superestructuras del poder capitalista, en el que jamás se aprobarán leyes que atenten contra lo marcado en la agenda política de la burguesía, partidos que no siempre tienen por qué tener diputadas y/o diputados para ser considerados pertenecientes al arco parlamentario. Estos, en muchos casos, se hacen pasar por amigos del pueblo trabajador e intentan (y en muchos casos consiguen) que sus propuestas calen en las conciencias de las masas.

El aumento de los accidentes laborales en España durante 2024: es un motivo más que suficiente y urgente para que los sindicatos de clase decidan ir a la acción e intervención, conjuntamente.

Las cifras publicadas con o sin alguna variante en el recuento, son escalofriantes, las trabajadoras o trabajadores sufrieron 502.152 accidentes de los que, graves ascendieron a la cifra de 3.486 y mortales 599. Ya decía que era escalofriante el ver como nuestras y nuestros hermanos de clase son asesinados. La verdad es que, por falta del suficiente tiempo, no he podido analizar con detalle las estadísticas del Ministerio de Trabajo, en las que podríamos comprobar que, consecuencia de los accidentes catalogados como graves, muchas y muchos trabajadores quedan en discapacidad permanente. También deberíamos saber, que pasado un tiempo del fatídico día del accidente, muchos compañeros/as fallecen y no son incluidos en la estadística como fallecidos laborales.

Desde una posición de clase, debemos considerar en casi la totalidad de estos accidentes, como de crimen patronal. Nuestro deber moral y revolucionario es analizar esta criminal situación más allá de las frías cifras. Debemos poner vida, anhelos, esperanzas y proyectos de futuro a cada uno de los números. Antes de ser una estadística negra y fría, son personas pertenecientes a nuestra clase, son nuestras y nuestros hermanos, a quienes jamás debemos olvidar, como tampoco debemos olvidar que ellas y ellos eran el sostén de sus familias que, con sus miserables salarios intentaban que sus hijas/os pudieran vivir dignamente.

Estos crímenes son consecuencia, se producen debido a la voracidad explotadora y de rapiña de la burguesía que, desde su ideología y cultura inherente a la clase capitalista, consideran que un o una obrera es un objeto o herramienta en la cadena de producción y cambio. Para el voraz y criminal capitalista los y las trabajadoras son seres animados carentes de espiritualidad y humanidad que, deben exprimirse hasta la última gota de vida.

Estos asesinatos, año tras año, década tras década, se repiten sin peligro al error. En los últimos 10 años más de 6.000 trabajadoras/os fueron asesinados y muchos más quedaron discapacitados de por vida no pudiendo nunca más poder laborar, lo que ocasiona el que miles de familias pase a formar parte e ingresan en la precariedad profunda, engordando las también frías cifras de quienes se consideran excluidos sociales, en el estado español actualmente más del 26 % de la población, próximo a los 13 millones de seres humanos están en el umbral de la miseria.

Lo sucedido en referencia al famoso método o modelo parlamentario denominado “ómnibus”, podría parecer otra forma de hacer y aplicar política, esto podría ser acertado si no fuera porque es inexacto.

Desde que el pasado 22 de enero de 2025 el gobierno PSOE-SUMAR tuviese la brillante idea de en un solo decreto unir diferentes propuestas, medidas de distintos ámbitos que, en apariencia no guardan relación entre sí, muchas y muchos trabajadores han comenzado a escuchar la palabreja “ómnibus”. Yo he de reconocer mi ignorancia, para mí, ómnibus era un vehículo urbano de transporte colectivo. Aclarado que ómnibus, en política, es meter todo en el mismo saco. Ya me quedo mas tranquilo.

Nos dicen que, al ser rechazado este ómnibus, han quedado paralizadas la revalorización de las pensiones y del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), las ayudas en el transporte público, ayudas para los afectados por la DANA de octubre y la protección a personas vulnerables especialmente ante los desahucios.

Hacer política para quienes trabajan al servicio del capital, es jugar con cartas marcadas y dar golpes en las partes nobles del contrincante que, en la escenificación parlamentaria burguesa en la mayoría de los casos, hoy en el estado español todos y cada uno son también empleados al servicio del capital.

En todos los medios de información y desinformación, en grandes titulares se publica. El Partido Popular, Vox y Junts han votado en contra del decreto Ómnibus, y en nuestro pensamiento seguro que aflora una idea, esta maldita derecha que por todos los medios intenta impedir que los buenos buenísimos del PSOE-SUMAR, aprueben leyes para favorecer a los pobres muy pobres. Objetivo conseguido, el teatro de la democracia burguesa da resultados más que deseables. ¿Alguien se hace la pregunta, por qué todas las medidas empaquetadas en el ómnibus solo afectan a las masas trabajadoras? ¿Por qué en este ómnibus no se incluían, medidas tales como aumento de impuestos a los ricos y a los muy ricos, a través de gravámenes fiscales y todo mecanismo que posibilite que, de las millonarias apropiaciones del fruto del trabajo, parte, la mayor, revierta en el pueblo trabajador?

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