Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases.” (Marx, Engels, El manifiesto comunista, 1848).

Negar esta máxima es negar la concepción materialista de la historia y el propio materialismo dialéctico. Abrazar el “espíritu hegeliano” y asumir que el Estado moderno es el fin de la historia, la libertad ya alcanzada como meta. Eso proclamó Francis Fukuyama al afirmar que “el fin de la historia significaría el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas, los hombres satisfaciendo sus necesidades a través de la actividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batallas”. El mejor de los mundos posibles.

El pronóstico no fue acertado, sino todo lo contrario, a la vista de los acontecimientos de las últimas décadas y más de los últimos años, meses, días... El asedio, violencia y genocidio contra los pueblos de Asia Occidental por el imperialismo yanqui-sionista y la OTAN, la guerra contra Rusia, las maniobras de la UE en Georgia, Moldavia, Rumanía; la lucha anticolonial del Sahel, del Sáhara Occidental; la presión criminal contra Cuba, Venezuela, Nicaragua…, el intervencionismo estadounidense en toda América Latina, la creciente confrontación hacia China… Vivimos un proceso acelerado de descomposición de la modernidad hegeliana. Y aun así, los enemigos explícitos de la clase trabajadora siguen negando su carácter transformador. Pero quienes más obstaculizan y dañan el protagonismo que la Historia nos aguarda como sujetos revolucionarios, que nos debiera conducir, no al fin de la historia, sino a afirmar que  esta comienza con el fin de la lucha de clases, con la emancipación humana sin explotadores ni explotados, es la izquierda asimilada al sistema, rescatista de unos obsoletos intereses ajenos y quienes con vocación revolucionaria, hechizados, se desvían un centímetro en el análisis certero de la realidad que de resultas son muchos años de aplazamiento revolucionario, según la máxima leninista.

Una reacción en cadena contribuye y propicia el debilitamiento del status quo, y en el mejor de los casos su propia auto-deflagración.

El enorme potencial de cualquier mecanismo o fenómeno capaz de generar cambios cualitativos en dicho estatus desencadena a su vez nuevos escenarios en la vida política y cotidiana de las personas; deviene un rico laboratorio de fortalezas en el marco del porvenir de la clase trabajadora.

Resulta, cuanto menos, acuciante, la necesidad de especializarnos en descifrar y utilizar en beneficio de nuestra clase, las oportunidades que genere cualquier cambio de escenario, siendo el materialismo dialéctico, el marco teórico que nos brinda y acompaña, de forma certera, a dicho análisis, en el contexto histórico que nos ocupa; contribuyendo en la urgente pedagogía de toma de conciencia por parte de la masas, en la imperiosa labor de sortear, para luego combatir, de forma consciente, las no pocas fosas que depara el objeto del presente artículo, no siendo otro, que el oportunismo como dique de contención del necesario efecto dominó.

Oportunismo, entendido como actitud y modus vivendi de los gestores del Capital, el cual deviene en su respirador artificial y cordón umbilical particular, que les conecta sin fin con sus execrables hojas de ruta.

Pasto ideal de perros cortijeros y hienas famélicas de la debilidad ajena para convertirla en oportunidad de autosuficiencia; palmeros y detonadores de guante blanco del crimen organizado, postrados braceros del imperio que no precisan de amarres, ya que ellos solos se venden con la soga entre los dientes, siempre solícitos a los mandatos del Capital, independientemente, de la fase en la que se encuentre.

Albert Einstein dijo que “si la civilización de Europa se hundiese, como se hundió en Grecia, la desolación intelectual que resultaría de ello sería tan profunda como lo fue entonces”. Podría parecer presuntuoso enmendar al genio, pero esta vez, la desolación intelectual europea no resultará una consecuencia, sino un elemento inseparable dialécticamente del propio proceso de hundimiento civilizatorio.

Fracasado definitivamente el proyecto autónomo imperialista europeo, el viejo subcontinente pasó a desempeñar un papel subsidiario y lacayuno de los intereses estadounidenses. Bajo una abducción cultural que va dando bandazos entre lo “woke” y la regresión más reaccionaria y retrograda, militarmente ocupados (más de 100.000 militares yanquis desplegados, 35.800 solo en Alemania con 275 bases militares) y económicamente colonizados (alta intervención de Capital estadounidense en la economía europea), Europa ha seguido los dictados belicistas de la OTAN, adentrándose en una economía de guerra que empobrece a los trabajadores y trabajadoras europeas.

A través de la asunción de esa política de guerra, de enfilar el camino sin retorno que supuso la voladura del Nord Stream y las sanciones antirusas; la industria  europea ha dejado de ser definitivamente competitiva bajo la concepción del valor capitalista. La dependencia total frente a Estados Unidos, constituye ahora por tanto, un nuevo nivel de subsidiariedad y la única vía de subsistencia. Una economía siempre dependiente de las energías externas, de la extracción de materias primas de fuera del propio territorio, hasta ahora, obtenidas gracias a un comercio internacional ventajoso y una política de rapiña neocolonial e imperialista que mantenía estos insumos lo suficientemente baratos como para ser competitivos.

Se convirtió rápidamente en reino del exhibicionismo, mezcolanza de egos, destrezas y emboscadas ideológicas del “entretenimiento” de masas. Hay desde luego excepciones que aquí se salvan por honrosas. Y así se distorsionó el concepto de “farándula” que proviene del francés “farandole”, danza popular, refiere a su origen a las artes escénicas y el entretenimiento.

Según el Diccionario de la Lengua Española: 1. f. Profesión de quienes se dedican al mundo del espectáculo… Sin.: teatro, espectáculo, carátula. 2. f. Conjunto de personas que integran la profesión teatral. 3. f. Ambiente nocturno formado por personas famosas de distintos ámbitos, especialmente del espectáculo. U. t. en sent. despect. 4. f. Compañía ambulante de teatro que, por lo general, interpretaba comedias. Sinónimo de farsa.

Cierto sentido común define a la “farándula” como actividad pública de personas que comercian con espectáculos, para divertir a los pueblos, en persona o a través de los medios de comunicación, y así se convierten en figuras públicas que ejercen influencia significativa, en sentidos múltiples. Suele apelar a cierto manipuleo o tráfico de sentimentalismos y por eso mismo su análisis semiótico exige una perspectiva crítica, científica e histórica capaz de revelar su evolución, pertinencia y relevancia dentro de las realidades ideológico-culturales.

Ese carácter “popular”, que la farándula tuvo en sus inicios representados por actores y artistas trashumantes, tributaba ideológica y estéticamente a públicos de “status inferior” y sus producciones revestían un carácter “marginal” en contraste con los entretenimientos de las élites culturales.

En el siglo XX, cambió sustancialmente el proceso y el producto cuando se descubrieron sus poderíos ideológico-mercantiles potenciados por el desarrollo de los medios de comunicación masiva y posteriormente los “medios digitales”. Cobró (en muchos sentidos) protagonismo la “fama”, la “visibilidad” y la idealización de estilos de vida. Se gestó una adicción aspiracional al sueño de un mundo burgués y pequeñoburgués.

  • Entrevistamos al camarada ante la ofensiva sionista en Asia occidental, el genocidio al pueblo palestino y la invasión del Líbano, apoyados por la OTAN y el imperialismo.

 

UyL: ¿Cuál es la posición del PCL ante la ofensiva e invasión sionista?

FM: Como partido fundador de la Resistencia en el Líbano, nuestra posición no puede ser otra que apoyar todas las formas de lucha contra el invasor y sus lacayos, así como contra el imperialismo que intenta dar un golpe definitivo a todas las fuerzas de la Resistencia para imponer su plan de control total sobre la región.

UyL: Hay gente que piensa que la cosa va sólo con un determinado grupo. ¿Qué les diría?

FM: Los sionistas llevan más de un año cometiendo todo tipo de masacres y practicando un auténtico genocidio en Gaza. Después trasladaron el escenario al Líbano, aprovechando la coyuntura internacional y el apoyo incondicional de Occidente. Todo esto con el objetivo de imponer su programa expansionista en la región; por lo tanto, es imposible pensar que una guerra genocida de esta dimensión sea solo contra un determinado grupo local. El PCL considera que esta guerra es contra todos los patriotas que anhelan la libertad de Palestina y el Medio Oriente; por lo tanto, contra la inmensa mayoría del pueblo levantino. Por eso llamamos a la mayor unión entre los libaneses, así como entre los pueblo árabes, para luchar firmemente contra el plan del nuevo Oriente Medio auspiciado por Estados Unidos y la OTAN.

UyL: ¿Cuál es el análisis de la coyuntura en la región y el papel de los distintos actores? ¿Cuál es el principal trabajo y las tareas del PCL en esta coyuntura?

El valor de uso sólo toma cuerpo en el uso o consumo de los objetos. Los valores de uso forman el contenido material de la riqueza, cualquiera que sea la forma social de ésta..., los valores de uso son, además, el soporte material del valor de cambio”. (K. Marx, El Capital, Tomo I)

Marx, en el mismo escrito nos señala que la mercancía es, “en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean”. Desde que esto se escribió, el capitalismo en decadencia ha degradado, condicionado o al menos, alterado, dos conceptos (o la percepción de los mismos): el de la propia mercancía y el de necesidad.

Las necesidades, jerarquizadas por Maslow, se han tornado en los últimos tiempos, tal y como Bauman desarrolló, deseos y más aún anhelos. Philip Kotler1  las definió como «una sensación de carencia de algo, un estado fisiológico o psicológico”. Bajo este prisma, la necesidad deja de ser objetiva, física, material, para convertirse en «sensación de carencia».

Por eso, el capitalismo, sediento de acumulación, conquistó, primero los mercados externos, ajenos al capitalismo, espacios de conquista que Rosa Luxemburgo calificó como “conditio sine qua non” de la acumulación y que en realidad constituyeron simplemente un acto contratendencial, temporal, para mantener a raya los fantasmas de la caída de la tasa de ganancia. Luego se lanzó a  por esferas no mercantilizadas hasta el momento, no territoriales, a veces ni siquiera corpóreas, que incluso formaron parte de lo interno, de lo íntimo.

 

Los acontecimientos apocalípticos contextuales, generados por el Imperialismo otánico para la preservación de su hegemonía planetaria, se intensifican con más guerras híbridas y genocidas. Son condición sine qua non para someter al conjunto de la población mundial, al interés depredador de los fondos de inversión capitalistas como BlackRock, Vanguard, UBS Grup, estos, dirigen los Estados tiranos o títeres, (satrapias del Imperio) organizando grupos de presión para intervenir manipulando los organismos internacionales como Naciones Unidas, todos ellos creados, para la “convivencia” en un mundo devastado por la II Guerra Mundial.

Nos hallamos en un contexto determinado por la disputa hegemónica planetaria de dos bloques capitalistas representados por la OTAN y los BRICS, ambos con contradicciones internas en su desarrollo histórico. La impronta de esta sociedad es la barbarie, la humanidad se estremece ante el criminal genocidio perpetrado al Pueblo Palestino por el Estado Sionista de Israel, de igual manera que asistimos al acoso sistemático a la Federación Rusa. El Imperialismo otánico, atiza las guerras locales por el control de las materias primas, los recursos naturales y las rutas comerciales de Eurasia y Oriente Medio, aplica su catálogo maquiavélico de nuevo, sirviéndose una vez más de la ingenuidad de los pueblos.

Ucrania, esclavizada por el Régimen Fascista de Zelenski, está entregando a BlackRock, (por el acuerdo para la creación del Fondo de Desarrollo de Ucrania firmado en mayo 2023) sus tierras negras, sus redes eléctricas, los fondos de ayuda internacional, y todos los recursos que generan beneficios. Todo para las multinacionales que se enriquecen una y mil veces con la guerra, en la que centenares de miles de jóvenes pierden sus vidas para el interés de una minoría execrable. Sin embargo; las potencias imperiales OTANAZIS, sufren reveses humillantes pese al ingente armamento de última generación que entregan pronto pago a sus lacayos fascistas. Estos son barridos, aplastados de nuevo, bajo el símbolo heroico de la bandera roja del Regimiento Inmortal.

La exigencia por unir fuerzas y desarrollar alianzas, no es fruto de una posición idealista, ni de un voluntarismo acrítico, es un imperativo condicionado por la crisis sistémica capitalista y los sujetos que operan en ella, en lo local y en lo universal. Enfrentaremos con urgencia, el abominable reto con amenaza nuclear incluida impuesto por el Imperialismo otánico a los pueblos y al proletariado mundial. El primer paso es ir a lo esencial, al papel que está llamada a desempeñar la Clase Obrera en la construcción del Estado Socialista.

Desde finales del siglo XIX Barcelona fue uno de los focos insurgentes más activos de la península, ya que la industrialización catalana había dado lugar en la España de la Restauración a una burguesía floreciente y a un proletariado sin soluciones políticas donde las flagrantes diferencias sociales entre clases darían lugar a la propagación de idearios de índole revolucionaria. Barcelona estaba además especialmente sensibilizada respecto a los abusos del poder en tanto que escenario de las idas y vueltas de soldados a los conflictos de finales de siglo en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que representaron una auténtica sangría y que se saldaron con la pérdida de las colonias.  Consecuencia de esta derrota fue un ejército hipertrofiado: un oficial cada ocho hombres, un general cada cien; ejército descontento con el poder civil y sus compatriotas que consumía la mayor parte del presupuesto nacional. En el terreno económico la situación era peor. La pérdida de Cuba y Filipinas representó la desaparición del principal mercado para las exportaciones e importaciones y planteaba un difícil reto para las grandes fortunas que, sobre todo en Barcelona, habían crecido a la interesada sombra de un sistema convenientemente proteccionista. En aquellos años de ferviente colonialismo la carecía de colonias equivalía a no tener mercados.

Tras la Conferencia de Algeciras a España le correspondió, en el reparto de África por las potencias europeas, la “tutela” de la zona septentrional de Marruecos. Poco a poco se fue fraguando la idea de que los recursos, sobre todo mineros, de las tierras del Rif marroquí podían ser el sucedáneo de las pérdidas económicas y territoriales en ultramar. La defensa de estas empresas mineras, cuyos intereses estaban directamente vinculados a relevantes personajes políticos, como el conde de Romanones y al propio rey Alfonso XIII, llevó al Gobierno de Maura a ordenar el embarque en Barcelona de unos reservistas en el verano de 1909 ante el acoso de las tribus rebeldes del Rif a las tropas del Protectorado y el desastre del Barranco del Lobo, donde cayeron muertos 150 soldados españoles y varios centenares resultaron heridos.

Las protestas ante esta orden respondían a un sistema que enviaba a combatir a los más pobres, pues los hijos de la burguesía podían librarse del servicio pagando una cuota, desembocaron en una gran huelga general convocada por Solidaridad Obrera el 26 de julio.

Con todo este fenómeno del nuevo fascismo, de las redes sociales ayudando a esta tendencia extremista, siniestra, puede haberse empezado a ver en Cuba, creo yo, por primera vez, sobre todo en las redes, que algunos emigrados y otros que viven acá están hablando con algo que se parece mucho al odio

De manera apasionada, como solo puede hacerlo quien ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio del fenómeno en cuestión, el presidente de Casas de las Américas, Abel Prieto Jiménez, también conversó sobre la guerra simbólica y los desafíos para mantener nuestra identidad en medio de la creación de reflejos condicionados y la incitación al odio.

P: ¿Cómo debemos enfrentar estos problemas?

A.P.: “Yo creo que hay que fomentar ese tipo de discusión, ese tipo de debate inteligente, no con retórica, no con consignas, no con clichés, sino dando argumentos. Hay un libro de Elena Villar, corresponsal de Russia Today en Estados Unidos, que se titula Esclavos Unidos, el reverso del sueño americano, publicado por la editorial cubana Ciencias Sociales. Ofrece una visión verdaderamente impactante de las gravísimas contradicciones que tiene la sociedad de los Estados Unidos que no ha resuelto nunca los bolsones de miseria, la dependencia de las drogas, los llamados opiáceos, barrios enteros de gente que son verdaderos zombis.

“Creo también que es importante que los debates sean dirigidos por líderes estudiantiles, profesores o estudiantes. Lo ideal para esto es que haya gente joven dirigiendo estos intercambios. Porque una de las maniobras de nuestros enemigos es aprovechar la inevitable brecha generacional que existe en Cuba y en el mundo, que se refuerza hoy con todas las nuevas tecnologías de información y comunicación. Para un niño, en la actualidad es muy fácil manejar un móvil y sus aplicaciones. Es, como dicen, un nativo digital.

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