RESOLUCIÓN GENERAL DEL XVII PLENO DEL COMITÉ CENTRAL

 

A pocos días de dos fechas absolutamente referenciales para el desarrollo de la lucha de clases, como son el 14 de Abril y el 1º de Mayo, el XVII Pleno del CC del PCPE, entiende absolutamente necesario situar las principales claves de análisis y acción para el momento actual. Posiciones determinadas por la defensa exclusiva de los intereses y necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares, en una confrontación con la burguesía y el imperialismo que se hace imprescindible radicalizar, denunciando el creciente grado de violencia que a todos los niveles usa nuestro enemigo de clase.

En el centro de trabajo bajo la dictadura de la patronal, en el progresivo desmantelamiento de los servicios públicos, cuestionando la viabilidad del Sistema Público de Pensiones, priorizando el pago de la Deuda Pública generada por las ayudas a la grandes empresas, incrementando el gasto militar y situándose en una economía de guerra, limitando los derechos civiles, amenazando con retomar el servicio militar obligatorio que prepare la carne de cañón que necesita la guerra imperialista, extendiendo el terror de la propaganda de guerra…el pueblo trabajador vive sometido a los dictados de las necesidades del Gran Capital.

Sea mediante la gestión de la Comisión Europea, o bajo los gobiernos centrales y autonómicos liderados por PSOE/Sumar, PP/Vox o PNV y ERC en Euskadi y Catalunya, así como el resto de partidos sistémicos (EH Bildu, Junts, CoCa, Compromís, BNG, Podemos…) todas las medidas de gestión que proponen unos y otros, están determinadas por el cumplimiento de las exigencias impuestas por quienes mandan de verdad.

La dictadura del capital, la que despide con impunidad a los trabajadores y trabajadoras, la que hace de la vivienda, el aceite o el resto de alimentos un producto de especulación y nos conduce de forma acelerada a la guerra, es la responsable de la situación que, más allá, de las muchas familias pobres que, pese a trabajar, no pueden llegar a fin de mes con todas las facturas pagadas, sitúa a la Humanidad entera al borde del colapso y el riesgo de destrucción nuclear generalizada por responsabilidad exclusiva del Imperialismo.

Denunciamos que los EE.UU y todos sus aliados, nucleados en torno a la OTAN son, junto a la Entidad Sionista de Israel, los únicos responsables de la guerra y, consecuentemente, los mayores enemigos de la Humanidad. Junto a esta responsabilidad que identificamos con claridad, objetivamente también están todos los actores políticos y sociales que abiertamente se sitúan del lado del Imperialismo, junto a la OTAN y sus guerras y frente al derecho a la Resistencia de los pueblos.

Pero para entender el grado de violencia que desarrolla el Imperialismo a todos los niveles y que, más allá de matices, no depende de la gestión de uno u otro gobierno, es imprescindible saber que la causa de esta ofensiva desesperada contra la soberanía de los pueblos y los derechos de la clase trabajadora internacional, viene determinada porque objetivamente, las leyes que marcan la Ley del Valor hacen que el Capitalismo, como formación sociohistórica dominante y casi universal, llegue a su fin. Un final para el que la guerra es un analgésico y, por lo tanto, el principal recurso con el que cuenta para volver a poner el reloj a cero e iniciar un nuevo ciclo de acumulación que alargue su agonía histórica.

En definitiva, afirmamos sin temor a equivocarnos, que el Imperialismo necesita la guerra y está dando todos los pasos necesarios para justificarla y generalizarla,

Enfrente los pueblos de todas las naciones del mundo que, contrariamente al Imperialismo, requieren de la paz para existir.

Sin duda, una realidad que sitúa una dicotomía irreconciliable en la que es necesario encontrar la vía de superación para frenar el baño de sangre que ya riega el mundo en este momento y que, en palabras de los dirigentes de la OTAN, la UE y los EE.UU, amenaza con extenderse aceleradamente.

Por ello, no hay duda, que esta tarea de enfrentar la realidad de la guerra, es el principal desafío que tiene la Humanidad. Una labor que la militancia del PCPE, asume con el claro propósito de situar el horizonte del Socialismo como meta necesaria de una Humanidad libre de la lacra de la guerra.

En la sección sindical propiciando resoluciones y movilizaciones, en la asociación de vecinos, en la asamblea de instituto, en la asociación de mujeres….siempre habrá un/a militante comunista situando el debate de la guerra y la alternativa de la paz.

El Partido, se sitúa en el propósito de avanzar decididamente hacia una alianza sociopolítica por la PAZ y contra el Imperialismo, que sustancie una unidad de acción entre diferentes actores, fundamentada en unos mínimos acuerdos políticos, capaz de unir en un mismo esfuerzo a quienes denunciamos la guerra y a la OTAN como su actor principal.

Es el mínimo sobre el que sustentar la unidad de acción, más allá de proclamas genéricas por la paz que cínicamente también salen de los labios de los máximos responsables de la guerra, incluidos todos los gobernantes del Estado español.

Con el ejemplo referencial de lo avanzado con el trabajo de la Coordinación Estatal contra la OTAN y la Bases (CECOB), es precisa una ofensiva capaz de levantar un amplio referente político de masas articulado desde la base y el protagonismo de sus participantes, que se construya desde el impulso de multitud de comités y asambleas contra la OTAN, las bases y la guerra que se formen en el mayor número de pueblos y ciudades, siendo capaces de movilizar y dar la respuesta necesaria todos los planes y acciones políticas y militares del Imperialismo. Desde la denuncia del genocidio en Palestina, a la exigencia del derecho del Sahara a su Independencia, o la movilización contra las maniobras militares de Marruecos en el límite de la aguas de Canarias o los próximos ejercicios African Lion 2024, conjuntos con los EE.UU en las fronteras de Argelia y el Sahara, que suponen una amenaza directa a la paz en el norte de África, ninguna maniobra del Imperialismo y la OTAN pueden quedar impune.

En esa tarea y con el máximo compromiso unitario, estaremos la militancia comunista impulsándolo y con el propósito claro de avanzar en la organización de las masas, del sujeto revolucionario.

Estructuras con una clara vocación de movilización, orientada a la progresiva elevación del actual bajo nivel de conciencia de las masas, pero muy conscientes de que, como escribiera Lenin, y ha demostrado la Historia, hay momentos en los que la conciencia de las masas avanza en pocas semanas más que en diez años.

Sin duda, este en el que vivimos, en el que los acontecimientos se suceden frenéticamente y superan cualquier previsión, debeser uno de ellos.

En esta tarea el PCPE, como Partido revolucionario, no va a dejar de cumplir con su responsabilidad activando todas sus capacidades militantes y saliendo al encuentro de las masas para situarles que les va la vida en ello y que, en última instancia, la dicotomía a resolver es entre el Socialismo o la barbarie, el Comunismo o el caos.

Como programa básico a compartir y debatir en los diversos espacios de trabajo unitarios en los que intervenga la militancia del PCPE y la JCPE, situamos los siguientes puntos:

  • No a la economía de guerra, reducción urgente del gasto militar y prioridad a los servicios públicos. No al progresivo desmantelamiento de las estructuras públicas de protección social conquistadas por la lucha obrera y popular.

  • Regreso de todas las tropas españolas desplegadas en otros países

  • No a la leva forzosa de la juventud. Ningún hijo/a del pueblo puede ir a la guerra.

  • Salida de OTAN.

  • -Negativa a participar en cualquier escenario de guerra.

  • Cierre inmediato de las bases militares yanquis de Rota, Morón y la británica de Gibraltar, así como todas las instalaciones al servicio de la OTAN, (Bétera, Torrejón, Cartagena, Maó, Viator…)

  • Cese de inmediato de cualquier envío de dinero o armamento a Ucrania

  • Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.

  • No a los bloqueos y sanciones del imperialismo. Solidaridad con los pueblos y su soberanía.

NI GUERRA ENTRE PUEBLOS, NI PAZ ENTRE CLASES.

A 6 de abril de 2024.

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