8 de marzo, nuestro primer pensamiento es para el pueblo Palestino, objeto de un genocidio. En este día internacional de las mujeres por su emancipación traemos aquí a las mujeres palestinas que históricamente han celebrado este día y unido en él la lucha por la igualdad con la lucha por los derechos de su pueblo y contra la ocupación sionista.

Les reconocemos desde el PCPE su referencia y su valor históricos en estos momentos que la agresión sionista se ceba en ellas, con múltiples formas de violencia y su eliminación física, la de sus hijas e hijos dentro del plan de exterminio y limpieza étnica que se está ejecutando por el ente sionista.

Este 8M de 2024 seguimos con la desmovilización a pesar de que las condiciones de vida de la clase trabajadora empeoran día a día. Las trabajadoras vemos cómo se agravan las ya difíciles y precarias condiciones materiales de vida, golpeadas crisis tras crisis y guerra tras guerra. Al conflicto bélico de la OTAN en Ucrania se ha unido ahora el de Palestina, lo que ha encarecido el coste de la vida.

Las multitudinarias manifestaciones unitarias de hace poco se han diluido entre la fragmentación y la ola reaccionaria que cuestiona la necesidad de la lucha de las mujeres, acompañado de unos medios de propaganda sistémicos que hacen de este día una fecha intrascendente, folclórica e interclasista.

Nosotras como feministas de clase reivindicamos la asamblea, la calle y la manifestación como espacio de lucha y organización para ahondar en la concienciación sobre la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres como clase y como género.

En la fragmentación del movimiento feminista ha tenido una gran responsabilidad la socialdemocracia, jugando de nuevo su papel histórico desmovilizador de las posiciones clasistas más avanzadas, que con su feminismo institucional y burgués, ha creado debates estériles intencionados, que coinciden más con los postulados de la burguesía y reacción machista que con las ideas mayoritarias del movimiento feminista.

Por ello es fundamental desarrollar la voz pública del  feminismo de clase, impulsar propuestas y alianzas clasistas dentro del movimiento feminista que superen esta división interesada, y que rescate posiciones revolucionarias también de esa reacción. Por lo que este año nuestro lema, el de las mujeres comunistas y feministas del PCPE es TRABAJADORAS FEMINISTAS, ORGULLO DE CLASE.

Participamos en las movilizaciones feministas del 8 de marzo que deben incorporar el resto de protestas. Dado que el patriarcado condiciona todas las esferas de la vida de las mujeres, y supone su opresión y desigualdad al servicio del capital, nuestra lucha debe ser integral y claramente anticapitalista. No debemos permitir que la burguesía siga apropiándose de las luchas feministas, pues las parcializa o divide, lo que limita la capacidad transformadora de este movimiento tanto como de otros movimientos sociales actuales. 

Es imprescindible que las mujeres trabajadoras asumamos la defensa de nuestros intereses, en cualquier circunstancia, y que nuestras reivindicaciones feministas tengan un espacio preferente en la agenda política. Tenemos que intervenir en todas las luchas, posicionándonos con claridad a favor de un feminismo de clase que aúna la lucha revolucionaria contra el sistema capitalista y el patriarcado y ponga fin a la explotación y la opresión que hoy soportamos.

TU LUCHA DECIDE.

TOMA PARTIDO.

8 DE MARZO DE CLASE Y COMBATIVO 

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