NO A LA CONSTITUCIÓN MONÁRQUICA Y BURGUESA
40 años de Constitución monárquica han permitido a la clase obrera de este país, y a los pueblos y naciones del Estado, entender, sin margen de duda, lo que ha significado la Constitución que alumbró el tardo franquismo durante la conocida como “Transición española”. Transición que no es otra cosa que el paso de la dictadura franquista a la monarquía parlamentaria, como nueva forma histórica de la dictadura del capital
Un auténtico engaño político al servicio del viejo bloque histórico de poder en España, que, así, volvió a perpetuarse en el poder, modificando lo necesario para asegurarse que no cambiaba nada. Con esta artimaña consiguieron derrotar al bloque obrero y popular que los tuvo acorralados los años anteriores. Derrota que, una vez más, pagamos con mucho dolor, sufrimiento y muerte. Fueron más de quinientos los asesinatos perpetrados contra la clase obrera en este periodo, por policías, falangistas y paramilitares. La traición mayor corrió a cargo de la socialdemocracia felipista, pero, sobre todo, del eurocomunismo del PCE, que entregaron todo lo acumulado en décadas de lucha a cambio de un sillón en el sistema de dominación heredero del franquismo.
Desde esos tiempos, el régimen corrupto de los Borbones, Filesa, Gurtel y tarjetas black, ha suprimido gran parte de los derechos conquistados por la clase obrera a lo largo de décadas de lucha, y han impuesto su integración en las estructuras más avanzadas del capitalismo mundial. Unión Europea y OTAN dan continuidad a la dinámica impuesta por el franquismo con el caso de las bases yanquis, entregando el territorio, y la soberanía, a cambio de un lugar en el saqueo imperialista.
Campeones en paro y precariedad, tras 40 años de Constitución, nuestras pensiones están amenazadas, y el presente y futuro de nuestra juventud vuelve a ser de emigración y pobreza, al tiempo que la misma monarquía, junto a la Iglesia Católica, son paradigma de misoginia y machismo en un país masacrado por la violencia de género y los feminicidios. Hablemos de esa realidad, y no de los viejos cuentos de la Transición, para evaluar lo que realmente han sido estos años de institucionalidad burguesa, que legitimó al franquismo con la proclamación de Juan Carlos de Borbón como Jefe del Estado designado por Franco.
40 años de Constitución y nuestras cunetas siguen llenas de los cuerpos de más de 140.000 personas desaparecidas y asesinadas por el fascismo, mientras el asesino mayor sigue enterrado con honores.
40 años sin resolver la cuestión del Estado plurinacional, y reprimiendo y negando el derecho a la autodeterminación a los pueblos que lo exigen.
Una Constitución que consagra el papel privilegiado de la Iglesia Católica y mantiene el carácter confesional del Estado con la actualización del Concordato entre el Reino de España y el Vaticano. Una Iglesia que todavía no ha pedido perdón por su participación y apoyo a los crímenes de la dictadura anterior, o por el robo de más de treinta mil niños y niñas.
¡Es una vergüenza seguir manteniendo la monarquía en España! Cuatro décadas soportando a una familia de parásitos, que crece tanto como nos cuesta mantener sus privilegios.
Por todo ello, ya es hora de decir basta y acabar con este régimen de oprobio para el pueblo y poner al frente de España a quienes hasta hoy somos absolutamente subsidiarios. Cambiemos las tornas y pongamos arriba a quienes llevamos siglos debajo padeciendo esta ignominia.
Es hora de construir un nuevo proyecto histórico para este país nuestro, que acabe con la realidad de dominación y explotación de esta dictadura, y que ponga en el centro de todo la Libertad, la Cultura y la justicia social. Una sociedad republicana y socialista, como proyecto histórico cuya prioridad sea la defensa exclusiva de los intereses y necesidades de quienes todo lo producimos. La clase obrera como clase rectora de la nueva sociedad.
Un nuevo paradigma de país en el que, en igualdad de condiciones, hombres y mujeres libres, construyamos un futuro diferente desterrando lo más execrable de este país, y promocionando las mejores tradiciones de creación, lucha y resistencia que, a pesar de toda su violencia, hemos sido capaces de construir durante estos siglos de Resistencia anticapitalista.
40 AÑOS BASTAN
NO A LA CONSTITUCIÓN MONÁRQUICA Y BURGUESA.
POR LA REPÚBLICA SOCIALISTA DE CARÁCTER CONFEDERAL.