La clase capitalista transnacional esta invirtiendo miles de millones de dólares en la rápida digitalización del capitalismo global como salida para el excedente de su capital acumulado, a la vez que busca nuevas oportunidades de inversión en la construcción de un Estado policiaco global. ¿Pero será suficiente la rápida expansión de estos dos sectores de la economía global para evitar otra crisis catastrófica?

Los datos económicos internacionales señalan, mas bien, que la economía global esta al borde de otro colapso. Las condiciones estructurales subyacentes que desataron la Gran Recesión de 2008 siguen vigentes mientras la nueva ronda de reestructuración de la economía global ya en marcha tenderá a agravar las mismas. Estas condiciones incluyen niveles sin precedente de desigualdad, de endeudamiento público y privado, y de especulación financiera. El detonante de una nueva crisis podría ser el estallido de la burbuja bursátil, sobre todo en el sector tecnológico, el impago de la deuda publica o de los hogares, o el estallido de una nueva conflagración militar internacional.

“Posverdad” es un término tan ambiguo e innecesario como su análogo -y precedente- “posmodernidad”. Del mismo modo que lo que llamamos posmodernidad no es sino modernidad sucedánea o decadente, la posverdad es un nuevo apelativo de la falsedad, sobre todo de la falsedad mediática masiva. Con la peculiaridad de que la posverdad no se molesta demasiado en ocultar su impostura. Su máximo exponente es la publicidad, que apela directamente a las emociones -y a las más bajas pasiones- con un alegre desprecio de la realidad que solo funciona en la medida en que el destinatario del mensaje publicitario se hace cómplice del engaño. Ni el machito más estúpido cree que una determinada marca de desodorante pueda convertirlo en un seductor irresistible; pero la eficacia de los spots al uso está sobradamente comprobada, tanto que los fabricantes de productos cosméticos gastan mucho más en publicidad que en materias primas.

La FAO detalló que el 71 por ciento millones de niños, niñas y adolecentes practican labores de agricultura en todo el mundo.

La Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) indicó este jueves que 108 millones de niños, niñas y adolecentes trabajan en el área de la agricultura, con riesgos laborales y largas horas de trabajo.

“En el mundo, 108 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan en la agricultura, lo que representa el 71 por ciento del total del trabajo infantil”, enfatizó la directora de la División de Políticas Sociales e Institucionales Rurales de la FAO.

Las declaraciones se realizaron durante la IV Conferencia de la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que se efectúa en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Según la representante de la organización de las Naciones Unidas, el número de niños y adolescentes que se ven obligados a trabajar en el campo se ha incrementado en 10 millones en los últimos cinco años.

No deja de sorprender la lucidez con que el Libertador Simón Bolívar pronostica el papel que jugarían los vecinos del Norte: «Cuando extiendo la visión sobre este continente, veo que está a la cabeza una nación muy belicosa y capaz de todo como los Estados Unidos». Esta profecía se cumpliría con los hechos criminales de una nación imperialista que pretende dominar el mundo. Los Estados Unidos, país meca del consumismo, efectivamente parecen destinados a plagar el planeta de destrucción, hambre y miseria, invocando el nombre de la libertad, tal como lo vaticinó Bolívar.

En atención a lo expuesto, recordemos que en 1839, el periodista estadounidense John O’Sullivan escribió un artículo justificando la expansión territorial de EEUU, con el argumento de que el estadounidense era un pueblo «escogido por Dios» y destinado a expandirse, no por opción propia sino porque ese era su destino, al que no podían renunciar ni evitar, pues hacer tal cosa sería rechazar la voluntad divina. También afirmaba este periodista que los estadounidenses tenían una misión que cumplir: extender la libertad y la democracia y ayudar a que las «razas inferiores» progresaran.

Intelectuales cubanos y del estado español se reúnen en Valencia para recuperar la memoria histórica compartida y reflexionar sobre los retos actuales de la humanidad, en un coloquio titulado “Cultura contra Fascismo”, organizado por la asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí y la Fundación Nicolás Guillén

La delegación cubana está encabezada por Miguel Barnet Lanza, narrador, poeta y presidente de la UNEAC, y por el nieto del Poeta Nacional, Nicolás Hernández Guillén

Los días 17, 18 y 19 de noviembre tendrá lugar en Valencia el coloquio titulado “Cultura contra el Fascismo”, organizado por la asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí y la Fundación Nicolás Guillén, y que se desarrollará en los locales de la Societat Coral "El Micalet". Se trata de la segunda parte del evento que se desarrolló en julio pasado en La Habana con motivo de la conmemoración del 80 aniversario del Segundo Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultural de 1937, inaugurado en Valencia, y que sesionó en Madrid, Barcelona y París, centrado en la participación cubana y española en el II Congreso de 1937 y el compromiso de la cultura contra el fascismo y en defensa de la República.

 

Cuando nos hablan de ecología o ecologismo primeramente pensamos con un tono despectivo en las florecitas, lechuguitas y animalitos como motivo de preocupación de estas organizaciones y partidos. Pero el pensamiento “ecologista” ha sido innato al pensamiento marxista.

Tanto Marx como Engels tenían en mente la naturaleza como una parte fundamental de estudio y análisis. De ahí surgen términos como metabolismo (que podemos encontrar en el tomo I de El Capital) o afirmar que el trabajo es el padre de toda riqueza y la naturaleza es la madre. Aquí se le podría criticar por tener una visión meramente extractivista de la naturaleza por la cual el hombre obtiene, mediante su trabajo, valores de uso.

En esto Engles, en su El papel del trabajo en la transformación de mono en hombre, sale a la palestra para desmontar esa crítica al marxismo por tener una visión que entiende la naturaleza como una cosa de la que sacar sólo materias primas. Engles tras hacer una descripción crítica de la tala indiscriminada de bosques, del transporte de especies animales y vegetales de unos países a otros transformando por completo la ecología de regiones, la quema de bosques y las consecuencias de la industrialización sobre la naturaleza, termina sentenciando que la naturaleza se venga por los atropellos que sobre ella se comenten.

El Partit Comunista del Poble de Catalunya (PCPC) davant la convocatòria de Vaga General impulsada per alguns sindicats alternatius i de classe pel proper dimecres 8 de Novembre manifestem el nostre suport als continguts i reivindicacions expressats pels organitzadors. Fem una crida al conjunt de la classe obrera i sectors populars a secundar aquesta jornada de lluita, participant en accions i mobilitzacions per denunciar les condicions laborals i de precarietat imposades pels diversos partits del sistema que amb les seves reformes laborals i lleis antiobreres han posat a la classe obrera en una situació insostenible: atur, retallades, disminució salarial, pensions de misèria, desnonaments..Fem igualment una defensa aferrissada dels serveis públics (educació, salut..) com a drets fonamentals de la població i que estan greument amenaçats per la gestió capitalista que preten la seva privatització. 

En segon lloc cal aprofitar aquesta vaga per denunciar l´article 155 que ha suposat la intervenció de les institucions democràtiques de Catalunya, així com per exigir la llibertat de tots els presos polítics (els Jordis, els 8 consellers de la Generalitat i un bon grapat de sindicalistes que per lluites laborals es troben presos a les diverses presons de l´Estat).

El sindicalismo catalán y español, según los profesores Emili Giralt, Albert Balcells y Josep Termes, explicado en la cronología 1800 – 1939 de su libro “Els Moviments Socials a Catalunya, País Valencià i les Illes”, tiene su punto de partida en 1840, después del primer tercio del siglo XIX al acabar la primera fase de la revolución industrial. Anteriormente existió una etapa de aprendizaje del proletariado industrial contra el maquinismo hasta la toma de consciencia de clase entre los obreros, una vez, también, desprendÍdos del yugo borbónico ejercido en vida del terrible Fernando VII, solo superado por los anales de la historia protagonizada por el general Franco.

Desde 1840 hasta la revolución democrática burguesa de 1868 (“la Gloriosa”), el movimiento obrero y sindical conquista la libertad de asociación para poder crear sociedades obreras en defensa del mutualismo y de las cajas de solidaridad obrera para ayudar a las personas mayores, a los enfermos y a los huelguistas (orígenes de la seguridad social y de las cajas de ahorro). Desarrollan el cooperativismo como forma de llegar a la desaparición de la explotación capitalista que sufrían los obreros y las obreras, hasta participar en la Primera Internacional, luego en la Segunda y después en la Tercera, marcando una ruta ascendente hasta llegar a la IIª República, que es combatida por la oligarquía conservadora, con Franco en 1936, con la ayuda del nazi fascismo hasta su total demolición, con persecución genocida a la clase obrera, más el robo de su patrimonio.

Erase una vez la transición, los Pactos de la Moncloa, la democracia burguesa como envoltorio de la continuidad del estado franquista, de su clase política, de sus estamentos jurídicos, militares, clericales…La continuidad de la dictadura del capital adaptada a otras formas.

Una larga lista de leyes represivas jalonan estos 40 años. La Ley Corcuera, del primer gobierno del PSOE (año 82), Ley de extranjería, Ley de derecho de reunión, manifestación y huelga, constreñidos esos derechos a estrictos y rígidos requisitos administrativos para su ejercicio, ley de partidos políticos, consagrando la posibilidad de ilegalización de cualquier organización política que no acepte el marco jurídico constitucional, es decir, la “sacrosanta” constitución de 1978. En los años 80 y 90 se recortaban derechos y libertades con los argumentos de la “colisión de derechos” y la necesaria convivencia y en el S.XXI hemos pasado del discurso de la seguridad al de la legalidad. Pero siempre legitimándose la represión de los derechos de las capas populares, abriéndose paso el derecho penal de autor, criminalizando el pensamiento y desde luego la disidencia. Instaurándose, en definitiva, el delito de opinión y todos y todas (especialmente quienes se organizan en la lucha contra el sistema capitalista) somos susceptibles de una acusación de terroristas o de sedición por defender el derecho de autodeterminación.

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