Este juego de palabras tiene como objetivo preparar a la población de Europa para una posible confrontación con Rusia, Irán, República Democrática Popular de Corea y China. Esa fue una frontalidad marcada ya en la cumbre de la OTAN 2022 en Madrid.
Como ha sido puesto en evidencia en Ucrania, por mucha tecnología, armas y municiones que estén disponibles, el reclutamiento sigue importando en una guerra convencional, aparte de los mercenarios, las empresas militares privadas y las tropas proxy.
Para que vaya calando en la población, hay que presentar un motivo y un enemigo. Mark Rutte se pone a ello: “es urgente actuar para proteger nuestra libertad, nuestra prosperidad y nuestro modo de vida”. Una frase típica de una película bélica de Hollywood para manipular las mentes. Tres veces se refiere a nosotros. ¿Somos acaso los del “jardín” de Borrell? ¿Qué pasa con las dos terceras partes de la humanidad que no son ’nosotros’? El supremacismo blanco es cada vez más arrogante en su declive. Se nos habla de “libertad”, “prosperidad” y “modo de vida” en un mundo socialmente injusto, políticamente perverso, ecológicamente depredador e ilimitadamente violento. Valga como ejemplo de esto último el exterminio del pueblo palestino, ejecutado con el sadismo inaudito del ente sionista junto al apoyo incondicional de Occidente.
En este contexto, la OTAN se autodefine como “defensiva” y trata de ocultar tanto su pasado como su presente criminales. Durante décadas promovió, financió, entrenó, armó y dio soporte a los “ejércitos secretos” (Red Gladio), formados por nazis y fascistas, para cometer actos terroristas y todo tipo de acciones encubiertas de las que se señalaba como responsables a grupos y organizaciones a las que se deseaba criminalizar para eliminarlas, o que no tuvieran influencia alguna.
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- Escrito por CECOB
- Categoría: Actualidad